Una vez me dijo eso Rubén, salió de la terraza.
Me quedé dolida, pensativa, me levanté despacio y me dirigí a mi habitación, no podía quedarme en la casa, tampoco podía buscar a Thomas porque su vida corría peligro.
Bien —pensé — Él no quiere que esté con Thomas, no lo haré, pero tampoco estaré con Rubén, la actitud de mi esposo era la de un loco y si estaba embarazada temía por la vida de mi hijo.
Tenía que huir en este momento, sabía que Rubén se sentía seguro que me quedaría en casa esperándolo y esperando que depositará su semilla en mi cuerpo para darle un hijo.
Tomé el móvil, solo había una persona que me podía ayudar.
—" Sam" —murmuré bajo.
— Carol, ¿qué pasa? —murmuró.
— "Necesito tu ayuda" —murmuré
Thomas
Volví a ver mi reloj, cada segundo que pasaba era como una tortura para mi, casi había pasado un mes desde que no supe más de Lina.
Sentía una opresión en el pecho, era temor, busqué a Agatha para que me diera información a lo que me contestó que Lina estaba felizmente en una segunda luna de miel con su esposo.
Me dolió cada palabra que me dijo, salí de su casa derrotado, pero cuando mi madre me llamó para saber que había averiguado acerca de Lina, cuando le conté lo que Agatha me dijo, mi madre se alteró y me dijo que no le creyera, que era hora que habláramos y fue así como supe el motivo de nuestra mudanza repentina.
Mi madre me comentó que Lina le había dicho que se iba a divorciar de Rubén, así que su desaparición me hacía sentir temeroso de que algo le hubiera pasado, su móvil siempre sonaba apagado, en su oficina no sabían nada de ella.
Me sentía culpable al pensar que yo no estuve ahí para Lina para lo que haya vivido antes de su desaparición.
Me encontraba afuera de la firma donde trabajaba Rubén, acudí a la policía, pero ellos creían la mentira que Lina estaba bien, supuestamente por ser Rubén un hombre respetable en la sociedad.
Había rentado un auto ya que el imbecil parecía darse cuenta que lo seguía, esta vez me había preparado, más adelante esperaba mi nuevo guardaespalda en otro coche alquilado, tuve que contratar guardaespaldas que estuvieron al otro lado de la ley en otro tiempo, tenía que encontrar a Lina.
Igor estaba al volante en el auto que yo estaba, estaban comunicándose continuamente con Alfredo que estaba en el otro coche.
Esta vez, el desgraciado de Rubén no se iba a escapar.
Salió tan confiado el hijo de puta y se subió en su auto, Alfredo espero un momento para seguirlo y luego lo hizo Igor.
Íbamos a una distancia prudencial, el desgraciado se dirigía a un motel.
Bufé molesto, Lina desaparecida y el muy desgraciado desahogando sus pasiones.
Esperamos un buen rato a que saliera del motel.
Lo vi salir muy satisfecho, pero mi sorpresa fue mayor al ver quién salía con Rubén.
Igor me miró por el espejo retrovisor y solo se encogió de hombros.
Aún seguía con duda acerca de la persona que salió con Rubén, tal vez se encontraron a la salida, quería darle el beneficio de la duda.
Pero mi duda se aclaró al ver como se besaban, creo que nunca Lina se imaginó quien era la tercera persona en su matrimonio... si yo no lo estuviera viendo con mis propios ojos, tampoco lo creería.
Editado: 14.03.2022