La Parte Más Dura Es Dejarte

CAPÍTULO CINCUENTA Y SIETE

Los primeros minutos fueron un caos, Mark había vuelto a cerrar los ojos y Bianca había corrido por la primera enfermera que encontró. 

Después una sucesión de médicos entraron y salieron de la habitación.

— ¿Está bien? ¿Le sucede algo?

—Tranquila señora Turner, es normal que haya perdido el conocimiento nuevamente, parece que su actividad cerebral comienza ser normal, su pulso mejoró está estable, sin embargo está muy débil la enfermera dejara una botella de agua y una jeringa, dele una porción cada hora, no puede beber mucho, aún menos levantarse tiene demasiadas heridas que aunque están sanando bien no podemos arriesgarnos. También puede estar un poco desorientado, regresaremos en un  par de horas.

—Esta bien, no hay problema yo me encargo.

Después de ajustar varias cosas más las enfermeras lo dejaron solos. Bianca se acercó y se sentó el cama con cuidado, sentía un nudo formarse en su pecho, pero esta vez de felicidad, Mark había despertado, no pudo evitar pasar sus dedos por su cabello. Habían tenido que rasurarlo debido a los tubos pero ahora se comenzaba a notar un rastro de barba.

—Estoy tan feliz de que hayas despertado.

Volvió a sentarse en el sillón, sabía que tenía que avisar a todos, pero quería verificar que realmente estaba bien. 

¿A quién engañaba? quería permanecer más tiempo con él. Paso las siguientes horas viéndolo dormir y despertandolo lo justo para que bebiera.

—B-Bi-a-an-c-ca —Mark había hablado, pero no había abierto los ojos.

—No hables Mark, tienes la garganta lastimada y reseca —él levantó la mano y trató de quitarse la delgada cánula del oxígeno— Tampoco te quites eso.

Bianca se acercó para retirarle la mano y darle un poco de agua, Mark se lla sostuvo  y ahora sí abrió los ojos.

— ¿Qué sucedió? ¿Y Andrew?

—Él esta bien Mark, cuando, cuando... Tiffany  me disparo, Andrew se alejo... —Bianca acercó la jeringa a su labios y lo obligó a beber.

— ¿La atraparon? —preguntó en voz baja y rasposa.

—No, estaba más preocupada porque te desangrabas en mis brazos —Mark la miró.

—Me siento tan aletargado... ¿Por qué no has dormido Bianca? Te ves tan cansada y pareces más delgada.

Bianca soltó un bufido molesta.

— ¡Por Dios! Mark Andrew Turner Tercero, estuviste a punto de morir, yo creí por un momento que... has estado en coma cariño  por más de un mes.

—Eso explica por qué me siento así ¿Estuviste aquí?

Bianca sonrió.

—Por supuesto que sí, ahora deberías dormir, aún no estás bien y en cuanto les avise no te dejarán solo por mucho tiempo, Andrew y Amber se volverán locos.

En la mañana todos abarrotaron la habitación, Bianca miraba feliz como sus hijos se abrazaban a su padre. Sabía lo difícil que era crecer sin su padre, sus hijos ya lo habían experimentado una vez, no lo volvería a permitir. 

 




****** 
 




Quince días después de que despertara los doctores lo dieron de alta.

—¡Por fin me puedo ir de aquí!

Bianca sonrió mientras terminaba de guardar sus cosas con ayuda de Amber y Andrew.

—Papi, Leila y yo te hicimos una invitación para nuestro cumpleaños, serás el invitado de honor. 

Andrew sonrió, cuando había pasado la euforia Mark había pedido quedarse a solas con su hijo, cuando volvieron a entrar supo que algo había cambiado entre ellos. A nadie le había importado el paradero de Tiffany aunque la policía siguiera buscándola, lo importante era tener a Andrew y a Mark con ellos. 

—Bianca ¿Y Kate? —Bianca suspiro antes de responder.  

—La ha estado pasado muy mal Mark, espero que puedas convencerla de que nada de esto es su culpa.

Uno de los enfermeros ayudó a la familia a llevar a Mark hasta el auto.

—Espero poder dormir, estoy muerto.

— ¡Pero ya dormiste mucho papá! —todos comenzaron a reírse. 

No tardaron mucho en llegar a casa de Lucille y Peter. Con cuidado Bianca lo ayudó a entrar a la casa, ya podía caminar pero con muchísimo cuidado y sin hacer demasiados esfuerzos.

—La edad ya no me ayuda ¿cierto?
Bianca comenzó a reír.

—No, ya no nos ayuda.

Andrew y Amber se adelantaron.

—Oye Bianca espera —la pelirroja se detuvo y lo miró— ¿Y Miranda y Katrina?

Bianca hizo un esfuerzo para no fruncir el ceño.

—Como firmaste las autorizaciones antes de que esto sucediera, se han encargado de todo y Katrina, ella se fue a China en la fecha establecida, Miranda la supervisa desde aquí. 

—Perfecto, gracias.

Bianca quedó satisfecha con su respuesta y reanudaron la marcha. La casa estaba en silencio, cosa que Mark agradeció, aún no se sentía demasiado bien.

— ¡SORPRESA!

No podía creerlo, toda su familia y amigos estaban ahí. Todo mundo estaba ahí, con un enorme cartel que decía bienvenido.

Incluso Liam había asistido, más por Bianca y los niños que por él.  

Cada uno de los presentes se acercó a él. La alegría parecía a ver regresado a la familia. Mark no podía separarse de Jane, estaba fascinada con la panza de su hermana, sí no pudo ver a Bianca, disfrutaría un poco con su hermana. Miranda había sido la encargada de mantener las risas el resto de la tarde.

— ¿Entonces, ahora que vamos a hacer? —preguntó Jenna— Mark aún no ha recuperado sus fuerzas, creo que es claro que no puede estar viviendo solo.

Los Turner comenzaron a discutir entre ellos, mientras los Sullivan observaban. Liam se había mantenido ajeno a la plática. Mark estaba recostado en la sala con los niños.

—Yo había pensado —habló Bianca— y creo que lo mejor es llevarlo a casa —todas las conversaciones se silenciaron— hay una recamara en la planta baja, y la casa es adecuada, ustedes...

—Bianca ¿podemos hablar?

Todos se giraron a ver a Liam, la pelirroja se levanto y salieron de la sala y fueron a uno de los despachos.

— ¿Qué crees que haces Bianca?

— ¿A qué te refieres?

El castaño se acercó furioso a ella.

— ¿A qué me refiero? estos dos últimos meses he visto como corres a sus brazos una y otra vez ¿Y yo? se supone que teníamos algo, que estaba aquí para ti, pero no, ni siquiera cuando fue su culpa que se llevaran a tu hijo y ahora simplemente te la pasas pegada a él. Entonces ¿Qué? volverán a jugar a la familia feliz. 

—No tienes porque hablar de se modo Liam —su voz sonó calmada, pero era obvio que estaba furiosa— todo esta situación ha estada más allá de nosotros ¡Me salvó la vida! Casi muere por atravesarse entre esas balas y yo.

— ¡Y una mierda! ¡Ahora San Mark es el salvador! ¿Qué no lo ves? Él fue el que te puso en peligro. Lo siento pero ya no puedo soportarlo más ¿Tanto te interesa él? Pues entonces ya está, olvida lo que teníamos. Lo que sea que haya significado para ti se terminó.

Todos en la sala guardaron silencio sabían que estaban peleando. Las gemelas trataron de reiniciar la plática para que Bianca no notara que había escuchado todo. 





 




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