Te tocó ser la oveja que se enamoró del león, y me duele más de lo que imaginas haber estado tan cerca a ti, todo el tiempo que compartimos y saber que no volveremos a tener esos momentos.
Todo comenzó cuando entraste al salón y finalizó con tu entierro, pero es tan doloroso pensarlo que prefiero evitarlo. Mejor recuerdo todo lo que vivimos, aunque sin querer, muchas veces regresan los pensamientos negativos a mí.
Editado: 26.03.2023