Capítulo 13

Las palabras se quedaron atrapadas en mi garganta al ver que Thomas agachó su rostro acercándose a mi boca.

Cuando sus labios rozaron los míos, primero me dio un beso tímido, pero al sentir que abrí mis labios, me abrazo fuerte profundizando el beso..... ¡Y qué beso!

Su lengua invadió mi boca, explorando, sus dientes mordisqueaban suavemente mis labios, no pude evitar gemir y creo eso alentó mas a Thomas porque sentí que fundió su cuerpo junto al mío, sus manos se deslizaron a mis caderas, mis brazos estaban alrededor de su cuello pero empecé a bajarlas para acariciar su pecho.... oh que pecho más duro.

Despacio se aparto de mi boca, sus ojos conectaron con los míos, nuestras respiraciones agitadas, mi cuerpo ardía por el calor del cuerpo de Thomas.

Lentamente pasó su pulgar por mis labios que los sentía hinchados.

Se aparto dándome la espalda.

—Lo siento Lina.

Me quede callada, mi cerebro estaba procesando lo que acababa de pasar entre Thomas y yo, rompimos la barrera de amistad de años y hasta ese momento recordé lo más importante: yo estaba casada.

Toque mis labios con la punta de mis dedos, sentía que palpitaban y muy en el fondo deseaba mas, podría convertirme en una adicta a los besos de Thomas.

Se giro al percatarse que no respondí, se acerco lentamente.

—Debes odiarme Lina — suspiro —Tu estas casada y yo te bese cuando se que amas tanto a tu esposo.

¿Lo amaba? — pensé —Si lo amara tanto no hubiese sentido que el mundo se detuvo al sentir los labios de Thomas, mi cuerpo se estremeció al recordar nuestro contacto.

—Thomas, no te preocupes, no te odio —sonreí.

—Entonces, olvidemos que esto acaba de pasar Lina — metiendo sus manos en las bolsillos de sus pantalones.

Asentí, pero muy en el fondo sabía que ese beso jamás lo olvidaría.

Nos quedamos callados un momento sin saber que decir creo ha sido la primera vez que nos pasa, nos quedamos sin palabras.

Thomas abrió la boca para decir algo pero la volvió a cerrar cuando mi móvil sonó.

—Disculpa un momento Thomas —tomando mi móvil.

—"¿Diga?"

Me quede callada al escuchar lo que me decían al otro de la línea.

—"¿Qué?"