La Parte Más Dura Es Dejarte

CAPÍTULO CUARENTA Y UNO

Bianca estaba congelada mirando a Liam, quien acababa de pedirle una oportunidad, ya estaba separada de Mark y nada se lo impedía. 

Simplemente quería la oportunidad de hacerla feliz, de borrar esa tristeza en sus hermosos ojos verdes. Él amaba a Andrew y Amber, como si fueran suyos. Bianca se había vuelto su todo desde el día que la vio entrar en su consultorio. 

— ¿Bianca? —ella parpadeó regresando a la realidad. 

—Liam, es que yo... mis hijos... —entonces volvió a besarla, había querido hacerlo desde la noche del cumpleaños de los mellizos. Cuando se recuperó de la impresión Bianca le correspondió, no se comparaba con el beso anterior. Después de unos minutos se separaron. 

—Bianca yo... —ella lo miró con sus mejillas sonrojadas— solo quiero una oportunidad, por favor. 

No recordaba haber rogado antes, jamás, pero esta vez era diferente, estaba enamorado de ella. Sabía que Andrew y Amber siempre serian su prioridad y lo único que no era de su agrado era que tuviera que convivir con Mark, pero quería estar con ella. 

Bianca no sabía qué hacer ¿Era hora de darse una oportunidad? ¿Era hora de intentar ser feliz? 

—Esta bien, creo que podemos intentarlo. 

—¿Es en serio? —Liam casi gritó y una enorme sonrisa apareció en su hermoso rostro y haciéndola sonreír, el castaño soltó un grito de victoria y se levantó llevándola con él. 

Entonces volvieron a besarse una y otra y otra y otra y otra vez. 

—Liam solo una cosa más —dijo en cuanto pudo separarse de él— sólo llevemos las cosas lento ¿sí? Necesito estar bien con mis hijos y que ellos entiendan y estén preparados para aceptarte en nuestras vidas 

—Lo haremos como tú consideres mejor —Liam volvió a besarla y esos eran buenos besos, trato de olvidarse de lo que sucedió antes, cuando al besarlo había olvidado que era él. 

 

 

 

 

 

****** 

 

 

 

 

 

— ¿Amber? —Mark entró a la habitación de su hija, en el nuevo apartamento había puesto cuartos independientes para sus hijos— ¿Que haces aún despierta? 

—No podía dormir papi.

Mark suspiro y entro, sabía que Amber la estaba pasando mal y era total y completamente su culpa. Se sentó en la cama y su pequeña pelirroja se acurrucó contra él. 

—Papá ¿Por qué ya no puedes vivir con nosotros? 

Mark no sabía que decir, no creía prudente contarle a una niña de siete años lo ocurrido con su madre, pero tal vez sería lo mejor y así comprendería mejor a Bianca. Tomó a su hija en sus brazos y se acercó en la cama junto a ella. 

—Hace muchos años, antes de que ustedes nacieran, tu madre y yo tuvimos una muy fuerte pelea. Había una mujer que deseaba separarme de tu madre, me hizo creer que ella no me amaba y yo fui muy, muy, muy tonto al creerle. 

Entonces Mark le contó todo, claro que con palabras simples y sin muchos detalles sólo lo necesario. 

— ¿Por eso vivimos allá? ¿No fue porque estuvieras haciendo cosas importantes? 

—Me temo hija, que tú madre fue demasiado buena respecto a eso, pero yo la lastime, la lastime al no creer que ustedes eran mis hijos, ella estaba en todo su derecho de irse —Amber miraba fijamente a su padre— y escucha Amb, ahora que ella y yo estamos separados, Bianca puede estar con quien quiera, con Liam incluso, ustedes lo quieren ¿cierto? 

Amber se quedó callada un buen tiempo pensando en lo que su padre le había contado, era algo que no distaba mucho de lo que ella y su hermano habían pensado, eran chiquitos pero no tontos y habían escuchado muchas conversaciones. 

—Pero... papá, aunque pensabas que no éramos tus hijos ¿Amabas a mamá? 

—Por supuesto, simplemente estaba muy enojado y me sentía frustrado, pero seguía amándola. 

Amber volvió a mirarlo, era tan parecida a Bianca, que dolía. 

—Y ¿Ahora?

Mark tardó en responder ¿Que podría decirle a su hija? 

—Sí, aún la amo. 

Entonces Amber sonrió y lo abrazo, porque a pesar de todo aún tenían una oportunidad. 

 

 

 

****** 

 

 

 

Dos semanas después Bianca fue a visitar a su hermano, Andrew y Amber habían regresado a ser los mismos niños de antes y ella estaba agradecida con Mark por haber hablado con ellos. 

—Bueno hermanita a que hora soltaras eso que te atormenta —comenzó Luke sorprendiendola. 

— ¿Yo? Nada, nada, ya sabes las gemelas con los preparativos me traen loca. Luke miró a su hermana menor, sí quería despistarlo de ningún modo resultaría, la conocía bastante bien. 

—Bianca... 

—Agh, está bien, está bien, estoy saliendo con Liam. 

Luke sonrió y después escupió el trago que le había dado a su vaso. 

— ¿Que? Pero los niños… 

—Tranquilo Luke, ellos aún no lo saben, Liam acepto que lo lleváramos lento, que los niños se hicieran una idea y después hablaré con ellos. 

Luke miró a su hermana, pero ella no lo hacía, se quedaron así un rato esperando a que se recuperará de la impresión 

— ¿Y Mark? ¿Ya lo sabe? Bianca se sorprendió que su hermano preguntará por su ex esposo pues estaba claro que no lo soportaba. 

—Cuando llegue el momento se lo diré, de todos modos a él no debería importarle. 

Luke vio a su hermana salir molesta pero la dejo ser, entendía lo complicado de la situación y solo podía estar junto a ella para apoyarla cuando lo necesitara. 

 

 

 

 

****** 

 

 

 

 

Sonreía, sonreía porque todo había salido perfecto, tenía lo que quería y nada podría cambiar lo que había hecho. Corría por su cuenta que sus planes salieran a la perfección 




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