La Pasión de mi jefe [saga Italianos #2]

Capítulo 6

— ¿Pasa algo? — levantó mi mirada de la cafetera y suspiró.

— no dormi bien — Salvatore presiona un poco mi hombro.

— conduce con cuidado — centra su mirada en la carpeta que tiene en sus manos y se acerca a la mesa de la cocina.

— ¿Qué es eso? — él me mira y se encoge de hombros.

—el presupuesto del restaurante —  muerdo mi labio inferior. El sueño de Salvatore es levantar el  restaurante que perteneció a nuestro padre.

— ¿Es mucho? — asiente y se deja caer en la silla.

— Alessio ha ofrecido prestarme el dinero.

— pero tú no quieres — Salvatore asiente y me observa.

— no deseo que piense que me aprovecho de su amistad.

— no creo que lo piense, ustedes son amigos.

Mi hermano no responde, él era un poco orgulloso.

— pero si él es el único que nos pueda ayudar para que cumplas el sueño de papá, yo te ayudaré con los pagos — él niega.

— suficiente haces con pagar el internado de nuestra hermana — pasa una mano por su cabello y está leyendo los documentos — veré que habló con Alessio, olvidé decirte que me ha pedido quedarse en el apartamento por unos dias, mientras terminan unas reparaciones en su apartamento — la taza ha quedado en el aire, giró mi cabeza hacia Salvatore. Esto debe ser una broma, si ese hombre poseia dinero, bien podia ir a alojarse en un hotel de cinco estrellas. Cierro los ojos y estoy segura que tendré un fuerte dolor de cabeza.

— lamentó informarte con poco tiempo — pongo la taza en la encimera, nada pasara por mi garganta estoy segura.

— ¿Cuándo viene?

— hoy por la noche, sólo será un par de dias —no respondí, el apartamento no era sólo mio. Ambos pagabamos el alquiler y compartiamos gastos.

— debo marcharme — sali apresurada de la cocina, hacia mi habitación. Recogí mi bolso y sali del apartamento.

Todo el camino hacia la empresa, lo hice un poco distraida y daba gracias al creador por que no permitió que tuviera algún accidente.

Cuando subi al piso donde estaba la oficina de León y mia, me deje caer en mi silla y bajé el rostro.

No sé cuánto tiempo estuve asi, pero me sentia preocupada, Alessio, un hombre de quién estuve enamorada años atrás, nuestra relación fue maravillosa por un tiempo pero luego se torno gris, cuando él tenia que viajar por una maestria a Estados Unidos, sufri mucho mientras se acercaba el dia de su marcha y cuando ese dia llegó senti que moria de dolor.

Por acuerdo mutuo, era mejor que yo no fuera al aeropuerto para no verlo partir pero igual me rompió el corazón.

— ¿Viste el periodico? — levantó el rostro y León está en el umbral, su ceño fruncido, ambas piernas separadas, en una de sus manos llevaba el periodico

— no — se acerca a mi y su rostro irradia total hostilidad.

— ¿En serio? — lo deja en mi escritorio y se dirige a su habitación, cerrando de un portazo.

Veo que el periodico viene doblado en la página de sociales y lo extiendo, repaso cada información que viene plasmada y cuándo pienso que León desvaria.

Mis ojos se abren en la nota:

Y al fin parece que el heredero de los Amoretti ha sentado cabeza... si señoritas y nadie me lo contó, me lo encontré en la tienda Mundo de Bebé. Andaba comprando los muebles para su futuro hijo... si, la misma madre me confirmo que tendrán un hijo varón.

Deje de seguir leyendo,esto era una total locura.
¿Yo embarazada? Con la única persona que hable en la tienda fue con aquella mujer extraña.
 




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