XIII: Cautela

— ¡Camy! — pronunció una voz femenina.

La joven estaba sentada en el suelo tocándose la cabeza con ambas manos. Estaba afectada y agotada.

– Tu padre aprendió la réplica a los 15 años y así pudo ingresar a la Guardia General y trabajar de la mano junto con el Renese y los gobernantes de cada región – le respondió su entrenadora, una joven delgada de cabellera verde sostenida con una cola baja. Ella llevaba una ropa holgada.

*Renese: gobernante general del continente Renaissance.

La pelirosa volteó la mirada y la entrenadora le lanzó una bofetada.

– No eres consciente de la posición en la que estás. Gracias a tu padres y en especial a él perteneces a las familias más influyentes del continente sin estar involucrados en política –resaltó su entrenadora — Deberías hacer algo útil.

– A decir verdad — la joven se puso de pie — Nunca me ha interesado todo lo que ellos hacen, yo creí que este entrenamiento solo servía para mantenerme en forma. Yo no voy a ser ese hijo varón que mi papá siempre quiso.

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«La réplica me vendría muy bien en esta prueba, lástima que no la llegue a dominar. A decir verdad ¿Qué rayos hago aquí? En realidad me metí por puro impulso a esta competencia, pero tengo una dignidad que prevalecer»

La joven alejó el carro de limpieza de su lado

– Ahora, hay que tomar acción — sacó su celular — ¿A quién contacto? ¿Yuri?¿Raimond? ¿Darius?

La joven se sonrojó al mencionar su nombre.

– Concéntrate Camy ¿Quién realmente puede ser tu mejor opción? ¿Quién de ellos es o no es portador?

La joven mientras pensaba pretendió realizar las labores de aseo. De repente tuvo unas ganas terribles de vomitar y se dirigió rápidamente a la primera habitación que vio para proceder.

Doblegada y asqueada frente al inodoro se preguntó a sí misma mientras se aseaba.

– «¿Qué me está sucediendo? Me da sueño rápidamente, ahora tengo ganas de vomitar ¿Sueño? Espera un minuto»

En ese momento la chica supo a quién llamar.

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Mientras tanto en el área de piscinas, Sophie y Luke habían quedado en esperar a James en la entrada para que los tres se vean cara a cara. Cuando James llegó al lugar, comentó con más detalle lo ocurrido mostrando como prueba las llamadas y mensajes dirigidos a su hermana. Luego de eso les pidió a todos pensar en cómo ubicar a su compañera.

– Llamemos a su número para ver si no está apagado, así determinaremos si ella está con alguien o simplemente es que no quiere comunicarse — sugirió Luke.

– Soph ¿Acaso soy tan guapo que no puedes dejar de mirarme? — cuestionó James a su compañera, aún desconfiada de él.

– Pues, es por si acaso — contestó avergonzada Sophie — ¿Y qué haces atento a mi mirada?

– ¿Alguien ha escuchado mi propuesta? — interrumpió el joven que domina el viento.

James inmediatamente llamó a su hermana. El teléfono seguía sonando hasta mandar a casilla de voz.

– Bien, sigamos llamando. El sonido de su celular nos guiará a ella. Esperemos que June no haya dejado el celular en silencio, igual hay que revisar cada habitación de forma rápida.

– James, yo llamaré a June —indicó Sophie pidiendo el celular del hechicero —.  Tú nos ayudarás con cualquiera que se nos acerque.

– Ok, ok no soy portador —le entregó el celular a su compañera — Cuando los encontremos diré "Te lo dije" y te daré un castigo.

– Lo aceptaré solo si dices la verdad — concluyó la chica — «Bueno, debo cuidarme las espaldas, no me van a ver nuevamente la cara de incauta»

Los tres jóvenes ingresaron a los pabellones del hotel y pusieron en marcha su plan recorriendo cada habitación de forma ordenada y ascendente cuando escucharon un leve sonido con una vibración que provenía de uno de los cuartos.

– Esta puerta está cerrada —forcejeó Sophie.

– A la de 3 —Luke se preparó para tumbar la puerta.

– Más clase, chicos por favor. El hotel no tiene la culpa —James detuvo a su compañero — Además, tienen a un hechicero con ustedes.  Es una simple puerta así que esto funcionará.

James sostuvo la perilla y pronunció lo siguiente.

"Daraja"

La puerta se abrió y vieron a su compañera tendida en el suelo. Todos se acercaron inmediatamente a verla.

– Oh mi June querida ¿Por qué la desgracia te persigue?

Sophie empezó a revisar el cuerpo de June.

– Su ropa está rasgada y los brazos muestran signos de haber sido atada.

– Recuerdo que con Cai en la primera prueba — intervino James —él usó piezas de metal para enmarrocar a nuestros oponentes, es una técnica propia de él.

– Cai es muy inteligente, no creo que repita estrategia. Pudo amarrarla o indicar que la amarren — afirmó su compañera — Mmm, me da pena decirlo pero igual vendría a ser un sospechoso. Sigan diciendo nombres —pidió a sus compañeros.

– Admito que Gack pudo también tener algo que ver en todo esto – inquirió Luke – Él siempre encuentra cosas de valor y acá en el hotel pudo haber encontrado algo con que atar a June.

– ¿Atar? Pero no la dejó atada — aseguró su compañera  — Igual no descartemos a Gack. Había también un hada que dominaba las plantas, Dalia creo.

– Sí, cierto —contestó el chico de cabello gris — Lianas.

– Sí, ella también puede ser una sospechosa Incluso pudieron trabajar dos de ellos o los tres juntos —pensó el joven de cabello gris.

– Esperen — alertó James —Miren el dedo de mi hermana.

Todos vieron el dedo de la hechicera, que estaba rojo e inflado.

– Esta herida no es un rasguño como el resto de su cuerpo –inquirió Luke.

– Entonces su forma de contagio es mediante un pinchazo. Dalia, Cai, Gack. Los tenemos en la mira —sentenció el hechicero con una pícara sonrisa.

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Por otro lado, en el bar del hotel Sunti Camy se encontraba sentada en un sillón esperando a la persona que contactó.