La organizadora de bodas

7

El silencio nos inundó , pero no fue uno de esos incómodos que te hace decir la primera cosa que se te pasa por la cabeza para romperlo.Fue uno agradable, familiar. Uno que solíamos compartir cuando estábamos juntos.

-Haces algo mañana en la mañana?-Hunter fue el primero en romperlo.

-Debo revisar mi agenda.Por?

-Te invito a Hanny a tomar un café.

-Aún lo recuerdas-intenté ocultar la emoción en mi voz al darme cuenta de ello.

-Claro que sí. Como olvidar las horas que me hacías pasar allí. Era tu café favorito y creo que con el tiempo se volvió en el mio también.

-Me convenciste-dije simulando estar derrotada-Mañana a las 10.Te espero ahí.

-Te veré en nuestro café de siempre-agregó besando mi mejilla antes de ir a jugar con Mia.

El tacto de sus labios quedó marcado en mi piel como si de un tatuaje se tratara.

 

 

 

 

 

 

El resto de la noche pasó en un abrir y cerrar de ojos. Más rápido de lo que me habría gustado.

Si bien era cierto que no era una persona que disfrutara de festejar su cumpleaños, este había sido diferente al resto.

Y no era por robarle el crédito a Mia , pero esta vez mis ojos estuvieron en Hunter. Vigilando cada movimiento y riéndome de los absurdos chistes que ya me sabía de memoria pero que seguía festejandole porque quería que notara que lo estaba escuchando.

-Adiós mamá.Adiós papá,Susan y Mia-dije saludando con un beso en la mejilla a cada uno de los pocos presentes que quedaban en casa.

-Y para mí?-gritó Hunter desde la cocina.

-Ya vuelvo-avisé sonando lo más natural posible.No quería sonar como alguien que corría atrás de su hermanastro porque estaba enamorada de él y saltaría a un precipicio si él lo pidiera.

Cuando llegué a la cocina me lo encontré recostado contra la mesada bebiendo una cerveza.

Era increíble que hiciera de algo tan natural y en algunos hombres hasta grotesco, algo tan sexy.

-Mañana , en el café.

-No llegues tarde-lo amenacé con el dedo.

-Estaré antes de que tu llegues. Si no es asi te debo una de estas-me mostró la botella.

-Te tomo la palabra-dije quitándosela de la mano para darle un gran sorbo.Intenté verme lo más sexy posible.Decidi que si él iba a jugar , yo también podía hacer lo mismo.Un poco.No heriría a nadie haciendolo.

De repente ante ese pensamiento se me presentó la cara de Bailey .

-Espera que dirá ?

-Quien?

-Bailey.Quien más?

Hunter bajó la mirada y rió por lo bajo, supongo ante lo absurda que sonó mi pregunta.La respuesta era más que obvia.

-No dirá nada.Es solo una inocente salida entre hermanos.

Auch.Eso dolió más de lo que esperaba. Pero era la verdad.

No dicen acaso que la verdad debía ser así? Nadie cometía un pecado al serlo. Tal vez la que cometería el pecado sería yo por ser exactamente lo contrario a honesta.

-Claro-dije riendo-Nos vemos mañana.

Me despedí rápidamente de todos y salí corriendo a mi auto antes de que mis lágrimas empezaran a caer.No podía verles las expresiones de confusión ni tenía el coraje suficiente como para explicarle a Mia que su hermana estaba enamorada de alguien que no la amaba y que esa persona en realidad era también su hermano Hunter.

Lo último que quería era volver loca a la pobre niña. Me había prometido a mi misma que la protegería de todas las cosas malas que el mundo tenía mientras estuviese viva.

Para cuando llegué a mi casa, el maquillaje que tan perfectamente había aplicado en mi cara estaba todo distribuido por mi cara, dándome el aspecto de una obra de arte abstracta, una de las cuáles , Jason, el compañero momentario de Jan , estaría orgulloso.

Sabía que lo mejor que podía hacer por el bien de mi salud mental y el de mi cuerpo en ese momento era dormir . Es por eso que me derribé en mi colchón y perdí la consciencia hasta el día siguiente.

El sol me dió de lleno en la cara anunciando un nuevo día , un nuevo despertar. Uno más brillante para mí porque vería a Hunter en ese lugar que tanto signficó para nosotros.

Fue allí donde decidimos fijar una tregua por el bien de Mia para darle un buen ejemplo.

Hasta ahora nos salio bastante bien , por suerte. O eso creíamos.

Decidí que era mejor tomar las cosas con calma y por quien venían, que era de Hunter, además es la primera vez que podía darme un respiro después de que comenzó la temporada alta de bodas.

Me puse mi chaqueta de cuero, un jean oscuro y una camisa blanca. Parecía que iba a una de mis habituales citas.

Pero esta no lo era. Solo sería una amiga charla entre dos personas con un café de por medio.

Subí al auto y manejé por 10 minutos. Podría ir caminando pero con tacones altos dudaba mucho que pudiese ganar esa apuesta de la cerveza a mi hermanastro y sin duda ocuparía cada excusa para verlo más seguido.

Miré el reloj y una sonrisa se dibujó al ver que no había llegado aún. Había ganado.Una vez más.

Entré al lugar y la campanilla de la puerta resonó por el lugar haciendo que todos a mi alrededor se giraron a verme.

-Pero quien está aquí-gritó Maureen con una gran sonrisa.

Maureen había trabajado aquí desde que tengo memoria . Había sido mi confidente en los buenos días y en los malos.

Había sido una especie de segunda mamá para mí.Por supuesto que nunca se lo dije a mi madre verdadera para evitar herirla.

-Hola Mau-le devolví la sonrisa.

-La mesa de siempre?

-Asi es. Para dos.

-Alguien especial?

-Solo Hunter y yo.

-Como en los viejos tiempos.Ya preparo los que tomaban siempre.

-Gracias.

Mientras esperaba que llegara mi hermanastro me puse a revisar mi celular . 5 minutos después pude observar por el rabillo de mi ojo a Hunter correr para llegar donde estaba.




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