Capítulo 43: ¡Él quiere castigarla!

La reunión de la tarde terminó alrededor de las cinco y media.
“Señor Fu, que tenga un buen camino.” Su Xi dijo mientras acompañaba a Mark hasta el coche. Mark tenía una cena más tarde y su acompañante ya lo estaba esperando en el restaurante para cenar juntos.
Después del interrogatorio en el coche de hoy al mediodía, Mark la había ignorado, a menos que fuera necesario hablar, no le dirigía ni una sola mirada. De hecho, para Mark, ella no era muy importante; siempre podía encontrar a otra mujer para acompañarlo, no le hacía falta ni sobraba.
Una vez que Mark entró al coche y se cerró la puerta, el coche se alejó rápidamente.
Su Xi miró el coche que se alejaba hasta que giró y desapareció, luego dejó escapar un suspiro.
Sentía una mezcla de opresión en el pecho y alivio, una sensación muy contradictoria.
Sacó el teléfono de su bolso y marcó el número que había guardado hoy.
“Hermano mayor, ¿en qué restaurante estás?”
“Bien, voy enseguida.”
Durante la cena, Wang Xi y Su Xi hablaron mucho sobre el tiempo que pasaron estudiando juntos. En ese entonces, Su Xi estaba sombría y deprimida; en solo una semana en la universidad en Francia, ya había causado un gran revuelo, y los amigos extranjeros elogiaban a la belleza china que parecía un hada, pero ella no se daba cuenta y siempre tenía una expresión fría y no hablaba. Durante mucho tiempo, la gente no sabía si la belleza fría china que había desplazado a la reina de la belleza de la anterior generación había perdido ya su capacidad de hablar.
Pero Su Xi no se preocupaba en absoluto y seguía siendo ella misma.
Fue entonces cuando el mayor de un año, He Jingyu, apareció en su vida, dándole calidez, comprensión, y el consuelo más tierno en el punto más bajo de su vida.
Ni siquiera ella sabía qué habría sido de ella si no hubiera conocido a He Jingyu durante esos dos años en Francia.
Quizás habría sido aplastada por sí misma y ya no existiría.
“Xi, ¿sabes que Jingyu te ha estado buscando durante todos estos años?” Después de la cena, se trasladaron a un bar al aire libre cerca de la antigua escuela. Era un lugar al que solían ir con frecuencia hace seis años, y aún no había cambiado nada. Incluso el dueño, Jason, al ver a Su Xi, la saludó como si la hubiera visto ayer, sonriendo.
Finalmente llegó la pregunta.
Toda la noche, Su Xi sintió que Wang Xi había estado aguantando esta pregunta durante mucho tiempo.
Su Xi sonrió y dijo: “Yo también me enteré recientemente.”
En realidad, durante el tiempo en que fue expulsada de casa hace seis años, estaba muy desamparada, sola y embarazada, ni siquiera sabía quién era el padre del niño. En realidad, no era tan fuerte como había imaginado, tenía mucho miedo.
Durante mucho tiempo, había extrañado mucho a He Jingyu. Pero sabía que solo era un consuelo emocional y un desvío; no amaba a He Jingyu y no podía seguir retrasándolo para él.
“¿Sabías que él se va a comprometer?” Su Xi no respondió directamente a la pregunta de Wang Xi, sino que planteó otra pregunta.
“Oh! … ¡Dios mío!” Wang Xi agitó las manos emocionado, “¿Jingyu? ¿Estás segura de que hablas de Jingyu? Pensé que él nunca se casaría, a menos que encontrara…”
Wang Xi se quedó con los ojos muy abiertos, mirando a Su Xi, esforzándose por tragar la última palabra que estaba a punto de salir de su boca.
Resulta que él aún no lo sabía.
Claro, si lo hubiera sabido, no habría sido tan insistente en preguntarle esa pregunta.
Su Xi llenó las copas de vino de Wang Xi y de ella misma, “Él se va a casar, deberíamos desearle lo mejor.” Levantó su copa, “Vamos, brindemos.”
“¡OK!” Wang Xi chocó su copa con la de Su Xi, “¡Salud!”
No esperaba que la prometida de He Jingyu fuera Mo Jingyi.
Originalmente, esto debería ser una buena noticia, pero para ella, se convirtió en que su mejor amiga nunca más debería volver a verla.
Las cosas siempre son demasiado coincidentes y la vida es una serie de inevitabilidades.
“¡No nos vamos a ir hasta estar borrachos!”
“¡No nos vamos a ir hasta estar borrachos!”
