La señora no queda tan convencida de lo que le dijo el médico, y le dice:
— Quiero ver a mi hijo.
El médico no le gusta mucho la actitud de la señora, y le dice:
— ¿Me recuerda su nombre?
— Lirada.
— Bueno, señora Lirada, vamos a ver a su hijo...
El médico lleva a la señora a ver de nuevo a su hijo. Cuando esta entra nuevamente a esa habitación, se tira encima de su hijo y se pone a llorar. Haciendo que este se despierte.El médico trata de quitar a la señora de encima del paciente, pero esta le dice:
— Lárguese de aquí.
En seguida, El médico se va de la habitación. Cuando Luis le expresa a su mamá:
— Ya no llores más, yo ya me siento bien.
— Cuando te vea fuera de este hospital, yo quedaré tranquila, ah, estuve en la estación de policía y le dije de todo a ese que te atropelló.
— Gracias mamá, ojalá lo metan a la cárcel por intento de asesinato.
En la estación de policía, Ferney les dice a todos:
— La paga del pecado es la muerte. Y Dios no quiere que ninguno de nosotros nos perdamos. Es por eso que el padre celestial envió a su único hijo Jesucristo, por amor, para que el cargara con todos los pecados de nosotros. Y tuviéramos la oportunidad de ser salvos.
Santiago y Rivero se incomodan más que los demás, y se alejan del grupo.Ferney los observa disimuladamente, y dice:
— Si quieren ser libres, busquen de Dios y de verdad verán el mundo de otra manera, sin hacerle daño a su semejante... Jesús es el camino la verdad y la vida, nadie viene al padre si no a través de Jesús. En su nombre huyen los enemigos.
Maximiliano va a decirle algo a Ferney. Cuando un policía los visita, y les dice en forma burlesca:
— Oh, pero si han quedado en buenas manos. Nada menos con el que se dice ser cristiano, y casi mata a otro.
Ferney le dice al policía:
— Yo no le hice nada a nadie, está juzgando a una persona inocente y eso es un gran error.
Maximiliano le expresa al policía:
— Qué bueno que llegó, estaba asfixiándome de escuchar a este.
Roger le dice a Maximiliano:
— A mi si me interesa.
Santiago y Maximiliano le dicen al mismo tiempo a Roger:
— ¡CALLATE!
De inmediato, Ferney se acerca al policía, y le dice para que escuchen los demás:
— Ustedes están cometiendo una injusticia. Quebrantando uno de los mandamientos de Dios. El cual dice: No levantaras falsos testimonios ni mentir.
— A mí no me culpes de nada, culpa al que te está acusando, yo solo hago mi trabajo.
El policía se retira de la celda. Cuando Ferney se da vuelta y les dice a todos:
— Si ustedes quieren que les vaya bien de ahora en adelante, no mientan, siempre digan la verdad.
Juan se sonríe y le dice a Ferney:
— Como te está yendo de bien a ti.
Los demás se ríen menos Roger y Matthias. Cuando Ferney les expresa:
— Si ustedes tienen oídos, oigan, porque les voy a decir los mandamientos de Dios, para que les vaya bien... amaras a Dios sobre todas las cosas, con todo tu corazón y con toda tu mente. No juraras su santo nombre en vano. Amaras a tu prójimo como a ti mismo. Honraras a tu padre y a tu madre. Acuérdate del día de reposo para santificarlo. No robaras. No mataras. No cometerás adulterio. No levantaras falso testimonio ni mentir. No codiciaras la mujer del prójimo ni sus bienes.Maximiliano toca el hombro izquierdo de Ferney, diciéndole:
— De todo lo que nombraste, de esas diez leyes que nombraste, sinceramente... yo no he cumplido ninguna, he hecho lo que he querido en esta vida y los muchachos también.
De inmediato, todos ellos afirman lo que está diciendo Maximiliano, menos Roger y Matthias. Cuando Ferney le dice a Maximiliano:
— Este es el momento para que busques de Cristo.
— No escuchaste lo que te dije, yo me he hecho solo. ¿Dónde está tu Dios que no lo veo?
— No lo podrán ver porque Dios es invisible, y él está en todas partes. Jehová Dios de los ejércitos, es fuerte y poderoso.
Maximiliano se vuelve a sonreír, y le dice a Ferney:
— Y si tienes un Dios tan poderoso, ¿porque te tiene aquí?
— Yo de lo malo saco lo bueno, y de verdad les digo nuevamente, que esto no es casualidad, busquemos de Jesucristo, de nada le vale al hombre ganarse todo el mundo y perder el alma.Ferney toca el hombro derecho de Matthias, y le dice:
— De que te sirve tener apartamento lujoso, carro de último modelo, riquezas por montones y fama. Si al final pierdes el alma. No es mejor buscar la vida eterna. No es mejor buscar al dador del agua que da vida eterna. El agua que no les volverá a dar sed... ¿ustedes creen que quitarle los bienes a los demás es bueno?... No, eso es malo, ganen sus cosas honestamente, sin hacerle daño a nadie, sin matar a nadie, perdonen a sus enemigos, para que ustedes puedan ser perdonados... Jesucristo es amor, él tiene sus brazos extendidos esperando a que ustedes se arrepientan. Tenemos que aprovechar en buscar de Dios, antes que no pueda ser hallado. Y les vuelvo a decir... Jesús es el camino la verdad y la vida, nadie viene al padre si no por él.
Maximiliano le dice a Ferney:
— A mí no me vas a convencer con palabrerías, las cuales no tienen sentidos.
Ferney mira a Maximiliano, y le responde:
— La salvación es individual, yo no puedo obligarte a que creas en Jesús, cada uno de ustedes tiene su propio libre albedrio. Tienen la elección de escoger su camino. Yo solo les digo... Dios es amor, mi obligación es hablarles a las almas de la salvación, de que si mueren sin Cristo se pierden.
En ese instante, el pastor y los padres de Ferney entran a la estación de policía y hablan con el comandante, para poder hablar con Ferney...