La otra

Capitulo 68

Irina, Naomi y Beto, reían divertido de algún tema entre ellos... 

Irina frunció el ceño al ver a alguien que se le parecía a su amiga. 

 - ¡Pero acaso!, creo que veo mal, ¿Esa es Abigail? 

Beto y Naomi miraron 

 - Le está dando una paliza a esa pobre chica, dijo Beto 

Naomi río divertida 

 - ¡Esa es la citadina!, la chica que vino de la ciudad, de la que te estuve hablando Beto 

  - Vallamos a ver qué pasa, dijo Irina corriendo... 

 

 - ¿Que estás haciendo Abi? ¡Suelta a la chica!, Dijo Beto 

Naomi le dió un puño en el brazo 

 - ¡Shhh!, No interfieras, susurro divertida

 - ¡Pero que es lo que estás diciendo muchacha!, Repicó María 

 - Abigail, ¡Ya déjala en paz!, Dijo Mateo 

 - ¡Pero encima!, ¿La estás defendiendo?, Reprochó Naomi 

 - No, no es así, hay una confusión, ¡Y tú lo empezaste Naomi!, Respondió Mateo 

  - ¡Yooo!, Pero como te gusta calumniar, Abigail y yo vimos lo mismo 

Alina trato de zafarse pero Abigail la tenía bien sujetada del cabello 

 - ¡Ya suéltame!, ¡Estás loca! Ya párale, Mateo ¡Has algo! 

Beto se acercó a Abigail y ayudó a la chica a zafarse de la furia de su amiga, por hacer ese acto  Alina y él tuvieron un cruce de miradas que alertaron a las tres chicas. 

 - ¡Ni lo sueñes!, Gritaron en coro las tres amigas

Irina lo tomo del brazo y lo alejó de la chica 

 - Ni se te ocurra poner tus ojos en la citadina, advirtió  

 - ¡Yo no puedo creer esto de ustedes!, Dijo María 

 - ¡Valla acostumbrandose abuela!, por cierto Abigail ¿Que haces tú con la dueña de la esmeralda, inquirio Naomi 

 - Es una historia larga, no tengo tiempo para hablarlo ahora, me tengo que ir, miró a Mateo, tú y yo no hemos terminado 

 - Yo tengo que ir con ustedes, se apresuró en responder Mateo 

 Abigail miró a la chica 

 - Ni se te ocurra poner los ojos en nuestro Beto, ¡No te la vas acabar eh!, Advirtió. 

 - No les prestes atención, ¡Tan chifladas todas!, Susurró Beto en su oído 

Alina recogió su cabello y sonrió 

 - Gracias por ayudarme, dijo mirando sus ojos 

Irina y Naomi se miraron 

 - Me huele que vamos a perder a nuestro Beto, dijo Irina 

 - Pero les quedaré yo, respondió Sebastián sonriendo 

 - ¡No más quisieras!, Dijo su novia Naomi dándole un puño en el hombro riendo divertida 

 Beto se acercó con la chica 

 - Acompañaré a Alina a su casa, les informo 

 Irina acechó a la joven 

 - Más te vale tener cuidado con el Beto eh, de lo contrario no te quedarán más ganas de volver a este pueblo, mientras ella amenazaba Naomi le daba masajes a su hombros 

  - ¡Chale!, ¡Me espantan a a todas wey!, Se quejó Beto 

 - ¡Más te vale que no nos cambies eh Alberto!, Se quejó Irina 

 - Haber cálmense, yo no les voy a quitar nada ¿De que están hablando?, Se quejó Alina 

 - No les prestes atención, vamos 

 - ¡Es nuestro amigo eh! ¡Nuestro hermano!, Gritó Naomi 

 - ¡Pero que onda Naomi!, Se quejó Sebastián 

 - ¿Que les pasa a tus amigas?, Pregunto Alina mientras caminaban 

 - Están celosas, andamos juntos desde chamacos, no tengo hermanas, solo a ellas 

La chica sonrió 

 - Entiendo, yo también lo estaría si tuviera un amigo como tú, se miraron nuevamente a los ojos, Alina esquivo la mirada segundos después... 

 

Naomi le dió un manotazo a Sebastián en la cabeza 

 - ¿Que le estás viendo?, ¿El culazo?, ¿Pos es que yo no tengo o qué? 

 - No, ¡Cómo creés!, ¡Pos si tienes!, ¡Y harto wey!, Respondió Irina, ¡Ay Sebastián!, No busques lo que no se te a perdido... 

Ambas entrelazaron sus brazos en los de él 

 - Las invito a comer helado, dijo él, que tarde tan fogosa la de hoy... 

 

 

 

Isabel miraba con odio a Adolfo, aún seguía atada,  lloraba desgarrador...

Adolfo estaba sentado dando la espalda, no quería verla así, saco el móvil del bolso de ella y lo encendió...

Escucho el primer audio, el de su madre, cerró los ojos, sabía que había grandes problemas, cuando su madre cogía esas rabietas no había poder humano que controlara a esa mujer..., Segundo después frunció el ceño, se puso de pie al empezar a escuchar lo que Leonel decía, se giro mirando a Isabel. 

Ella lo miro, por la mirada de él supo que había pasado algo, trataba de preguntarle pero no era clara por el pañuelo en su boca... 

El dió pasos a ella 

 - Tenemos problemas, Isabel abrió los ojos, ¡Escúchame bien Isabel!, Después de solucionar esto, podrás hacer lo que quieras conmigo, dijo mientras desataba sus pies y sus manos - Sofía y tú madre se fueron al pueblo y Erick las está siguiendo. 

Su rostro era de horror, Adolfo quitó el pañuelo de su boca y la ayudó a ponerse de pie, ella lo golpeó varias veces y le gritaba con toda la ira que sentía  

 - ¿Porque me haces esto? ¿Porque Adolfo? ¿Porque?, Lloraba desconsolada, él la tomo entre sus brazos y la abrazo fuerte - Hubiera preferido no saberlo, tan solo no lo hubieras hecho 

 - ¿Porqué?, Pregunto cerca a su oído 

Isabel negó 

 - Me había enamorado de tí 

Adolfo cerró los ojos y apretó más su cuerpo, apesar de ser un mounstro, frío y demandante él la amaba 

 - No digas más Isabel, súplico, lo confesé por mis hijas 

Ella apretó fuerte su espalda 

 - ¿Tus hijas?, Susurró 

 - Y por tí, acuno su rostro y limpio sus mejillas. Has lo que quieras conmigo, pero primero debo ir por mi hija 

 - Irás a la cárcel, ¿Lo sabes Verdad?, Dijo entre lágrimas 

 - No me importa, hay que irnos Isabel, la tomo de la mano y caminaban rápidamente... 

 

 - ¿Cómo les fue?, ¿Les gustó?, Gritó un hombre que trabajaba como guía turístico al verlos 

 - ¡Es muy bonito!, Gritó Isabel 

Adolfo abrió la capota del vehículo, saco un bolso negro, se desnudo en frente de Isabel 




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