La otra

Capitulo 36

Adolfo tomó del brazo a Daniel y se lo llevó a un lugar apartado. 

 - ¡Mira ver qué es lo vas hacer  con tú mujer! 

  - ¿Que te pasa?, ¡Cómo que! ¿Que voy hacer con ella?. 

 Adolfo se acercó intimidante

 - tu mujer es las que le mete cosas a Isabel en la cabeza ¡Eso es lo que pasa! 

Daniel miró a su mujer molesto 

 - no te preocupes, yo término con ésto.

Su esposa se encontró con su mirada acusadora, frunció el ceño preocupada.

 - ¡Increíble!, No ha llegado Eliécer, ¿Será que le pasó algo?, Es extraño, él no es así, Comentó Isabel.

 

Los interesados miraron la hora y se miraban entre sí, Adolfo notó la preocupación por la demora de Eliécer y se acercó a su esposa 

 - ¿Isabel? o aprendes a retener y a salir de estos inconvenientes sola o perderás grandes negocios, sólo es que leas los acuerdos y firmes sí estás de acuerdo, ¿Entiendes?, Habló firme.

 - Adolfo, Eliécer no se a presentado, se necesita de él para llevar a cabo está reunión, respondió tajante 

Adolfo frunció el ceño y la tomo fuerte del brazo 

 - demuestra la capacidad que tienes para enfrentar el imperio que está cosechando tu padre o ¿Siempre dependeras de alguien para tomar decisiones?, Fue cruel y calculador sabía perfectamente lo que quería, con sus palabras, hizo que Isabel viera las cosas desde otro punto de vista, ella asíntio aceptando su consejo mal intencionado.

 - está bien, habla con ellos y hazlos pasar a sala de ejecutivos. 

El sonrió lascivo 

 - así me gusta, que aprendas a tener control también de lo que te pertenece. Conocía como entrar psicológicamente a su mente, sabía que palabras usar...

Adolfo se acercó a los interesados  

 - ¿señores?, La señora  llevará a cargo la reunión ya que él señor Eliécer por algún motivo personal no a podido presentarse. Los hombres se miraron y estuvieron de acuerdo con que fuera así... 

 

 

Ingrid miraba con extrañes a Helena, tomaban café como era su costumbre cuando se visitaban mutuamente, en este caso Ingrid visitaba a su amiga.

 - te eh notado muy extraña últimamente, ¿Está todo bien? 

Helena sonrió sin ganas 

 - no te preocupes, estoy bien, sólo es migraña ¡Eso creo! Nada sin importancia 

 - ¿Segura? ¿Porque no parece?, Te vez pálida y ojerosa, pareces una muerta viviente, fue sarcástica, Helena río

 - ¡Caramba! Pero que amiga la que me gasto 

 - no lo digo para molestarte, de verdad me preocupa, vez a un médico, lo necesitas, se levantó del asiento, me llamas si quieres que te acompañe, maquíllate un poco, le sugirió. 

Helena le dió un beso en la mejilla y la despidió, pensó en la palabras de su amiga, últimamente no se sentía bien, cada día más cansada y agotada, no podría enfermarse ya en pocos días África cumpliría años... 

 

Ana al escuchar su celular sonar brincó del sofá. 

 - aló, hola sí, se apresuró en contestar..., Se desvaneció, cayó al piso..., gritó sacando el dolor que sentía, Ivana al escuchar ese grito desolador salió corriendo de su habitación...

 - ¿Mamá? ¿Que pasa?, Mamá... La abrazó fuerte

Ana no tenía fuerza para decir que había pasado, lloraba y gritaba al tiempo dejando a su hija confundida, sólo se aferró a esos pequeños brazos que en ese momento eran lo único que tenía... 

 

 

 Isabel estaba felíz con el nuevo contrato, se sentía orgullosa por lograr llegar a un acuerdo que satisfacía a los interesados, Adolfo sonreía malicioso sabía que su mujer había logrado una buena alianza. Se despidieron de los negociantes y celebraron los cuatro, Adolfo se acercó a ella y besó su mejilla  

 - ¡Muy bien hecho! Sabía que lo lograrias, susurró en su oído, te mereces una noche de pasión, hay mucho que celebrar esta noche, dijo en tono jadeante.

Isabel arqueo una ceja 

 - ni lo intentes Adolfo, contesto grotesca.

Mordió su labio inferior, regalandole una mirada penetrante 

 - sabes que sí lo haré 

 - ¿entonces es de esa manera que siempre me comerás? Contestó tajante 

 - ¡Uy! Que vocabulario, es tan excitante, hiciste que mi amigo despertara, respondió 

Isabel volteó los ojos 

 - idiota.

El la tomo de la mano 

 - larguemosno, será una noche larga. 

Ella miró a Daniel y a su esposa 

 - pero y...

 - ellos vinieron sin nosotros, dijo interrumpiendola...

Daniel sonrió..., Cuando los vió irse en su auto tomo a su mujer de los brazos y la sacudió fuerte 

 - ¿Porque mierda cizañas a Isabel? 

Ella se sorprendió 

 - ¿De que hablas? 

 - no te hagas la estúpida, mantente al margen de la relación de ellos, evita que me salga de mis casillas, ¿Entiendes?, Gritó, ella tambaleó asustada por su reacción, se zafó de su agarre y camino para salir de la empresa, deseaba llegar al auto para irse, habiendo personas alrededor el no le pondría un dedo encima, el la siguió y subió en el puesto conductor tomándola del cuello. 

 - hija de perra, me las pagarás, ella quitó la mano de su cuello 

 - basta Daniel, ¿Hasta cuándo seguirás así conmigo?, ¿Ese es el ejemplo que le quieres dar a tus hijos?, No contó con el la bofeteara, le partió el labio inferior, ella se sorprendió, bajo del auto corriendo y se interpuso en la vía haciendo que otro vehículo frenará derrepente, golpeó la ventana y trataba de abrir la puerta pidiendo ayuda 

 - por favor, abra la puerta, volteó y vio que su esposo se acercaba, el desconocido le abrió. Aceleré por favor, le pidió, su estado era de una mujer que le temía a alguien, ella temblaba y lloraba al tiempo le agradecía. 

Daniel miraba con irá el auto que se llevó a su esposa 

 - esta me las pagarás en la casa, susurro impotente. 

 

 - ¿Te encuentras bien?, Le pregunto el hombre mirando con extrañes su labio, ella asíntio sin dejar de llorar ya sabía lo que pasaría al llegar a casa...




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