2) La otra mujer de mí esposo (La venganza de Bridget)

Capítulo: 2

"No importa si intentas escapar de tú pasado, él siempre te encontrará y te recordará de como  fué una vez tú vida" Bridget.

Al día siguiente Gina fue a la casa de la familia Sotomayor, desde hace unos meses él padre de Bleik había insistido en que Bleik, Kristal y su bebé Zack fueran a vivir a la casa de ellos para así agrandar y unir a la familia. Desde que Bridget la había enterrado Gina jamás volvió a la casa de la familia Sotomayor, pero era distinto ella los iba a visitar y fingir como si ya ella lo había superado. 

-Eres la amiga de mí Bridget.-comentó Regina, la madre de Bleik.-¿Qué haces aquí? Recuerdo que dijiste que nosotros destruimos la vida de Bridget.

-Estaba herida.-Gina observaba su taza de café.-yo sé que ustedes no tuvieron la culpa.

-La muerte de Bridget me dolió y aún me duele.-Regina dejó su café en la mesa y luego observó a Gina.-pero aunque no me guste debo tratar de continuar mí vida y tratar de aceptar a Kristal como nuera.

-Pero usted puede empezar de nuevo y decirle como se siente al respecto de Kristal. 

 -La vida no es como uno planea.-le habló Regina.- aprendes aceptarla aunque no quieres y seguir adelante.

-No creo, a veces aunque duela debe decirse la verdad.-Gina suspiró hondo.-para ser honesta usted no es la única que no le agrada Kristal.-añadió con una sonrisa.-solamente vine a visitarla Porque usted es buena persona y se merece lo mejor.

-Entonces en estos momentos no estoy sola.-Regina sonrió al comentario de Gina.-eres igual a Bridget su personalidad e incluso su manera de vestir.

-Sí la moda es así.-Gina sonrió mientras bebía  café.-siento que Bridget está viva.

-Tienes razón yo también siento lo mismo.-contestó Regina.

«pero muy viva está Bridget» pensó Gina.

—No lo creo, voy por el campus a una clase. ¿Qué pasó? —le contestó mientras miraba ansiosa su reloj. En Nueva York eran las once de la mañana, no estaba para emisoras ni para noticias. Iba con algo de retraso a clases.

Había pasado una hora. Gina trataba de ganar tiempo, pero no podía aún Regina estaba hablando de sus sentimientos y como ella se sentía.

-No sé preocupe estoy segura que vamos a recibir muy buenas noticias sólo es cuestión de tiempo. 

-Gracias por escuchar mis lamentos. ¿Qué sucede Gina?.-le Preguntó Regina,  mientras miraba que Gina miraba ansiosa su celular.-¿todo está bien?.

-Bueno me gustaría ir al baño, por favor señora Regina deme unos minutos.

-Claro puedes tomarte tú tiempo.

-Gracias

Gina fué abriendo cada una de las habitaciones que habían en la casa hasta que se encontró con la de Bleik y Kristal.
En lo primero en lo que se fijó ella fué en sus perfumes, maquillajes y por último en el cepillo del bebé y de Bleik. Estaba guardando en bolsas diferentes las muestras de caballo de ambos y luego salió y fué bajando las  escaleras y se encontró con Kristal, que la veía con odio y rabia. 

-¿Qué haces en mí casa?.-preguntó Kristal.-no estás invitada.

-Perdón.-soltó Gina con una sonrisa sarcástica.-no vengo a visitarte.

-Pero, ¿Quién te crees que eres?.-intervino Regina furiosa.-ya la invité ella es mí invitada, ¿Quién te proclamó dueña de ésta casa?.

-Señora Regina entienda ella los acusó de asesinos.-contestó Kristal.-entienda por favor, ¿Cómo permite que esa persona esté aquí?.

Regina frunció el ceño y luego sonrió al comentario de Kristal.

-Bueno y tú fuiste la que se involucró con mí hijo cuando estaba casado con Bridget.-contestó.-eres la menos indicada de estar juzgando, querida.

-Señora Regina.-Gina le sonreía a Kristal con arrogancia.-¿Por qué no vamos al jardín? aquí el ambiente es muy añejo compré pastel de chocolate.

-Claro querida.-Regina le sonrió a Gina.-sabes que el pastel de chocolate es mí favorito.

-Enserio es una coincidencia que le guste el pastel.

-Espera un momento hace cinco días le compré pastel de chocolate y usted me dijo que su esposo y usted no comen pastel de chocolate porque no les gusta.-comentó Kristal, indignada.-va a comer pastel.

Kristal estaba enojada, no entendía el Porque Regina era tan malvada.

-Porque lo compraste.-Le soltó Regina con frialdad.-y con sólo tocar algo lo pudres no importa donde lo compres eso no cambiará nada y mucho menos mí forma de pensar hacia tí.

Kristal las miró alejarse caminando hacia el Jardín, todo lo que hacia estaba mal para los padres de Bleik, que aún no sé olvidaban de Bridget y nunca lo harían. No le gustaba que aún la tratasen como una persona sin valor y aún Bridget estando muerta ella era una sombra que siempre la seguiría y no la dejaría vivir de una vez por todas en paz.