Levante mi rostro hacia el cielo y deje que las gotas de lluvia se mezclaran con mis lágrimas, sentía un gran peso en mi corazón, mi matrimonio se estaba desmoronando y no sabía que hacer para restaurarlo ya que mi esposo no aceptaba que estábamos mal y por lo mismo no aceptaba ir a terapias de pareja.
Caminaba sumergida en mis pensamientos cuando choque con alguien
—P...perdón —susurre
— Señorita ¿se siente bien?
Levante mi rostro y una sonrisa se dibujó en mi rostro
—¡Thomas!
—Carol —susurro
Me acababa de tropezar con el que fue mi vecino y amigo en la adolescencia el cual deje de ver cuando se mudaron.
—No lo puedo creer, tenemos años de no vernos, pero vamos a la cafetería que está cerca, te resfriaras estas empapada —tomándome del brazo
—Está bien —susurre
Prácticamente corrimos a la cafetería una vez estuvimos adentro nos sentamos en la mesa más alejada y pedimos café.
—¿Cómo estas Carol?
Observe detenidamente a Thomas realmente seguía siendo guapísimo, su cabello negro un poco mojado, sus ojos azules tan picaros y esos labios que invitaban a muchos besos.
—¿Carol?— dijo tomando mi mano
—Lo siento Thomas, hoy ando un poco distraída —aparté mi mano — Estoy bien —hice una mueca de sonrisa.
Thomas me observó detenidamente
—Nunca miras a los ojos a las personas cuando les mientes
Levante mi rostro y vi su sonrisa de burla
—Me casé Thomas, apenas llevo un año de casada se podría decir que aún sigo de luna de miel, pero no es así, mi matrimonio está siendo un total fracaso.
—Carol lo lamento — calló cuando la mesera llevo nuestros café
Di un sorbo y sentí mi cuerpo calentarse un poco
—¿Han hablado acerca de lo que está pasando?
Carol bufo
—Rubén, así se llama mi esposo, no acepta que estamos mal para él estoy siendo muy dramática, pero no estamos bien —pase mi mano por mi cabello mojado.
—No sé qué decir Carol, realmente yo nunca me he casado y mis relaciones no son duraderas.
Carol soltó una carcajada que realmente la hizo sentir tan bien
—Thomas sigues siendo tan mujeriego como cuando éramos adolescentes
Él la observo y no evito sonreír
—No tengo la culpa de haber sido bendecido por los dioses con tanta belleza.
Puse mis ojos en blanco
—Como siempre tu ego es más grande que tú - mire mi reloj —Lo siento Thomas debo irme.
—Espera —saco su celular de su bolsillo y me lo tendió— Escribe tu numero Carol, no perdamos contacto de nuevo fuiste mi mejor amiga aunque un poco malévola — esperando que cogiera el móvil.
Lo mire mal tomando su móvil.
—Hablamos Carol —levantándose
— Me alegro verte Thomas — le sonreí y salí de la cafetería
Subí a un taxi me sentía un poco feliz al haber encontrado a Thomas, lo extrañe mucho cuando se mudaron, los primeros meses estuvimos en contacto después con el tiempo nos fuimos olvidando el uno del otro, pero no estaría mal que volviéramos a retomar nuestra amistad ya siendo adultos... aunque dudaba que Thomas fuera maduro aún.
Editado: 14.03.2022