La pequeña del Alpha. ©

Búsqueda

Día presente...

 

La chica de cabellos azabache se acerco a la puerta, llevaba en sus manos muchas hojas de papel, la puerta de roble se abrió, la mujer con expresión cansada y llena de angustia le recibió.

La chica, bajó la mirada, aún el sentimiento de responsabilidad y culpa le carcomían el alma y martillaban su corazón.

-He traído los volantes que faltaban Señora "J" - los dejo en la mesa del recibidor.

La mujer le sonrió débilmente mientras se sentaba en el sofá y prendía un cigarrillo; hábito que creyó jamás volver a retomar.

-¡Diablos! Éste clima empeora más y más... Es tan deprimente -

La chica miró algunos papeles en la pequeña mesa frente a ella, muchos tenían la foto de su mejor amiga. Tomó uno de ellos, la caligrafía era la misma del inspector de la comisaria de E.Y.

Mordió su labio inferior, un nudo se formo en su estómago.

-Gracias Mía, en verdad, me has ayudado mucho.. No sé, que habría hecho sola - su mirada, cansada y enrojecida, bailaba entre sus cuencas evitando así derramar mas lágrimas. Pero era imposible, no podía evitarlo, sentía que su vida había terminado, que ya no tenia sentido alguno.

Mía, con mucha pena y dolor la abrazo fuerte, tratando de transmitirle fuerzas y valor.

Pero, ¿como? ¡¿Como podrían continuar?!

Odette, simplemente había desaparecido de Londres. Parecía que la tierra se la había tragado.

Mientras abrazaba a la devastada mujer, su mirada se perdió en el vidrio de la ventana, podía ver como las gotas gruesas de la lluvia comenzaban a repiquetear en la misma. No podía creer como sus vidas habían cambiado de la noche a la mañana.

Esa noche.... En ésa fiesta"....

Tres meses antes...

< Flashback >

Mía se había acercado al minibar para servirse un trago, muchos chicos le dirigían miradas insinuadoras que ella no ignoró, realmente le había echó falta tanto salir y divertirse, se sentía de nuevo en el juego.

La bebida le vino de maravilla, sentía sus músculos relajados y se sentía con más ánimos para coquetear esa noche.

Decidida en pasarla bien, regreso con su vaso de cerveza y uno extra para Odette, sin embargo esta ya no estaba junto a la piscina. Extrañada, regreso adentro, púes, dudaba que hubiera decidido meterse al agua.

El lugar estaba plagado de personas, era difícil pasar entre estas sin derramar las bebidas. Buscó y buscó, pero nada.

¡Claro! Típico de Odette salir huyendo antes de la diversión.

< ¡Diablos! Odette, al menos espero que ese bombón te allá visto, si no, esto no sera divertido >

Sin pensarlo mas, decidió tomar su abrigo y salir, esa fiesta en definitivamente no seria "fiesta" sin la castaña.

A la mañana siguiente... El infierno comenzó.

Odette no apareció, ni en el edificio de la preparatoria ni en casa de su madre, lo mas extraño fue que Hérmes tampoco.

Después de las obligadas veinticuatro horas, comenzó la búsqueda, los interrogatorios, las visitas domiciliarias.

Sus vidas cambiaron y dieron un giro de 180°grados. Simplemente, ella no apareció.

Mientras tanto, el inspector de E.Y no había abandonado a la destrozada mujer.

-¡Como es posible que no tengan información de ese hombre! - exclamaba la madre de Odette. Sin entender como era posible que todos y cada unos de los registros sobre Hermes Cold fueran falsos. La mansión que hasta esa noche había estado habitada, de la noche a la mañana había sido arrasada. Como si nadie la hubiera habitado.

Había sido rentada bajo un nombre falso. Todos los documentos de la preparatoria era falsos.

¡¿Quien jodidos era este tipo?! Y mas importante aun ¡¿Tendria algo que ver con la desaparición de Odette?!

Testigos esa noche argumentaron que sí. Esa noche Odette había estado en compañía de Hermes Cold. Y así como así, habían desaparecido.

-Trabajamos tanto como podemos Señora "Jones", este tipo es astuto, ha estado falsificando documentos y eso es un delito, en cuanto se descuide le caeremos encima como a Hiroshima... No descansaré hasta encontrar a su hija y traerla sana y salva - era un hombre con la mirada dura y tan feroz como para seguirle la pista a este tal Hérmes Cold.

Todo apuntaba a él.

Mía, no podía dejar de sentirse culpable por no haber indagado mas esa noche hasta dar con ella y llevarla a casa. Pero, como alguien puede predecir algo así. Como alguien que a simple vista parece ser un "chico agradable" puede resulta en un criminal.




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