La Pasión de mi jefe [saga Italianos #2]

Capítulo 11

La observó marchar y sonrió, miró mi reloj de pulsera y tomó el vaso de vodka para dar un último trago.

— ¿Se retira señor? — el jefe de meseros, me entrega el sobre que guardo en mi bolsillo.

— si, gracias por los servicios — me detengo — ¿No era tequila verdad?

— no señor, creo que todos entendimos el mensaje en la reunión, nada de alcohol por el bebé... por que — jala el cuello de su camisa — rodaran cabezas.

— asi es, ¿Hicieron lo que pedi?

— si señor — le entregué una generosa propina y sali del restaurante.

Cuando sali del ascensor y miré hacia el pasillo Fiorella estaba frente a la puerta de su habitación, volvio a introducir la llave electrónica y asomó la cabeza para volver a cerrar la puerta.

— ¿Pasa algo?— da un saltó y me mira sorprendida.

— creo me he equivocado de habitación, pero la llave entra bien.

— ¿Por que te has equivocado?

— eso — apunta a la habitación — parece un santuario y no la habitación que dejé, no me dio tiempo de arreglar la ropa de la boutique y seamos honestos dejé un alboroto peor que cuando el demonio de Tazmania pasa por un lugar — se encoje de hombros.

— ¿Puedo ver lo que te tiene confundida? — ella asiente, muerdo mi labio inferior... Fiorella era tan inocente... ¿No habia entendido el mensaje?

Introduzco la llave y abro la puerta.

— ¿Ves? — apunta la entrada — hay una alfombra de pétalos de rosas, mira el camino hacia la cama, son candelas rojas encendidas como si....— me mira, creo hasta ahora su mente hizo clic.

— como si la habitación estuviera preparada para una maravillosa noche — complete por ella, cerré la puerta de la habitación y la atraje hacia mi pecho para besarla pero está vez sin interrupciones — te quejaste de que no te di una increible noche cuando estuvimos juntos, pienso arreglarlo.

Ella estaba sorprendida, asi que aproveche para cargarla y llevarla a la cama, creo que se emocionaron mucho los del hotel, la cama estaba llena de pétalos.

La acomode con cuidado y la mire a los ojos, la única luz de la habitación era la de las candelas, proyectaban imágenes en su rostro.

Descendi mi cabeza y la bese lentamente, mientras mi mano acariciaba sus piernas.

Fiorella

¿Esto es real? León preparó la habitación para mi, la habitacion olia a vainilla mezclado con el olor de las rosas, su boca no soltaba la mia mientras sus dedos hacian estragos en mi cuerpo, cada caricia dejaba un rastro de fuego, mi cuerpo estaba más que listo para recibir a León pero él se estaba tomando su tiempo, aún ambos estabamos vestidos...¿Me bebi el tequila? Ambos estabamos sobrios y estabamos en la cama.

Bueno si estaba soñando, tambien tomaria provecho y no seria pasiva, dirigi mis dedos a los botones de su camisa y no soporte la idea de ir desabrochando botón por botón, sin preámbulo la abri como siempre imaginaba que hacia con León, los botones saltaron pero él no dijo nada, abri la camisa y acaricie su pecho, mis dedos hormigueban increíblemente, como deseaba a este hombre.

Él se enderezo y me observó, para sonreir, tomó el borde de mi vestido y lo empezo a subir pero cuando llegó a mi cabeza, ahi lo dejó, trate de sacarlo pero mis brazos estaban trabados ¿Que pretendia?

Doy un respingo al sentir sus dedos apartar mi ropa interio... ¿Lo iba a hacer? Suelto un jadeo cuando siento su boca en mi parte intima, León me estaba haciendo muy feliz... de hecho inmensamente feliz.

Cuándo mi cuerpo estalló en mil pedazos, me sentía tan relajada y él quitó el vestido, sus ojos me miraban divertidos, besó mi boca profundamente y jadeo en su boca al sentir que ha entrado en mi, esto era maravilloso, mi cuerpo lo está recibiendo muy hambriento, sujetó mi mano y sin dejar de verme, León Amoretti me llevó a las estrellas y no sólo una vez. Fueron muchas veces.

León

Me levanto de la cama al alba, miró a Fiorella que está profundamente dormida.

No sé que rayos me ha pasado con ella, yo no acostumbro acostarme con nadie que trabaja para mi. Pero con Fiorella era distinto, mi presión arterial subia cuando estaba cerca, me sentía posesivo, cavernícola total.
Cómo el hecho de que no confiaba en ella en que estaba protegida, no había dicho nada de que estuvimos juntos. Asi que debia velar por ella por si habia quedado en estado. Yo no queria hijos, en mis planes no estaba ser padre pero no permitiria que un hijo mio sufriera.

Me dirijo al baño y me doy una ducha, cuándo salgo con una toalla alrededor de mi cintura, ella se ha movido. Su mejilla descansa en su mano. La contemple y me pregunté que hechizo estaba ejerciendo Fiorella, yo era de los que se marchaban y no se quedaban a pasar la noche.

Sacudo la cabeza y salgo de mis cavilaciones cuando el teléfono de la habitación suena, me dirijo a el y la chica de la recepción se ha quedado muda.

— «lo siento señor Amoretti, creo marque la habitación equivocada»

— ¿Qué pasa? —respondo.

— «la señorita Rinaldi, tiene una llamada» — La miró sobre mi hombro.

— ¿Quién es? — apreto el auricular.

— « el sr. Alessio... — no la dejé terminar.

— dile que la señorita no está en el hotel, no conoces su destino y por favor no pasen más llamadas — colgué furioso.

Era el colmó, ¿Qué pretendia Alessio? Busqué mi ropa rápidamente y sonrei al sentir el sobre, después de todo no ocupe la llave extra, habia entrado con la de Fiorella.

Termine de vestirme y la miré por última vez, antes de salir de la habitación.
 




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.