La Otra Dimensión: La Batalla Det

XV: Revelación

Media hora antes del apagón, Dalia salía de la habitación donde había contagiado a su compañera para reunirse con quien la contactó.

«Creo que el hechizo de June no hizo efecto en mí»

Llegó al lugar pactado. Darius y Raimond la estaban esperando.

«Chicos»

No salía palabra de su boca. Veía cómo sus compañeros hacían ademanes con sus labios y manos pero no podía oírlos.

El hada se puso a llorar en silencio por motivo de su desesperación. Raimond intentó calmarla mientras que Darius escribía en su celular para transmitirle un mensaje que decía lo siguiente:

"Dalia, tranquila. Escribe qué fue lo que te sucedió".

Ella obedeció y les contó mediante texto lo ocurrido. Ambos chicos la felicitaron por derrotar a June, luego Darius texteó en respuesta:

"Necesitaremos regresarlos al jardín. Ese es tu área fuerte. Ve pensando por qué saldrías del hotel"

– Tu también Rai —habló el joven dirigiéndose a su compañero.

– Porque hay un incendio, está inundado, un terremoto, hay una plaga que somos nosotros ja, ja, ja. Es divertido ser de "los malos"—afirmó el joven enmascarado haciendo con sus manos una seña de comillas.

– Sé que a ti te gusta mover masas —continuó —. Deberías considerar tu decisión de ser DET.

– Ya sabes por qué no es bueno confiar demasiado en ambos bandos —contestó rápidamente su compañero y Raimond bajó la mirada.

– Tú estás más seguro de tus ideologías —Darius tomó la palabra —Yo aún necesito pruebas de peso para demostrar por qué la historia entre Renaissance y el mundo humano tiene muchos agujeros. Es como si los libros solo nos mostraran la punta del iceberg y encima tallada.

– ¡No ves lo que te digo! —reclamó el joven enmascarado —Bien hiciste en darle la contra a tu viejo.

— Pero más abajo hay más información oculta que necesita salir a la luz —continuó Darius —¡Espera! luz  —el joven de la telequinesis se exaltó y tomó su celular.

– ¿Ah? — preguntó Raimond confundido mientras que Dalia también miraba a ambos chicos con desconcierto, así que golpeó una pared y preguntó qué sucedía mediante
un mensaje.

– Chicos, quitemos la electricidad de todo el lugar —Darius leyó dicho mensaje que había  escrito en su móvil y mostró una sonrisa de victoria.

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Aún antes del apagón; Luke, Sophie y James se retiraban de la habitación después de comunicarse con el servicio médico.

– Ya sospechamos de tres personas —afirmó Sophie—. Pero falta descubrir quién o quienes  fueron los atacantes de June.

– Hay que llamar su atención —intervino James —. Soph, ¿Estabas en la piscina, no es así? Porque el agua era tu elemento.

– Así es —contestó su compañera. Pero la habitación no tenía metal ni hierbas, el portador estaba yendo a cazar.

– No necesariamente —intervino Luke — Recuerdo que la nota decía "portadores" Puede ser que todos hayan pactado un lugar para reunirse y eso obligó a que se dirigieran hacia allá.

De pronto las luces de todo el establecimiento se apagaron.

– A este hotel le falta un mejor personal, pésimo servicio —añadió el hechicero mientras prendía su linterna.

– No creo que haya sido alguien del hotel —aseveró su compañera.

En eso escucharon a alguien arrojando.

– ¿Quién anda allí? —preguntó James con una voz enérgica y desafiante.

En ese momento Camy salió de una habitación, estaba pálida y tenía el rostro desencajado. Todos la miraron desconcertados.

– Camy ¿Qué sucedió? —Luke se atrevió a preguntar.

– Por favor, llévenme a la clínica, me siento muy mal —pidió la joven con una voz débil y pausada.

Luke sin pensarlo tomó a Camy del brazo y la regresó a la habitación para que pudiera descansar.

– Parece que tiene fiebre —comentó el hechicero al medirle la temperatura.

En eso Sophie mojó una toalla y la puso en la frente de su compañera.

– Por favor, haz un esfuerzo para contarnos lo que está pasando y poder ayudarte —pidió la chica de cabello azulado.

– ¿Esto lo hizo un portador? —preguntó James.

– No, pero uno de ellos es Raimond.

Los chicos se quedaron en silencio por un par de segundos.

– Pues chicos, a ese pillo le queda bien ese rol —comentó el hechicero.

– También hubieses hecho bien de portador —río Luke.

– Gracias Camy, nos ayudaste mucho. Pero entonces, ¿Cómo te sucedió todo eso si no fue Raimond? ¿Qué comiste? —cuestionó Sophie.

– Tomé un relajante durante la primera prueba.

– ¿Dónde conseguiste el producto? — preguntó James —. Si tienes el envase puedo echarle un vistazo.

– El envase lo tiré a la basura. Y el producto lo obtuve de...Dalia.

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En el presente, Raimond y Gack estaban inmersos en la oscuridad de los pasillos del hotel.

– Ay, qué mal momento para que se vaya la luz. ¡Rayos! —renegó el duende «Espero Cai esté bien»

– ¿Puedes activar tu linterna? – pidió el chico del pañuelo –Mi celular está con baja batería.

– Pero hay que dar el celular hasta las últimas —sugirió Gack —Prendámosla ambos.

– Gack, espera —Raimond alertó a su compañero.

— Alumbra allá, creo que alguien se está escondiendo —afirmó el joven enmascarado señalando el final del pasillo y poniendo su mano en el hombro de Gack.

– ¿En serio? Voy a...

En ese momento el pequeño duende quitó la mano de su rival y usó su camuflaje ante la sorpresa de Raimond para tomar distancia.

«Ay vamos se me han escapado dos, no es mi día de suerte»

– No permitiré que me toques, ya conozco tu poder y tengo mis precauciones —declaró Gack —. Vamos a ver qué pasa al final del pasillo.

Raimond comenzó a observar todo lo que había en el hotel. Él sabía que no podía tocar a su compañero así que tenía que encontrar otra forma de atacarlo.

– Parece que no hay nadie, compa. ¿Compa?




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