La otra

Capitulo 41

El padre de Adolfo se acercó a él 

 - no tuviste nada que ver con esto ¿Verdad? 

 - ¿Cómo creés papá?, Más bien dime ¿En qué ha quedado tu problema con el ranchero y las tierras? 

 - no tiene pruebas, no hay un papel que conste que le pertenecían a su madre 

 - y es mejor que no aparezca, porque no me imagino que pasará 

 - no tendré problemas con éso, se que tú ahora serás dueño de una parte de lo que le corresponde a tu esposa 

 - por favor, no es momento de hablar de esas cosas, no ven que estamos en un entierro, objeto la madre de Adolfo un tanto molesta... 

María lloraba sin consuelo la muerte de su esposo al igual que su hija y su nieta... 

 

 - vallamos a casa por favor, pidió Adolfo a las tres mujeres 

  - esta bien, respondió Isabel, ¿Mamá? Vamos a casa, le  pidió a su madre, María tomo el brazo de su hija y caminaron hasta la camioneta donde esperaba el capataz para llevarlos de vuelta a la hacienda... 

 

Día después 

Helena se sentía inquieta, había algo en su pecho que no la dejada estar tranquila, notar que su esposo comía poco, Martin pensaba mucho en la necesidad de ver a su hija, y que sólo se le permitía verla de lejos porque él hombre que la está criando como su hija así lo permitia. Isabel por más que quisiera que Martin tuviera un contacto cercano con Sofía, no había tenido la oportunidad de que así fuera, pero no se iría de la hacienda hasta que así fuera, había acordado con Julián hacer en encuentro.

Helena miraba a Abigail con cierta incertidumbre, sabía que Isabel quería verla pero no se pudo concretar esa visita porque su padre había muerto.

 - ¿Abigail?, La llamo con cierto interés 

 - si mamá, ¿Pasa algo?, Pregunto al ver su rostro lleno de intriga, como misteriosa.

 - ¿Recuerdas una pareja que viste en el río? 

La pequeña frunció el ceño, se extraño 

 - yo no recuerdo haber dicho eso, respondió 

 - tu padrino nos lo hizo saber 

 Abigail se levantó de su asiento, extrañada indagó 

 - tampoco le eh comentado eso a mi padrino, ¿Cómo lo supo? 

Helena trago en seco no sabía cómo explicarle, o más bien como lo tomaría, tardo en responder unos segundos..., Que por supuesto fueron largos para la niña 

 - toma asiento, le señaló, quiero que sepas, que yo sé, que eres una niña muy inteligente 

 - esto no me gusta, dijo Sentandose a su lado 

 - no es que guste, es que tú corazón se sienta bien, se sienta tranquilo y felíz

 - mamá, no entiendo, siento que quieres decir algo pero estás dudando, dime ¿Que está pasando? ¿Es algo malo? 

 - Abigail, dijo en un tono serio, la mujer que viste en el río es tu madre, está aquí, vino a pasar unos días para poder verte, compartir contigo. 

La niña se quedó sin palabras, sentía que quedaba sin aire pero ahí estaba Helena para darle apoyo 

 - yo, yo, no sé que decir, respondió la niña

- en este momento te estoy diciendo, desobedeciendo la orden de tu padre, que tú verdadera mamá está aquí, ¿No sientes ese interés de verla?, Pregunto emocionada 

 - no, respondió tajante, guardo silencio unos minutos... Si mi padre está triste por su visita o lo que sea que vino hacer, no quiero ver a esa mujer, hablo cortante dejando a Helena fría y sin reaccionar ante su respuesta. 

Helena negó, no pensaba igual, para ella estaba mal que la niña tuviera esa reacción ante su madre biológica 

 - no Abigail, no puedes tener ese comportamiento con ella 

 - si si puedo, esa mujer no puede irse y venir a vernos como si no hubiera pasado nada, respondió molesta

 - es que no sabes en realidadad cómo pasaron las cosas, inquirió Helena asombrada con su aptitud 

 - ¿Que voy a saber?, Que dejó a mi padre porque era pobre y no tenía nada para darle y por eso se casó con el hijo de los dueños de la hacienda el cascabel 

 Helena no podía creer lo que oía 

 - ¿Quien te dijo eso?, Pregunto con el ceño fruncido

 - siempre se ha dicho eso en el pueblo, respondió arqueando una ceja

 - princesa, así no fueron las cosas, dijo Helena acariciando su cabello 

 - se que papá no sabe que me estás diciendo esto, pero si a él le lastima saber de ella, yo tengo que serle leal a mi papá 

 - ¿Leal?, Dijo en un susurro, Helena estaba en estado de shock, no podía creer todo lo que sus oídos escuchaban, ni siquiera tenía que  la oportunidad de hacerle entender las cosas  

 - sí, clase de ética y valores, la maestra Nancy, respondió 

 - ¡Es muy buena!, Indagó Helena 

 - me gusta su clase, ¡ya está viejita!

Helena ladio su boca a un lado y sonrió 

 - ¡Con razón!..., Está bien, no te voy a presionar ni nada de eso, solo quiero que tengas en cuenta que ella te quiere mucho, ¡no me digas nada!, se apresuró en decir al ver que ella intentó decir algo. Es tú mamá, la que te trajo a este mundo, así que no hablemos más del tema, busca a tu hermana y laven sus manos y vamos a cenar. Ordenó al final de la plática

Abigail achino sus ojos, se levantó del asiento y salió a buscar a su hermana. Helena no esperaba esa reacción por su parte, pero por lo menos le sembró la duda. 

 - Ética y Valores, susurró, ¡una viejita le da clases de ética y valores!, repitió deslocada... 




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