Capítulo 3

Sentí como me movían suavemente

—Caro

—hmmmmm —susurre

—Caro despierta —sentí un poco de molestia en su voz.

Abrí un ojo y vi a Rubén sentado en la silla al lado de nuestra cama aun sin cambiarse.

— ¿Dónde estabas Carolina?— vi su mandíbula un poco tensa.

"Ay animas benditas no me dijo Caro"

Me senté despacio en la cama, vi el reloj en mi móvil la 1 de la mañana, él muy digno, viene a las 12, disimulo, y bostezo.

—Estaba cansada, y cai como piedra, lo olvidé — él me mira con desconfianza.

—¿Es en serio Carolina? Tu nunca olvidas nada – tenía el ceño fruncido.

- Por Dios siempre hay una primera vez para todo –acostándome de nuevo.

- No hemos terminado esta platica Carolina la cual me doy cuenta no te interesa – quitándose el saco y arrojándolo al piso.

Me tape el rostro con mi colcha la verdad estaba con ganas de gritarle que el traidor era él y quien tenía derecho de reclamar era yo, pero sabía que no ganaría nada así que me quede calladita esperando que me dejara dormir.

Sentí un gran alivio cuando lo escuche dirigirse al baño, cerré mis preciosos ojos y ya estaba siendo seducida por los brazos de Morfeo que últimamente me dejaba en manos del insomnio cuando sentí un cuerpo pegado al mío, unos labios recorrer mi cuello... y sentí que la rabia llenaba mi pequeño cuerpo.... venia de la cama de su amante y me buscaba después de 3 meses porque creyó que estaba con otro.

- Rubén, lo siento tengo sueño – apartándome

- ¿Que? – encendiendo la lámpara – Tenemos tiempo de no estar juntos porque estoy ocupado en mi trabajo, te quejas que estamos mal y cuando te busco me rechazas – respiraba con dificultad.

— Lo siento Rubén, todo este tiempo que te he buscado me has dicho que estabas cansado y yo lo respeté solo te pido que hoy respetes mi cansancio— si mirará mi rostro vería que estoy roja de rabia.

—No jodas Carolina —levantándose de la cama y dirigiéndose al baño.

"Esto es el comienzo Rubencito, te haré arder en celos y veremos quién gana, este día el marcador fue a mi favor —me acomode sonriendo en mi camita y por primera vez en 3 meses me sentí tan relajada ya tenía un candidato que sé no me diría no en mi locura de poner celoso a mi esposo para recuperarlo.