La pequeña del Alpha. ©

La daga que atraviesa el corazón


Aviso: De ahora en adelante la historia se desarrollara en tiempo presente, con algunos Flashback de los personajes. Así que si desean saber que fue lo que paso a Odette mientras estuvo cautiva de Hérmes y como supo del engaño, pienso hacer unos capítulos "extras" al finalizar la historia y así sepáis lo que ocurrió ¿vale? Sugerencias son bien recibidas así como las críticas constructivas 😁😉 No me espantan ni me desaniman, al contrario me ayudan mucho. Bueno, a lo que
hemos venido jejeje
continuemos ..."

 

Extrañamente no había podido alejar el sentimiento de que "algo" o "alguien" vigilaba sus movimientos. No era paranoia. Sabia que ojos ocultos la vigilaban. Y eso le ponía los pelos de punta. Hérmes se había puesto como loco cuando logro salir de la manada, si averiguaba que estaba en cinta, seria peor. No podía siquiera imaginar a ese hombre colérico, por ocultar algo tan importante como el que seria "padre".

Había decidido ir un rato a caminar por el parque del barrio, era pequeño y siempre había personas al rededor, así al menos no se sentiría tan "sola". El aire era frío, propio de los meses iniciales del año. Sentada en esa banca, miraba a los pequeños divertirse en compañía de sus padres.

No podía alejar de sus pensamientos las palabras que kelvin le había repetido esa noche cuando regresaron del centro comercial.

< Flashback >

- Sera mejor que entres.. A fuera hace un poco de frío, te podrías resfriar - acomodo la bufanda alrededor de su cuello. Sus dedos rozaron su cuello, estremeciendo su cuerpo ya que estaban fríos.

- Gracias... En verdad, kelvin, yodo esto no era necesario - levanto un poco las bolsas con cosas de bebé.

Sonriente kelvin, tomo sus manos con las suyas. La miro a los ojos. Esos ojos azules muy bellos.

- Es lo menos que puedo hacer... Además, quiero que ese bebé tenga todo cuanto pueda. Tanto tu como él. Estoy seguro que sera un "chico" muy fuerte -

- ¿Que te hace pensar que sera un niño y no una niña? -

- Intuición, supongo, no lo sé. Y fuerte, se que lo sera, pues su madre es una mujer muy valiente. Y muy fuerte - le sonrió de lado. Sus cabellos rubios se movían ligeramente con el aire frío de la noche.

Sintió sus mejillas calentarse y sonrojarse. Un cosquilleo se planto en su vientre. Era cálido y pequeño.

De pronto sintió las manos de kelvin en su rostro. Su mirada estaba clavada en sus pupilas. En verdad era muy guapo. No podía imaginar que estuviera aun soltero.

- Odette... Sabes de antemano lo que siento por ti. Pero... ¿Que es lo que "puedo"esperar si continuo parado en tu puerta? -

Jamas esperó ese "cuestiónamento". De hecho no esperaba algo así.
Jamas fue una persona vana y superficial. No como esas chicas de la preparatoria. Que gustaban de jugar con los sentimientos ajenos.




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