La otra

Capítulo 34

 La mirada de Martin se cruzó con la de María

- ¡es una vieja amiga!. Susurró

- ¿y porque no está aquí como los demás?, Pregunto curiosa

- porque a lo mejor, y  no se sentirá bien, en un tiempo fue muy cercana a mi padrino, respondió mirandola con extrañes...

Ya no había mucho personal, los conocidos se habían retirado...

- Helena vallan adelante, yo las sigo después, le susurro a su esposa..

Cuando vio que estaban lejos se acercó a María

- ¿Cómo está?, La saludo seco

- hola Martin, lamento lo de tu padrino...
El asintio

- Gracias..., ¿Cómo está Sofía?

- está bien, es igual a Abigail, solo la diferencia el color de su cabello..., Martin, hice algo que he querido hacer hace mucho tiempo

- ¿De que se trata?, Pregunto confundido

- espero y no te moleste. Sé que tomaste la decisión de mantenernos al margen de la niña, ¡Por supuesto que lo entiendo!

- hasta el día de hoy, no he necesitado de ustedes para que Abigail esté bien, con ironía dijo su nombre, Doña María

Bajo su rostro avergonzada, sabía que su esposo había actuado mal en el pasado  

- Lo entiendo, no hace falta que me hagas sentir mal Martin. Respondió entristecida

El se sintió mal, suspiro profundo y bajo su altivez

- ¿Que me quería decir?

María sintió un poco de temor a la reacción que él tendría

- Martin, deje en tu rancho un caballo para Abigail, se que le gustará, el animal, está pequeño

Guardo silencio por unos segundos, procesando lo que escuchó, no le gustaba la idea de que Abigail recibiera tales obsequios

- ¡Mire doña María!...

Ella lo interrumpió antes de el negara aceptarlo

- ¡Por favor! Soy su abuela, es lo único que quería hacer, ella lo lleva en su sangre, se que le gusta los animales, no me niegues a esto por favor, dijo suplicante...

Martin dió la espalda y suspiro no sabía que responder, no quería aceptarlo, pero ella tenía razón era su abuela, su hija era su nieta, habían lazos que no se podían romper.

- ¡Está bien!, ¡Solo una cosa!, no se acerque más a nosotros, y menos con esos regalos, dijo demandante

María sonrió 
- no te preocupes por eso, estás en todo tu derecho, hasta luego Martin, y nuevamente, mi sentido pésame...

 

 

Un grito de emoción alegro a la niña

- ¡Mira mamá! Un caballo

Helena lo miro extrañada.

- ¡Que raro! ¿Se habrá escapado?

- ¡yo creo que sí!, ¿Me lo puedo quedar?

- hay que preguntarle a tu padre, a lo mejor y tiene dueño

- voy a buscar agua para darle, ¡Tiene que tener sed el pobre!

Helena sonrió y asintio

- pero primero, date un baño

- entonces lo voy a amarrar para que no se valla

- si, eso está bien

- mamá, ¿yo también puedo darle agua al caballo?,  Dijo África

- ¡Claro que sí hermana!, Las dos le daremos agua y comida

- ¡Bueno niñas! Eso está bien, ¡vamos a bañarse, entren!...

Helena suspiro y miro al cielo

- como lo extraño don Abel, se siente su ausencia, Susurró en voz baja. 
Martin la sorprendió por la espalda y la abrazó. ¡Me asustaste!, Encontramos un caballo aquí, Abigail está loquita de emoción, Martin no respondió, ¿Está todo bien? Pregunto preocupada...

- ¡es un regalo de la abuela!, respondió.
Helena se sorprendio

- ¡Valla, no me lo esperaba!. ¿Que harás?

- no le diré que es un regalo, será un caballo perdido que apareció aquí, respondió...

Helena no quiso entrar en discordia con él, sabía que ocultarle cosas a Abigail no estaba bien. Aún así tenía que respetar las decisiones de Martin respecto a ese tema, era su padre, estaba herido con todo lo ocurrido y esa parte también bera entendible...

- entremos a casa, las niñas se están bañando...

- ¡Cómo lo extraño!, Me hará tanta falta, se refirió a su padrino

- todos lo extrañaremos... ¿Que te dijo cuando estuvieron a solas?...

- ¡Algo muy raro!...

Helena frunció el ceño

- ¿Es algo malo?

- pues..., No para mí..., ¡Descuida amor, después hablaremos de eso!, no dejemos solas a las niñas....

 


Ana miraba con emoción a su hija

- ¡te vez preciosa!, ¿Estás lista para salir?

Ivana asintio

- un poco nerviosa mamá, ¿Papá está aquí?

- ¡en primera fila mi amor!


Claudia la amiga de Ana entro emocionada

- bueno Ivana, es tu turno, te está esperando la modelo para salir a la pasarela...

El lugar estaba lleno, había fotógrafos y algunos medios de comunicación, Ana salió y se ubicó en el fondo para ver a la famosa modelo Indira Campo luciendo un vestido casi parecido al que lucía su hija, eran los diseños de madre e hija, hechos para ocasiones especiales como fiesta de cumpleaños...

La modelo y la niña salieron a la pasarela haciendo muy bien su trabajo..., Los aplausos fueron indicios de que eran perfectas..., Eliécer sonreía al ver a su pequeña en esa nueva faceta, se sentía orgulloso...

- Está grande y hermosa como su madre..., Ana se congelo al escuchar esa voz...,Nunca me he perdido de nada, siempre he estado ahí, en la distancia y en la oscuridad... 
Cuando Ana se giró para enfrentarlo, Adolfo ya se había ido..., Su corazón latia tanto que sentía que se desplomaria en cualquier instante...

- ¡Todo salió bien!, Anda es tu turno Ana, dijo Claudia satisfecha por el trabajo, la miró extrañada al notar que Ana no reaccionaba, ¿Estás bien? ¿Te pasa algo?..., ¿Ana?

- ¿Que?, Respondió

- tienes que salir a la pasarela con las modelos, ¿Que pasa? ¿Está todo bien?

- sí, sí, no pasa nada, ya, ya subo enseguida...

 

- Felicidades, a las dos ¡gran trabajo!, Las elogió Eliécer al terminar el evento...

- ¡tuvimos un gran lanzamiento!, dijo Claudia, ¡por cierto!, ¡me preguntaron por Ivana!, la quieren para un catálogo de ropa infantil

Ivana se alegro

- ¿De verdad? ¡No lo puedo creer!, Estaba que no se cambiaba por nadien




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