Cuando tu mente esté navegando en aguas profundas…
no te desanimes. Eso me digo cada día.
Porque la vida no es sencilla, ni perfecta,
y mi vida… ha sido una tormenta constante.
Mi mente y mi cuerpo nunca han sido un equipo.
Uno corre, otro se rinde.
Uno grita, otro se apaga.
Y yo… quedo atrapada en medio de esa guerra silenciosa.
Mi mente susurra miedos y grita inseguridades,
mientras mi cuerpo se levanta por costumbre,
respira por obligación
y finge estabilidad para que el mundo ignore el caos.
A veces me miro al espejo
y el reflejo confirma lo que el dolor sentencia:
“No soy suficiente.”
Y aunque intento negarlo,
hay días en que lo creo.
Pero aquí estoy.
Avanzando como puedo,
con miedo, con heridas,
pero avanzando.
Porque hay una parte de mí, tan pequeña como una chispa,
que se niega a extinguirse.
Esa chispa es mi esperanza,
mi fuerza,
mi razón de seguir.
Por eso escribí este libro:
porque nadie debería sentirse sola en su propia mente.
Porque las cicatrices internas también necesitan ser escuchadas.
Porque sobrevivir a uno mismo
también merece ser contado.
Este libro es para ti:
que luchas en silencio,
que lloras pero te levantas,
que crees que no puedes…
y aun así sigues aquí.
Aquí encontrarás verdad.
Heridas.
Miedos que arden.
Pero también…
supervivencia, amor propio en proceso
y lo hermoso de no rendirse.
No es un libro triste:
es un libro valiente.
Aquí se cae.
Aquí se llora.
Aquí se siente.
Pero también aquí se sana.
Gracias por abrir estas páginas.
Gracias por quedarte.
Gracias por existir a pesar del dolor.
Que estas palabras te acompañen
cuando tu mente navegue
en aguas profundas.