EL GENIO BRILLÓ EN SUS OJOS. Christian se preguntó cómo había cambiado de tema tan completamente, dada su elección, estarían hablando de carreras o de lo atractiva que la encontraba. Hasta ahora no habían hecho nada de eso.
—Le diré al personal que mantengan a los gatos fuera de tus habitaciones tanto como sea posible, —añadió el.
—¿De verdad, lo harías? Eso sería genial. —Helena miró hacia la bañera. —Si no me hubieras tentado con un baño como este, probablemente habría regresado a mi caravana. Pero esto es bastante irresistible.
Ósea, que ella podría resistirse a él. pero no a su bañera. Eso ponía las cosas en perspectiva.
—Sobre tu estancia aquí, —dijo el, decidiendo que las carreras eran el tema más seguro. —¿Tendrás que estar en el circuito todos los días?
—Sí. Hay muchos traseros que tendré que patear en el circuito.
—Estoy seguro de que mis hombres disfrutarán aprendiendo de ti. —le dijo, ignorando la suposición de que ella continuaría superándolo. Iba a asegurarse de que eso no sucediera.
—Oh, van a aprender, les guste o no el proceso.
—Pondré a tu disposición un coche y un chófer. Simplemente dile al conductor a dónde quieres ir y él lo llevará allí.
La boca de Helena se abrió.
—Estás bromeando, ¿no? ¿mi propio conductor?
—Puedes compartirlo si quieres.
Ella rió.
—No, está bien. Como dije antes, realmente podría acostumbrarme a esto.
—Espero que disfrutes tu estancia en Isla Oscura.
Él asintió con la cabeza y se fue. Si bien había mucho más que decir, no era el momento. Más tarde, cuando hubiera decidido su estrategia, le hablaría de algo más que de su trabajo. Descubriría los secretos de la hermosa mujer que conducía rápido como el viento y se movía con una gracia entre los gatos que encontraba tan desagradables. La conocería en su cama. También la superaría en el circuito. Para ser honesto, no estaba seguro de cuál disfrutaría más.
HELENA TERMINÓ DE SECARSE EL PELO y dio un paso atrás para admirar el efecto.
—No está mal, —murmuró a su reflejo, mientras se hacía un rizo. Siempre había sido una chica de pelo largo y la falta total de humedad en la isla significaba que no corría el riesgo de que su estilo cuidadosamente peinado se desinflara.
Casi una hora en la enorme bañera la había relajado. Ahora descansada, vestida con un vestido veraniego y todavía con el desfase horario del viaje del día anterior, aun se sentía cansada e inquieta.
—Deberíamos dar un paseo, —le dijo a Venus mientras regresaba a la sala de estar de la suite. —Un par de vueltas en esta habitación casi lo haría, ¿eh?
Ella sonrió mientras hablaba, luego giró en círculos mientras admiraba los elegantes muebles de estilo occidental y las hermosas pinturas. Había una gruesa alfombra oriental junto al sofá y un comedor a la derecha. La vista era la más espectacular que jamás había visto.
—Ha esto lo llamo yo, buena vida—dijo mientras tomaba a Venus en sus brazos. —Está muy bien, ¿qué tal si damos un paseo rápido afuera y luego averiguamos qué hacemos con la cena? Quiero decir, ¿Tendrá el castillo servicio de habitaciones? Debería haberle preguntado al pobre anfitrión sobre eso. Lo habría hecho, si él no hubiera sido tan alto y tan guapo mientras le mostraba la suite.
—Ese hombre es todo cachas—le dijo a su perrita mientras lo sacaba al corredor—Ojalá fuera mi estilo.
No es que Helena tuviera un tipo de hombre especifico. Eso requeriría un nivel de participación que nunca había tenido.
—En mi próxima vida seré un imán para los hombres —se dijo a sí misma—. Se tropezarán unos con otros para atraparme. Pero hasta entonces, solo eran ella y su Venus. Helena caminó hasta el final del pasillo y bajó las escaleras. Tenía un buen sentido de la orientación y pudo encontrar el camino al jardín en menos de cuatro minutos.
El exuberante espacio cultivado parecía más grande. Los diversos jardines se mezclaban unos con otros, los setos de jardines ingleses más formales daban paso a serenas piscinas rodeadas de un desorden tropical. Dejó a Venus en el suelo, mirando cuidadosamente a ambos lados y vigilándolo para no ser acorralada y atacada por gatos merodeadores.
Editado: 07.01.2023