La consecuencia de competir en beber con gran entusiasmo fue que, a medianoche, un hombre que no se emborrachaba con mil copas estaba ayudando a una mujer que no podía distinguir el norte del sur, este u oeste, a salir del bar de música.
Si no fuera porque cuando él le preguntó, Su Xi aún conservaba algo de cordura y sacó una tarjeta de habitación del bolso, mostrándosela a Wang Xi, él no habría sabido a dónde llevar a Su Xi. Solo podía llevarla a su propia casa para pasar la noche.
Suite presidencial del Hotel Haoyu.
Como su amigo había abierto una cadena internacional de hoteles en Francia, Wang Xi no podía no conocer cómo era una tarjeta de habitación.
Siguiendo el número de habitación en la tarjeta, Wang Xi abrió la puerta de la suite presidencial.
Lo que no esperaba Wang Xi era que la suite presidencial estaba completamente iluminada. Al entrar unos pasos, Wang Xi vio al hombre sentado en el sofá y se quedó paralizado.
En ese momento, Su Xi todavía estaba colgando de su abrazo; él usó una fuerza considerable para sostenerla, abrazándola por la cintura.
“Señor Fu, usted…” Wang Xi no podía reconocer al hombre con el rostro frío como el hielo. Era el cliente más importante del grupo este año, con el que acaban de firmar un contrato de mil millones.
Wang Xi miró a Su Xi en brazos de él y luego a Mark en el sofá, preguntándose si también estaba borracho como Su Xi. ¿Cómo podía estar el Sr. Fu aquí?
Este lugar claramente era… claramente era la residencia de Su Xi.
La mirada fría y afilada de Mark se clavó en ellos, y Wang Xi sintió un escalofrío en todo su cuerpo, como si estuviera siendo observado por espinas.
“Eh…” En ese momento, Su Xi se despertó, abrazando su cabeza y abriendo lentamente los ojos. No miró a Mark, sino que sostuvo la cabeza de Wang Xi, “Eh… Jing… Jingyu?”
Si solo estuviera Wang Xi allí, él seguramente se habría burlado de ella por confundirlo con He Jingyu, preguntándose cuánto lo extrañaba. Aunque estaba borracha, ahora no había solo él y Su Xi en el lugar.
“Jingyu… uhm, yo, yo… te extraño mucho…” Lo peor fue que Su Xi se aferró a sus hombros como si estuviera llorando.
Wang Xi miró a Mark en el sofá levantándose y acercándose a ellos paso a paso. A pesar de que había visto muchos escenarios importantes, este lo dejó sorprendido y temeroso, con la respiración contenida, completamente en guardia. ¡La presencia de Mark era demasiado imponente! Wang Xi no pudo soportarlo.
“Señor, Señor Fu…”
En un instante, Wang Xi sintió un impulso de soltar a Su Xi y escapar.
Si no fuera por la amistad de varios años, lo habría hecho sin dudarlo.
Después de una breve vacilación, Mark ya había llegado frente a ellos. Al ver a Su Xi, borracha y en brazos de Wang Xi, la esquina de su boca se levantó en una sonrisa fría. Tan atractivo que incluso Wang Xi, un hombre, se quedó un poco atónito, solo los que conocían bien a Mark sabían que, en ese momento, él probablemente estaba furioso al extremo.
Usando toda su fuerza, extendió su mano derecha y tiró a Su Xi, que estaba en brazos de Wang Xi, hacia su propio abrazo.
Su Xi fue arrojada bruscamente contra el pecho duro de Mark, causando que su cabeza se tambaleara.
“Señor, Mark?”
El borracho se dio cuenta de quién la estaba abrazando.
Mark esbozó una sonrisa fría.
Bien. Muy bien. ¡Muy bien!
¡Esta mujer se atreve a salir a beber con otro hombre hasta emborracharse y no regresar a casa, abrazada con otro hombre y aún añorando a He Jingyu! ¿Quién le dio el valor?
“Mi mujer…” La fría mirada de Mark se dirigió hacia Wang Xi, “Esta noche ha sido un verdadero favor.”
Si no hubiera reservado la misma suite para él?
Si esta noche, por casualidad, él no hubiera estado allí?
Entonces, este hombre y Su Xi…
En un instante, esa idea que lo enfureció al extremo, junto con la ansiedad y la irritación que había estado esperando toda la noche, Mark, cansado de todo, no se molestó en responder a Wang Xi, que estaba completamente atónito. Simplemente se inclinó y levantó a Su Xi en sus brazos.
“¡