La otra

Capitulo 37

Leonel estaba de pie viendo a su madre dormir, no había dormido en toda la noche temió de que su a padre se le diera por entrar a la habitación.

Miro la hora en el reloj de la pared, ya era de mañana, bajo a la cocina para hacer unos sandwiches para su hermano y para él.

– ¿Que haces Leonel?. Pregunto Erick

– El desayuno, irás al colegio

– Pero...

– Pero nada. Lo interrumpió – Y no le digas una palabra de esto a nadien ¿Entiendes?. Su hermano bajo la mirada y asintió – Anda ve vestirte se te hará tarde.

– ¿Y quién me llevará?. Pregunto dudoso

– Todo está igual Erick, como siempre será nuestro padre el que te lleve al colegio.

Daniel frunció el ceño al ver a Leonel

– ¿No irás a clases?

– No, no, dejaré a mi madre sola y menos contigo.

Iba a responderle cuando tocaron el timbre y este dió pasos a la puerta, sus ojos recorrieron el cuerpo de la joven

– ¿Busca a alguien?. Preguntó mirando las calles.

– Buenos días señor, ¿Necesita muchacha de servicio?

– No. Respondió tajante

– No se preocupe por mi sueldo, la verdad es que no tengo donde vivir, estaría agradecida si consigo dónde pasar la noche y en ganarme un poco de comida. Se apresuró en decir.

Daniel la miró de arriba abajo, la joven aparentaba unos 23 años tenía un hermoso rostro y un moldeado cuerpo, él sonrió a medias, su hijo Leonel lo miraba molesto.

– Tendría que preguntarle a la señora de la casa, tampoco creo que este de acuerdo por mucho que quieras regalar tu trabajo

– Disculpe señor no es regalar mi trabajo. Recalcó – Es que no tengo a dónde ir, solo le dije que no me importaría el pago después que tenga dónde pasar las noches

– No creo que mamá se oponga. Interrumpió Leonel – Necesita ayuda en esta casa, es muy grande para ella, aparte hoy no creo que encuentres que comer. Dijo mirándolo con molestia.

Su papá lo miro con ira por haber sido imprudente, pero a Leonel no le importo y lo miró desafiante.

– ¿Si querés le puedo preguntar?. Le preguntaré a mamá, haber que opina de tener a una joven que la ayude?. Tu ganas lo suficiente para pagarle un buen sueldo, después de lo anoche tampoco creo que tenga ganas de pasar una escoba. ¿O sí?.

Le parecía increíble como su propio hijo le había hablado, lo miraba subir las escaleras.

– No te quedes afuera, sigue. Hizo pasar a la joven y la invitó a tomar asiento…

Leonel entró a la habitación, llamo a su madre.

– ¿Mamá? ¿Estás despierta?. Pregunto Leonel mirando con dolor su rostro, los golpes y la hinchazón.

– ¿Por qué no estan listos para ir al colegio?. Preguntó

– No iré hoy, no te dejaré sola, llegó una joven buscando trabajo, dice que no le importa cuánto le paguen, que le es suficiente con tener un techo y comida.

Ella negó

– No creo que tú papá...

Él la interrumpió

– ¿Mamá?. La reprendió – Solo di que sí y yo me encargo de que tengas quien te ayude aquí, por favor, suplicó – Acaso piensas en cuidar de su economía como si él tuviera complacencia con nosotros. Dijo molesto, tomo la mano de su madre y la apretó – Acepta tener a alguien que te ayude.

Segundos después de pensar de que eso le traerá problemas, pero la insistencia y el aferró de su hijo la hizo aceptar.

– Está bien, pero…

– Pero nada, yo te voy a cuidar mamá. Beso su frente y la dejo sola…

Su hermano Erick estaba sentando mirando a la hermosa chica mientras su padre guardaba silencio, sus hijos no le permitían la entrada a la habitación de ellos por lo sucedido la noche anterior, Daniel enmarcó sus ojos al ver a su hijo mayor bajar…

– Mamá dijo que sí, así que se quedará con el empleo, ella no se siente bien y no podrá darte las instrucciones pero yo te las daré porque me quedaré hoy en casa.

Daniel miraba molesto a su hijo pero no decía una palabra, había una extraña en casa que ahora hará parte de la familia.

Leonel prosiguió diciendo

– Por ahora te encargaras de limpiar abajo, no subirás al segundo hasta que ella diga, tú pago, miro a su padre – Lo hablaras con mi, papá, mi hermano sale a la 01:00, no molestamos por las comidas puedes hacer lo que quieras.

A la joven le agrada escuchar todo lo que el niño le decía, estaba sorprendida por su modo de expresarse, aunque le pareció extraño que fuera el niño quien tuviera el mando en ese momento, miro de reojo al padre del niño y noto que este no estaba nada convencido con tener a alguien en su casa, aún así no le importaba porque ya había logrado lo que quería, entrar a la casa, favor que su hermano le pidió casi como un caso de vida o muerte y así fue.

Si hubiera sido por la intervención de su hijo, Daniel hubiera matado a su esposa, acto que hizo que Leonel cambiará de aptitud de un día a otro.

– Muchas muchas gracias de verdad no saben cómo les agradezco, es. No sé imaginan. No sabía que decir. La chica fingió estar muy sorprendida y agradecida,

– Nosotros nos iremos. Dijo Daniel – Erick espérame en el auto, acompáñame a la oficina, le dijo a la chica…

Leonel sonrió y acompañó a su hermano…

– ¡Erick!. Gritó Sofía, caminando a ellos – Hola chicos.

– Hola. Saludaron en unísono.

Leonel se dedicó a ver lo hermosa que se veía sin su uniforme, y no era el único, a Erick le encantaba y la elogió.

– Te vez hermosa Sofía. Dijo haciéndola sonrojar.

Sofía miró a Leonel pero este esquivó la mirada

– Gracias, hoy me voy a la hacienda, a un pueblo donde vivían mis padres, estoy emocionada. Se le podía notar la alegría por conocerla.

– Me alegra que vallas a conocer otros lugares, respondió Erick.

Leonel no decía nada nada, guardo silencio

– ¿Leonel?. Lo llamó su padre – Ven por favor.

Él asintió, se imaginó para que lo llamaba, Sofía lo miro y le sonrió

– Que te valla bien en tu viaje Sofía. Le dijo antes de irse…

Ella perdió su mirada en el al verlo alejarse.




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