La organizadora de bodas

16

Al despertar en los brazos de Hunter me sentí la persona más feliz del mundo, al punto de olvidar lo mal que estaba esto.

Muchas veces me pregunté si esto pasaría o si sería una fantasía que viviría y moriría en mi mente pero luego de lo que había pasado unas horas atrás sentía que tenía algo más para tachar de lista de cosas por hacer.

Lo positivo de todo esto es que fue cien veces mejor de lo que alguna vez imaginé,  es como si todos los hombres con los que había estado hubiesen obtenido una calificación de 2 y Hunter un sobresaliente con estrellitas doradas.

Intenté levantarme de la cama pero algo me inmovilizaba. Su brazo.

-Hunt-dije moviéndolo despacio.

-Mmm-murmuró abriendo uno de sus ojos.

Había olvidado lo extraños que eran.No en el mal sentido, en el sentido de que eran únicos, nunca había conocido a alguien que tuviese ese color.

Lo hacía único. En realidad todo en Hunter lo era.

Ahora podía ver porque Bailey se había enamorado de él.

De repente una sensación horrible invadió mi cuerpo. Por dios..Bailey. En mi afán por acostarme con mi hermanastro y decirle lo que sentía por él, había olvidado un pequeño detalle.

Estaba prometido, tenía una pareja  a la que le había sido infiel…conmigo.

-Hunter despierta-grite sacundiendo su cuerpo.

-Que quieres?

-Tienes que irte.

-Qué?-se sentó en la cama y se acomodó su pelo desordenado.

-Tienes que irte.Esto está por demás mal.No debimos hacer esto. Tu…tu te vas a casar y por Dios yo organizaré tu boda.Le fuiste infiel a tu prometida, conmigo, tu hermanastra-las lágrimas comenzaron a caer.

-Ey ey-limpió las gotas de mi rostro- No digas esas cosas.

-Como quieres que me sienta?Ah?Me siento sucia.Dios soy una zorra.

-No permitiré que digas eso-me tomó por los hombros obligándome a mirarlo.-Yo también fui parte de esto.Yo lo comencé.

-Pero…

-Shhh-me calló-Te amo, deberías haberlo sabido,debería habértelo dicho hace mucho tiempo atrás pero no pude. Nuestra familia y el que dirían me detuvo.Intenté olvídarte con cuanta mujer se cruzó por mi camino , pero me fue imposible. Y ahora estoy en este gran embollo.

-Lo siento.

-No te disculpes.El único crimen que cometiste fue el de robarte mi corazón.

-En serio?-una risa tonta apareció en mi rostro.

-Ves? Te hice reir.

-Lo hiciste-acomodé mi pelo detrás de mi oreja.

-Tenemos que levantarnos, y luego veremos como llevaremos el resto del día, lo prometo-besó mis labios antes de pararse de la cama para juntar su ropa-Te molesta que te prepare el desayuno?

-Claro que no . Haz lo que quieras.

-Ve a darte una ducha , yo me encargaré del resto.

-Gracias.

-Gracias a ti por ayudarme a sacarme un peso de encima y darme la mejor noche de mi vida.

Me metí en la bañera y dejé que el agua caliente se llevara consigo todas las preocupaciones .

Cuando salí del baño el olor de la comida inundó mis fosas nasales .

-Tocino, huevos revueltos y café.

-Tu si que sabes como conquistar a una chica.

-Es uno de mis tantos dones.

-Puedo pensar en algunos otros.

-Cómo cuales?-enarcó una ceja divertido.

-Eres un gran amante.Ahora veo porque tenías a tantas chicas contentas.

-Que puedo decir? Algunas personas nacen con el don.

-Engreído.

-Hermosa-se acercó y beso mis labios.

-Ahora siéntate a comer antes de que se enfríe tu comida.Lo último que quiero es que mi obra de arte se desaproveche y te caiga mal.

-Quieres decir que no me cuidarías si me enfermara?

-Vamos, sabes que haría lo que fuera por ti.

Le sonreí mientras cargaba de comida y lo llevaba a mi boca.

Mi móvil sonó en mis pantalones. La gente pensaría que era una adicta al trabajo porque desde el momento en que abría los ojos llevaba mi celular conmigo para todos lados y estaría en lo cierto.

Nunca se sabía cuando una novia requeriría de  mis servicios. Sobretodo cuando la boda estaba tan cerca y sus níveles de histeria se incrementaban de manera alarmante.

-Hola! Quien es?

-Soy yo,Bailey-dijo una voz cantarina del otro lado.

Diablos.Esto debía de ser una broma de muy mal gusto.

-Hola Bailey, que puedo hacer por ti?-miré horrorizada a Hunter quien parecía estar más asustado que yo.

Era imposible que ella supiera que su novio estaba aquí y tampoco sabía el porque lo estaba . Pero sin dudas el sentimiento de culpa me asaltó una vez más haciéndome sentir la peor persona en el mundo.

-Te tengo buenas noticias.

-Cuentame-intenté sonar feliz por ella pero realmente no sabía de que me estaba hablando.

-Con Hunter decidimos que adelantaríamos la boda para la semana que viene. Se que es demasiado pronto pero ya me conoces , no puedo esperar a pasar el resto de mis días con el hombre que amo.

Dejé de escuchar cuando dijo que la boda seria en una semana.

No podía creer que no me hubiese dicho nada. Ni una palabra. Siguió actuando como si faltaran meses para el gran día y me dio la esperanza de que ni siquiera ocurriría.

-Me alegro por ustedes-le di la espalda a Hunter.No dejaría que supiera que me había roto el corazón. Una vez más.-Los veo mañana.Tenemos que hacer las cosas rápido-corté la llamada.

Él se acercó adonde estaba.Y colocó una mano en mi hombro.

-Zara, yo.

-Vete.

-Escuchame.

-Te dije que te vayas-grité empujándome a la puerta.-Tu y yo no tendremos nada que ver luego de tu boda. Te olvidarás de mi y yo de ti.Esto-nos señalé-Se acabó y yo … yo te odio-titubeé al decir estas palabras pero es lo que sentía.

Fui valiente al declararle mi amor y fui valiente al afirmar que lo odiaba por lo que me había hecho pero no lo fui para verlo salir por la puerta.

 

 




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.