Los concursantes estaban frente a un desierto y cruzarlo era el reto. De repente se dieron cuenta que grupo a grupo estaban separados por metros de distancia.
– Pero, si salimos todos de un hangar – comentó Dalia.
Grupo B:
– Genial – gruñó Sophie al ver el primer campo de batalla
– No es tu día de suerte – respondió James y su compañera lo miró con fastidio
– ¿No estamos en el mismo equipo? – preguntó enojada la chica de cabello azulado
– Aún no termino milady, Iba a decir: Pero, tienes a un hechicero de tu lado.
Todos los grupos fueron avanzando, algunos más rápido porque querían adelantarse al resto y otros prefirieron tener cuidado con el suelo. Transcurrió aproximadamente una hora. El grupo B era de aquellos que se movilizaban con cautela
– ¡Chicos! Debemos tener cuidado donde pisamos. No solo hay arena por acá – advirtió Cai, quien sintió presencia de metales moviéndose
Grupo C
– ¡Agg! – se quejó la chica de cabellos rosados a lo lejos. Ella pisó una sustancia pegajosa en la arena. Era un nido de gusanos Echini
(Gusanos Echini: poseen un tamaño regular para su especie. Se alimentan especialmente de minerales del desierto y secretan una sustancia pegajosa para defenderse contra alguna amenaza)
Joyce se burló al ver la expresión de asco de su compañera de equipo
– Hay que ayudarla. ¿Que no te quedó claro que sin ella no podemos seguir? – repuso Raimond enojado.
– Ya "jefecito"
Joyce congeló la sustancia y Raimond atacó para romper el hielo.
– Gracias Raimond – contestó Camy con fastidio
– Hemos perdido tiempo con eso – resaltó Joyce
– Es fácil de recuperarlo, ya todos se están cansando. En cualquier momento recuperaremos la ventaja – respondió con firmeza la chica de cabello rosado
– « Y creo que es momento de usar mis habilidades» – murmuró Camy
De repente un oasis apareció. En el lugar se divisaba a lo lejos una carpa y varias cajas con lo que podrían ser armas. Varios grupos fueron a inspeccionar el lugar
– ¡Agua! – exclamó Sophie
– Espera – advirtió James – Creo que es una ilusión. No recuerdo haber visto ese oasis hace unos minutos
– ¿Estás seguro? Lo comprobaré.
– No lo hagas – retuvo Cai a Sophie -hay que aprovecharnos de esa ilusión y avanzar.
La chica acuática se arrodilló y puso su mano en la arena para atraer agua hacia ella sin resultado
– Solo necesitaba hacer eso — se puso de pie — Efectivamente, tenían razón
– Bien hecho, la pregunta es quién la ha generado – concluyó Cai.
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- ¡Veo agua a lo lejos! - exclamó un miembro del grupo E.
- ¡Vamos chicos, así podremos tener reservas! – mencionó entusiasta una concursante del grupo I.
— No tan rápido — intervino un miembro del grupo J
Los miembros que se dirigían al Oasis se empezaron a pelear mientras avanzaban para poder llegar a tan ansiado paraíso, que a vista de ellos mientras más avanzaban, este se alejaba.
Una hora después...
– ¿Pero qué? – exclamó enfadado un participante del grupo J.
– Caímos en esta farsa – refunfuñó la chica del grupo I.
– Hemos perdido mucho tiempo persiguiendo ese oasis. – le respondió su compañero de equipo.
Grupo D:
– Bien hecho Yuri – la felicitó Darius – Ambos sabíamos que Camy estaba detrás de todo esto
– Debí ser más sigilosa – admitió la chica de cabellos rizados. Creo que por eso se dieron cuenta que era una ilusión
– Sin querer nuestra amiga nos ayudó. Necesitamos que los demás se retrasen para ganar — declaró el chico
– Lamento no poder ayudar mucho chicos, al ser un hada tipo planta mis poderes son limitados aquí – agregó Dalia, que estaba agotada debido a que el clima desértico tenía mayor desventaja para ella.
– Pues llegó tu momento hada. Mira hay algunos cactus cerca de donde están ellos – divisó Darius con los binoculares al grupo B. Ahora nos toca bajarnos a algunos enemigos.
Grupo B:
– James
– Dime señorita Sophie.
– ¿Cómo conoces a Luke? — preguntó con nerviosismo
– Él llevó un curso de vuelo realizado en Madnian, en la escuela de Niusky. Nosotros apoyábamos con los obstáculos, bueno lo fastidiábamos. Y... ¿Qué más quieres saber de él?
– No nada – respondió de golpe — mera curiosidad.
– Bueno...Él sale con una chica de ese taller — sonrió con picardía
– ¿Qué? – la chica estaba confundida
Sophie no era para que te paralices. ¡Esperen! Yo tampoco me puedo mover.
– ¿Cai? – el niño no respondía — ¡Caiiii! —gritaban James y Sophie
Los tres fueron atrapados por los cactus de raíces largas, que empezaron a tener vida propia
– Si nos movemos mucho podemos resultar con serios daños – admitió Sophie
– ¡Eso ya lo sabemos! Necesitamos salir de aquí – respondió James alarmado
Grupo A
– ¡James! – exclamó June, quien escuchó un grito a lo lejos
– ¡También escuché a Sophie! – intervino Luke
– ¡Y Cai! – agregó Gack — Tenemos que hacer algo, el grito se oyó hacia el suroeste – afirmó con un movimiento en sus orejas. Los guiaré
– No pensé que fueras un gran guía – admitió June
– Cuando estoy en contacto con la naturaleza mi percepción aumenta.
– Entonces ¿Qué hacías en Eelaria? — preguntó la chica
Gack entristeció
– Escondiéndonos de los Binihag. Han estado realizando reclutamientos forzosos con muchos de nosotros. – June y Luke se quedaron fríos.
Ese es mi verdadero motivo para ingresar al DET — declaró Gack con firmeza
– Pues lucharemos por ser DET y nos prepararemos para detenerlos – expresó Luke con firmeza. Ahora hay que ayudar a nuestros amigos.
– ¡Sí! ¡Vamos con todo! – Gack miró al piso — ¿Qué es esto? – Vio un brillo en el suelo ¡Es un diamante verde! Se dirigió hacia donde estaba y lo tomó ¡Miren quién es millonario! El diamante tenía un símbolo de un escudo y un blanco