Capítulo 32

5 Años después...

Para este este tiempo habían crecido lo suficiente. 
A la edad de 8 años ya tenían su carácter algo definido.
Abigail como era de pequeña era de grande rebelde y caprichosa, pero había algo con lo que su padre y su madrastra tenían que lidiar a diario en la escuela, y era que los problemas de sus amigos se los tomaba para ella, estudiaba junto al hijo de Ingrid Sergio y su hermana África, no en el mismo salón, pues ellos son un poco más pequeño.

Andaba rodeada de niños, le gustaba andar con ellos, solo tenía dos amigas Naomi y Irina y una gran cantidad de amigos con los que acostumbraba a ir al río.
Cuidaba mucho a su hermana y por Ingrid se tan cercana, para ella era su tía así que Sergio era su primo.

Helena fue citada a la dirección, no era de adivinar, ya sabía que había pasado. 

La directora del instituto miraba con recelos a la niña.

– Señora ya no podemos seguir con esta situación, su hija es la defensora del pueblo, no me extrañaría que fuese una gran abogada. Inquirió la directora

– La verdad lo lamento, hablaré con ella. Dijo Helena apenada ante la molestia de la directora. 

– ¡Esto no puede seguir pasando!. Dijo la directora mirando a la niña de mala manera algo que no le gustó a Helena.

– ¡Pues espero y le diga lo mismo a los padre de ese niño!, Dijo en su defensa Abigail – ¿Porque le pego a mi primo?, Miro a Helena – Le quitó la merienda mamá y lo tiró al piso ¿Que debía hacer?, Se expresaba molesta 

– ¡Pues para eso estan los profesores!. Contesto la directora

– ¡Pues nunca hacen nada!, a él siempre le hacen lo mismo. Respondió al tiempo que movía sus manos

– Ya Abigail, susurro Helena – No se preocupe hablaré con mi esposo y manejaremos está situación 

– Muy bien, por ahora está suspendida

– ¡Que!, Me van a suspender, dijo molesta la niña

– No podemos pasar esto por alto, está vez se fue demasiado lejos, expreso  la directora

Helena se levantó de su asiento y tomo la mano de Abigail

– No se preocupe, que tenga buen día. Salió apresurada – ¡No puedo creerlo! Tu padre se molestará Abigail. ¡Tienes que controlarte un poco! 

Una señora al verla  la llamo.

– ¡Así que tú fuiste quien quién golpeó a mi hijo.
Helena miro al niño y se sorprendió al ver su nariz con sangre

– Lo lamento señora le aseguro que no volverá a pasar, una disculpa por lo sucedido.

– ¡No! ¡No debería!, sabe Dios que es lo que están criando. 

Helena se enfado y se acercó a la señora

– ¡Sabe qué! Ella es una niña que defiende a su familiar de los abusos de su hijo señora al parecer el niño no le dijo que hizo para recibir tal golpe y no la estoy justificando.

– ¡Por favor señora!, mi hijo se comporta como debe ser a diferencia de su hija

– Me alegro que piense así, pues yo pienso que mi hija hizo bien en defender a su primo pequeño de un niño que tal vez ya tengo bellos en su pito. Respondió molesta.
Abigail abrió la boca sorprendida, le agrado ver cómo su madre hablo.

– Ya sé de dónde salió marimacha la niña. 

Helena se acercó más amenazante

– Vuelve a decir algo más y le aseguro que usted quedará peor que su hijo. Advirtió 

Tomo la mano de Abigail y salieron de la escuela...

– ¡Eso estuvo de infarto ma!, ¡Pero que carácter!. Dijo emocionada Abigail

– Tú y yo hablaremos en casa. Dijo caminando a prisa.

Abigail le hizo gesto de regaño a sus amigas, ya imaginaba los gritos de su padre. 

Una de sus amigas Irina se asusto por ella 
– Abigail tendrá graves problemas con su pa

– No lo creo, el la quiere mucho, solo será un regaño, respondió Naomi – ¿Vamos en la tarde a su casa?

– Pos me apunto, muero por saber que paso en la dirección. Apoyó Irina

Uno de sus amigos Alberto, de cariño le dicen Beto llegó dónde estaban las dos niñas 
– ¿Que pasó con Abi?

– No lo sabemos, iremos a su casa esta tarde, ¿Vienes con nosotras?, Dijo Irina

– Pos clarines, ¡Que puñetazo se llevó!. Dijo burlón... 

Del otro lado  Sofía estaba, rodeada de amigas adineradas como ella. Las niñas tenian comportamiento que casi no le agradaban.
Lorena, Galia, Andrea, eran típicas niñas fresas, burlonas, algunas ocasiones un tanto humilladoras, a diferencia de Dulce que es una niña tierna al igual que ella, tenían los mismos gustos entre otras cosas en común.

– Porque no vamos a un parque de diversiones, ¡Vallamos todas a disfrutar!, ¡Hoy es viernes!. Dijo Galia, una niña muy simpática.

– Es buena idea, agrego Lorena – ¡Anda Sofía vallamos! Casi no salimos juntas, ¿Que dices eh? ¡Anda di que sí!. Insistió 

Sofía miro a Dulce

–  ¿Vas a ir?. Le preguntó Sofía

– ¡Anda Dulce, ¡Di que sí!, Insistió Galia

– ¡Está bien!, llamaré a mis padres y nos pondremos de acuerdo 

– Por mi no hay problema. Comento Lorena.

– ¿A las 3 está bien?, Pregunto Galia

Todas asintieron emocionadas con el plan de amigas.

Vieron pasar a otro grupo de niñas, estás si eran de verdad típicas niñas fresas, al pasar a su lado se miraron.
Curiosamente en el mismo instituto estudiaba Ivana, la hija de Ana era una niña muy guapa, ella y su grupo de amigas eran algo presumidas, no  sabía el porqué, pero le caía mal Sofía y su grupo de amigas. 

Ivana las miro y volteo los ojos en blanco.

– No las soporto, cada vez que las veo me da dolor de estómago. Comento entre dientes

– ¡Ahí viene Leonel. Dijo Sonya, amigas de Ivana.

Ivana se emocionó al verlo, le gustaba el hijo de Daniel, él era más grandecito que ella, y ya  estaba en secundaria, él era el típico niño popular igual que el grupito de Ivana, ellas hacían parte de un grupo de porristas. 

Nunca hablaban, ella intentaba acercarse pero siempre alguna persona se interponía, pues Leonel es muy guapo, sus facciones  llamativas atraían a la mayoria de las niñas. ¿Y cómo no serlo? Su padre a pesar de su carácter machista y clasista es atractivo y su madre ni se diga dotada de hermosura. Leonel andaba rodeado de niñas, aunque aveces le fastidiaba tanto empache.