Queridos lectores
Gracias por abrir este pequeño libro y dejar que Perchita entre en su corazón.
Este cuento nació del deseo de recordarnos que, incluso los objetos más simples, esconden grandes sueños. Y que todos —grandes o pequeños— tenemos derecho a imaginar, jugar y volar más allá de lo esperado.
Gracias por soñar junto a ella.
Gracias por creer que lo imposible también tiene alas.
Con cariño,
Reb Liz