La Otra

Capítulo 4

—¡Samanta!- entrando a su oficina

—Carolina —levantándose y dándome un fuerte abrazo

Me senté y le tendí un vaso de café

—No me has llamado—dándole un sorbo a mi café.

—Ay amiga sabes cómo hemos estado con la edición del nuevo número de la revista— pasándose las manos por el pelo

—Siempre hemos estado presionadas Samanta, últimamente estas extraña— no dejaba de observar sus movimientos.

—Carol te comente que acababa de conocer a alguien y estamos saliendo

—¿Cuándo conoceré al famoso hombre misterioso del cual ni el nombre me has dicho?

—Carol te dije si logramos llegar por lo menos a un mes viéndonos te lo presentaré sabes que no he tenido suerte en el amor – hizo una mueca recordando su divorcio.

—Está bien Samanta

—Te veo más alegre Carol —tomando su café

—Lo estoy mi querida Sam, creo que Rubén aún me ama y estoy dispuesta a luchar por mi matrimonio —di palmadas como una niña, pero me sentía tan emocionada.

Miré a Sam y vi que hizo una mueca, pero al verme me sonrió, pero su sonrisa no llegó a sus ojos y me pareció extraño.

—¿Han hablado de lo que le ha pasado últimamente? — tomando con ambas manos su vaso de café.

—No, pero ayer volvió a ponerse celoso como antes de que empezara a actuar indiferente — sacudiéndome una pelusa invisible de mi blusa negra de seda.

—Carol yo...—la vi pasarse con nerviosismo la mano por su cabello.

Eran ideas mías o Sam estaba muy extraña últimamente y lo que le conté no vi que la emocionó como en el pasado

Mi celular comenzó a sonar e interrumpió lo que Sam iba a decirme vi que el número era desconocido, pero igual acepte la llamada

—"Diga" – frunciendo un poco el ceño

—"Lina" — escuche la voz ronca

Solo había una persona que me decía Lina desde la adolescencia y era Thomas.

—"Thomas "– hice un ademán de despedida a Sam al salir de su oficina.

— "¿Ya estas mejor Lina?"

— "Mucho mejor Thomas, el habernos encontrado me ayudó mucho no tienes idea, de hecho me sentí tan mal al darme cuenta que no te pedí tu número así que estaba esperando tu llamada y me alegra que lo hiciste pronto" — me senté cruzando las piernas —"¿Tienes algún compromiso para la hora de la cena?"

Oí su fuerte carcajada al otro lado de la línea.

— "Siempre tengo compromisos Lina ya sabes la demanda de este hombre sexy, pero por ti los cancelare tenemos mucho de qué hablar son muchos años perdidos"

Puse mis ojos en blanco es increíble que Thomas con veintisiete años aún actuará como adolescente con las hormonas fuera de control.

—"¿Qué te parece si me invitas a cenar a tu casa, apartamento donde sea que vivas? es muy privado lo que deseo hablar contigo"

Se quedó callado por unos segundos que los sentí eternos

—" Esta bien será en mi departamento que queda en el centro de la ciudad, te enviaré la dirección en un mensaje o si prefieres me pasas la dirección de tu trabajo y paso a recogerte"

—"Te enviare la dirección del trabajo ando sin auto, hoy se lo llevaron a revisar al taller:

—"Perfecto Lina, pasaré por ti a las 6"

—"Gracias Thomas"— colgué la llamada con una gran sonrisa.

Y con mucha alegría le envié un mensaje a mi esposo

" Rubén, hoy llegare tarde tengo una cena de negocios, imagino que tu también, por si llegó y estas dormido, dulces sueños querido"

Inmediatamente llego su respuesta

"¿Cena de negocios? Carolina, tú nunca tienes cena de negocios"

Vaya desde el día de ayer dejé de ser Caro así que le conteste con toda la malicia del mundo

" Siempre hay una primera vez Rubén"

Puse mi móvil en el escritorio recostándome en mi silla

Esto es el principio, esa mujer no se quedará con Rubén eso lo aseguro.

 

                  




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