CAPITULO IX: ALGO INOLVIDABLE

Alondra

Al parecer nuestra casa en el pueblo de Lucia aún no estaba lista, ella decia que no faltaba mucho para que fuera un poco mas acogedora y estuviera lista mientras tanto nos quedamos en la ciudad mas cercana a ese pueblo al parecer esta era muy linda, aunque extraño mi casa.

-Bien llegamos a su hogar temporal-

-Si tio eso ya lo sabemos, aunque se me hace un poco pequeño-

-Fue lo mejor que consegui con tan poco tiempo, miren tiene dos habitaciones-

-No te preocupes por eso miren yo dormire en la sala los chicos en un cuarto y ustedes en el otro-

-Alondra sera mejor que tu te quedaras en la habitación y Jesús junto conmigo en la sala-

-Miren no lo voy a discutir ustedes se quedaran en la habitación y yo en la sala-

-Esta bien no discutiremos, ok ahora todos a dormir mañana iremos al centro y veremos que mas podemos comprarles para la nueva casa-

Todos nos dirigimos a los lugares donde habiamos quedado para dormir, Leo me llevo una sabana y una almohadapara que durmiera mas comoda, era muy temprano para dormirme, encendi el televisor y comence a buscar que ver cuando por fin encontre el programa perfecto, lo vi por lo menos una hora y despues cai dormida.

Al día siguiente…

Me desperté con el olor a comida, lo unico raro de esto es que desperté no en la sala sino en la habitacion donde estaba durmiendo Leo y Jesús, me sorprendí bastante pero en fin me levante, observe a mi alrededor  estaba sola en la habitacion, salí para ver que había de comer y me lleve la sorpresa de que Leo y Jesús estaban en la sala dormidos en la sala no sé qué haya pasado durante la noche no recuerdo haberme despertado para nada. Me dirigí hacia la cocina y observe que Mario y Lucia estaban preparando un desayuno exquisito, desperte a los muchachos para desayunar todos juntos. Cuando todos estábamos en la mesa no pude dejar de notar que Mario no dejaban de ver a Leo como si lo fuera a matarlo o algo así, entonces interrumpí el momento.   

-Oye Mario, ¿si me vas a llevar al concierto de mañana?-

-Claro que si pequeña no hay nada que me haga más feliz que ir a ese concierto juntos, además que crees-                                                                                                                                                  

-Que ya compraste las entradas en primera fila y vas a llevar a los muchachos con nosotros, verdad- 

-Claro pequeña, ¿qué te hace pensar que no los voy a llevar?-

-Por favor te conozco cuando tienes esa mirada de que vas a matar a alguien dices mentiras he incuerencias, pero espero en este momento estes diciendo la verdad-                                          

-Claro que si, sabes que antes de que nos viniéramos reserve las entradas en primera fila para los cuatro, ya que Lucia no nos va a poder acompañar por que tiene que arreglar unos asuntos ese dia-

-Saben que por mi no se deben de preocupar es solo trabajo, espero que se diviertan-

-Yo tambien que estoy muy emocionada-           

Después de ese mal rato que le hice pasar a Mario me levante de la mesa y decidí recostarme en la recamara de los muchachos, ellos tenian que arreglar un asunto sobre la casa que tal vez les llevara todo el dia, ademas no quería hacer nada más que tuviera que ver con ir a alguna parte lejos de la habitación, entonces entro Leo y me dio una mejor idea.                                         

-¿Qué te pasa el día de hoy estas como muy rebelde o algo por el estilo?-

-Me he estado sintiendo mal creo que no podré hacer nada el día de hoy- 

 -Creí que a ti nunca se te acababan las energías, pero bueno creo que estaba equivocado-                                                                    

-La verdad es que nunca creí que la mudanza me dejara tan cansada- 

-Pero si aún no hemos visto la casa o cargado un mueble y ya te canso la mudanza, eres impredecible-

-Oye tengo una idea, ¿si vamos a un parque?- 

-La verdad es que si eso te alegra le podría decir a Mario que nos lleve y que cuando regresen pasen por nosotros-

-Es que quiero que vallamos tu y yo solos, vivir una "aventura", ya sabes jugar un rato tener un dia para nosotros, como siempre ha sido-

-Pero si aún no conocemos la ciudad como quieres que nos vallamos solos-

-Si pero si no te parece prefiero quedarme sola, por favor sabes donde esta la puerta-

-Esta bien vamos pero debemos llegar antes que Lucia y Mario, espera ¿que va a pasar con Jesús?, quieres que vallamos solos o no-                             

-De eso ya me encargue- 

-¿qué fue lo que hiciste?- 

-Le organice una cita-   

-¿con quién?-     

-Conocí una amiga cuando llegamos aquí-

-¿dónde la conociste?-

-Recuerdas el restaurant al que fuimos ayer, pues hice una amiga, es una de las meseras que estaba hay, tiene 15 años y al parecer le gusto Jesús, así que le dije que podian verse, me dijo que hoy era su dia de descanso le dije a Jesús y se van a ver como a las tres, pero ya que esto parece interrogatorio-           

-Está bien pero la verdad es que no me parece que le estés organizando citas a ciegas a mi mejor amigo-                                                                                                                                                       

-No le organice una cita a ciegas él sabe quien es la chica, sabes como es Jesús, si ve a una niña bonita ya la quiere para el, sabes que no se puede resistir- 

-Bueno si fue así está bien, ademas en eso tienes razón-   

Después de convencer a Leo de ir al parque conseguimos un taxi y nos fuimos al parque más cercano  llevábamos comida y un balón la verdad me sorprendió lo divertidos que estábamos eran alrededor de las 6:00 p.m. nos teníamos que ir ya que Mario y Lucia llegarían alrededor de las 6:30 p.m. queríamos que cuando llegaran nos vieran a los tres frente al televisor, llamamos a Jesús y dijo que nos vería en casa en 10 minutos, llegamos y  para nuestra suerte llegamos al mismo tiempo que Jesús, subimos lo más rápido posible, sentí que ellos llegarían en cualquier segundo, nos sentamos en la sala y comenzamos a ver una película, 15 minutos más tarde entraron, hoy era viernes a Mario le encantaba ese dia de la semana, me recordó que al día siguiente era el concierto y claro eso me fascinaba, no podía describir la felicidad que sentía en ese momento, era las siete de la noche Lucia nos quería llevar a cenar y nadie podía decirle que no pues aunque me moria de hambre, yo haya querido ir al restaurante pero ya estaba cerrado y pues que se le iba a hacer la verdad es que tenía mucho antojo de algo de mariscos, pero aún así el personal y algunas personas me daban mala espina, la primera ves que fuimos todos me trataron como una conocida no comprendia muy bien, era como si ellos me conocieran pero yo a ellos no. En fin decidi quedarme en casa y hacerme la cena yo misma.