La otra mujer de mí esposo 3 ( La venganza de Bridget)

5) La otra mujer de mí esposo ( La venganza de Bridget)

Capítulo:5

«La confianza que te doy es un privilegio si la pierdes es tu problema», pensó Úrsula

Era un gran problema Úrsula la madre de Bridget y esposa del empresario Jorge estaba más que el descaro de Samantha al ocultarle que Anne realmente era su hija Bridget. Sabía que su enojo no se pasaría por una simple disculpa por parte de ella, tal vez en otra situación hubiese considerado cualquier tipo de mentiras. Pero ocultarle el paradero de su hija y luego presentarla como su hija es imperdonable, Así fuera por 4 a 5 años Úrsula jamás la perdonaría . Trató de serenarse, pero parecía algo imposible de lograr de que su hija volvió.

- Úrsula....

-Samantha, recuerda que soy tú jefa y debes llamarme con señora.-interrumpió Úrsula.-no permito ese tipo de atrevimiento.

-Lo lamento, pero es que estoy preocupada por mí hija tengo semanas que no la veo y pensé que usted sabe algo de su paradero o quizás sabe donde ella se encuentra.

-La envié hacer un recado y desde hoy en adelante ella no va a trabajar aquí.

-Es mí hija debió decirme para eso soy su madre.-reprochó Samantha.-no debió ocultarlo.

-Ya te lo dije.-contestó Úrsula.-¿Qué sucede por qué ésta molesta? Anne necesita ganar dinero, ¿No es por eso que tú y tú hijo están aquí.

Resignada de no poder responderle a Úrsula, Samantha no dijo nada. 

-He visto que usted y su esposo nos están tratando diferente a mí hijo y a mí.

 La verdad era que Úrsula no quería hablar con nadie y mucho menos con esa mujer que prácticamente secuestró a su hija. Lo único que deseaba en aquel momento era que Samantha la dejara en paz:

-Mí esposo y yo tratamos a todos los empleados de igual forma.-contestó.-si no te sientes cómoda entonces no puedo hacer nada.

-Renunciaría pero mí hija no está conmigo donde debería estar.

Úrsula frunció el seño

 -Los hijos crecen y cuando menos te lo imaginas ya se han ido, se han casado o simplemente elijen otra vida mejor de la que tiene.-dice Úrsula.

 Samantha no dijo nada al comentario de su jefa Úrsula.

-¿Qué te pasa?.-preguntó Úrsula, tratando de ocultar su enojo.-estás pálida y con una mirada... ¿recordaste algo que te enojó?

-Discúlpame. No es nada personal, mañana estaré mejor señora Úrsula.-Samantha la miró con sus ojos de incertidumbre.

-Bien, porque no quiero que pienses que tengo algún tipo de problemas contigo.-contestó Úrsula.

-Si usted me disculpa debo ir a la cocina.-informó Samantha.

-Claro, por supuesto puedes retirarte a la cocina.-Úrsula observaba como Samantha entraba a la cocina.

«veremos hasta donde puedes llegar con tú máscara de cristal», pensó Úrsula.

Samantha llegó a la cocina y sé encontró con su hijo Jake. 

-¿Qué sucede?.-preguntó Jake.-te vez algo enojada.

-Ya no aguanto más.-se quejó Samantha.-estoy ansiosa de que conquistes a Anne.

-A Bridget.-contestó Jake.

-No digas su nombre.-murmuró Samantha.-recuerda que nadie sabe que ella está viva y que la tenemos.

-Bueno ella no está aquí.-contestó Jake.-yo quiero estar con ella pero recuerda que ella no sabe que está casada con Bleik Sotomayor.

-Por eso debemos saber donde está Bridget, estoy sospechando que la familia Gutierrez la tienen y no quieren decirnos donde está.

-Entonces...

-Haremos lo imposible para encontrarla.-Samantha observó a su hijo.-¿Acaso crees que el año que estuve con ella fué por amor? La familia Gutierrez deben pagarnos por cuidar de su hija.

-Tienes razón, es lo mínimo que nos merecemos por cuidar a su hija.

Esa misma tarde Úrsula y su esposo Jorge se encontraban almorzando en el Jardín; ellos hablaban de como Samantha iba a pagar su atrevimiento en desde siempre tener a su hija y nunca decirle.como es de costumbre. A Jorge y a Úrsula tomaban una taza de café negro con unos postres italianos de chocolate.

-No estoy segura. el castigo que se merecen debe ser cruel.-le soltó impaciente Úrsula para que nadie escuchara. 

-Estoy seguro que es el castigo que ellos se merecen. Te conozco y sé que deseas encargarte de ellos tú sola. pero tuvimos in año completo sin nuestra vainillita y no quiero perder otro. 

-Jorge, espera, ¿Acaso deseas llamar a la policia? ellos nos hicieron de la peor forma.

—Discúlpame. Si quiero proteger a nuestra vainillita, pero es mí deber hacerlo.

-Mí deber como esposa es impedir que tú arruines en lo que tanto está trabajando nuestra vainillita.

-Está bien, acepto que estoy preocupado por el problema que vaya a suceder.-dijo 

-Cariño, escucha. No es que el problema no tenga solución, es que todavia piensas que no hay problema. Solamente confía en lo que vamos hacer cada uno deben caer es su castigo cada acción trae una reacción.

-Tienes razón, debemos tener paciencia.




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