Isabel miraba con molestia a Adolfo
- ¡Conduce con más cuidado, vas muy rápido Adolfo!
- ¡Isabel por Dios!, no es momento de hablar, solo déjame conducir, reprochó.
Ella tenía temor de que ese auto se volcara, Adolfo conducía a muy alta velocidad...
Lo mismo hacia Daniel, conducía a toda velocidad, trataba de llamar a Verónica pero la llamada no se daba, la línea no se conectaba...
África se encontraba con la gemelas en la habitación donde reposaba con otros pacientes, ella le reprochaba a su hermana Abigail por la mentira
- ¡No puedo creer lo que hiciste!, ¿Porque me mentiste?, Gritó molesta, miraba a las dos hermanas, no sabía cuál de ellas era la que estuvo siempre a su lado.
Abigail reconoció esa parte de confusión por parte de su medio hermana.
- Soy yo, dijo haciendo gestos en sus rostro
- ¡En hora buena me lo dices, Levantó sus manos en modo de exclamación, Porque no las diferencio!, ese pelo así, ya me decía algo, ¿De verdad wey? ¿Neta?, ¡Te pasas caray!
Abigail miró a los otros pacientes, estaban escuchando la discusión entre las hermanas, por el alboroto de África supieron la historia, se acercó a ella
- ¡Haber ya basta, suficiente!, le dijo en voz baja - Si fue un error pero tengo mis razones, ya levántate de esa camilla, papá se va a la Ciudad de México.
África frunció el ceño
- ¿Tan pronto?
- Eso parece, respondió Sofía
- ¡Tú ni me hables!, Bufó África señalandola con el dedo
Abigail blanqueo los ojos y la ayudó a bajar de la camilla
- Será difícil que nos perdone, le dijo a Sofía en el oído, es no más para que sepas, es irritante
Sofía sonrió.
Erick las vió salir de la sala de emergencias dónde reposaban los otros pacientes y dirigirse a otro lado donde estaban su papá...
- Hay va mi Sofía, y lleva en su vientre un fruto de los míos, dijo en voz baja.
Esperaba el momento de verla sola pero la suerte no estaba de su lado en ese momento...
Ana tenía su rostro algo tenso, María le hablaba con su mirada para que se calmara. Estaban reunidos en la habitación donde estaba Martin
- Pues bueno, veo que el paciente tiene muchas personas que se preocupan por él, eso es bueno así sentirá apoyo de parte de cada uno de ustedes. Expreso una psicóloga del hospital entrando a la habitación
Él no se había visto con Ana...
- Eso es lo que se quiere, expresó Ingrid. Que el compadre vuelva a ser el mismo de antes
- Gracias por tus palabras Ingrid
- Y no te preocupes por tus hijas, ellas estarán en buenas manos, apoyo esas palabras mirando a su amiga.
Martin levanto un poco su cabeza para ver a quien miró su amiga..., Frunció el ceño al ver a esa mujer ahí.
- ¿Ana?..., Hubo un silencio confuso. ¿Que hace ella aquí?, Pregunto mirando a su hija Abigail.
Ella hizo gesto de no sé en su rostro
- Yo opino que deberían de hablar esto de una buena vez, comento María
Ana abrió los ojos negando
Martin se incorporó en la camilla
- Yo no creo que tenga nada que hablar con la señora
Hernesto tomo la mano de Ana y la apretó en forma de apoyo
- Sal de esto ahora Ana, le susurro en su oído
- No puedo, no creo que se a conveniente, respondió ella
- ¿Está pasando algo?, Pregunto Martin mirando a sus tres hijas, ellas negaron, no sabían que estaba pasando
La psicóloga sabía toda la situación por medio de su colega y de Hernesto, miró a Ana y sonrió.
- Yo opino que sería algo fuerte, Pero. Miró a Martin por unos segundos - Veo fortaleza y ganas de hacer cambios en su vida señor Montes, no será tan malo, pienso que sería todo lo contrario, grandes cambios se vienen para usted ¿No lo creen?, Se dirigió a todos haciendole esa pregunta.
- Los que somos ajenos a esto salgamos de la habitación, agrego Ingrid - y sí estoy muy de acuerdo con usted doctora
Ana apretó la mano de Hernesto, el sonrió y asintio en modo de apoyo "Tu puedes", murmuró, María y Ingrid salieron dejando a Martin, a sus hijas, Ana y la psicóloga.
Martin no entendía al igual que sus hijas, había tensión y extrañes entre ellos, ¿Que hacía la gran diseñadora ahí con ellos? Ella solo era la jefa dueña de varias cadenas de prendas de vestir ¿De cuando aca tanto interés?, Se preguntaba a su mismo...
- La situación es difícil de creer, sabemos que usted señor Martin tiene un problema de alcoholismo el cual será muy bien tratado con los mejores especialistas
- No entendemos doctora lo que quiere decir, podría ser más clara, sugirió Abigail mirando a Ana
La psicóloga miró a Ana, estrecho la mano y Ana le tendió la carpeta que tenía en su mano izquierda. Después de recibirla se la paso a Abigail
- La señora aqui presente llevaba años buscando a su padre, a medida de que el tiempo pasó se encontró con que el señor tuvo un hijo, y una cosa fue llevando a otra
La expresión del rostro de Abigail alertó a sus hermanas y a su padre, ella miró impresionada a Ana, no podía creer lo que estaba en esa carpeta
- ¿Hija?, ¿Que es eso?, ¡No te quedes callada Abigail!
Sofía y África se miraron
- ¡Pero que!, Susurro África mirando a Sofía
- No sé, respondió Sofía
Abigail miró a su padre, le tendio la carpeta y este la recibió
- ¿Que está pasando?, Pregunto África
- ¡Ya hablen por Dios!, Estoy como desesperada, inquirio Sofía
Martin abrió los ojos sorprendido, no podía creerlo y se negaba aceptar lo que estaba en esos papeles
- No, esto no es verdad, es mentira, ¿O sí?, Es un sueño, ¿Doctora?
Abigail volteo los ojos y le dió un manotazo en el hombro
- ¡Cuál dormido!, ¡Estas bien despierto igual que todos aquí! ¡No te pases pa!, Miró a Ana, ¿Es verdad lo que dice en ese papel?, Le pregunto
Editado: 05.11.2024