Cap. 1 Sueños sin sentido
Era una mañana hermosa la que habían pasado Katrina e Ichabod. Pasaron un dia increible de campo en las afueras de Nueva York. El que más se había divertido con Mandalay era el joven Masfat.
- Katry...¿quieres que volvamos a casa?- preguntó Ichabod.
- Sí querido...-observó Katrina- Mandalay tiene sueño.
Y era verdad...Mandalay estaba cansado y debía irse a recostar. El bebé tenía ya seis meses.
Ichabod veía a su creciente familia con mucha tranquilidad. El condestable disfrutaba las tardes de campo, cuando no tenia que ir al grupo de policías. Detestaba a esa gente que difícilmente entendía la necesidad que experimentaba de nuevos conocimientos y descubrimientos. Pero la llegada del amor cambió radicalmente su manera de pensar...ahora creía un poco en cuestiones metafísicas y también creía en sucesos paranormales. Recordaba las circunstancias bajo las cuales su madre había muerto...la pobre no había tenido la comprensión suficiente para poder vivir como una mujer feliz.
Llegando a su casa, juntos recostaron a Mandalay...se veía tan hermoso cuando dormía. Ichabod acarició el semblante de Katrina y dijo:
- Linda...se parece tanto a ti cuando duerme...
- Y a ti cuando está despierto- dijo Katrina, recostando su pecho sobre el de Ichabod.
- Dime...¿extrañas Sleepy Hollow?- preguntó Ichabod, acariciando de nuevo su rostro.
- No tanto como yo creía...- admitió Katrina- aunque a veces tengo recuerdos de m infancia...
- Recuerdos no muy agradables, creo yo- insistió Jonathan, interrumpiendo como era su costumbre.
- Joven Masfat...esta es su nueva vida, espero que sus expectativas de un hogar se vean resueltas.
- Al cien por ciento- contestó el joven Masfat.
En la noche, cuando el joven Jonathan se había ido a descansar, Ichabod iría al lado de su mujer y su hijo. Se recostó un instante sobre la cama, antes de que Katrina llegara con el té acostumbrado. Entonces su mente comenzó a nublarse...comenzó a quedarse dormido y por fin...entró en un túnel oscuro e impreciso, donde las formas comenzaban a desaparecer. Una silueta maligna lo veía a la cara, sin forma definida...luego, de nuevo...el jinete sin cabeza estaba de nuevo ahí, frente a él...con su hacha levantada. Vio correr a una mujer pero luego observó a un niño huyendo de èl...un niño pequeño...y cuando le hacha iba a ser descargada sobre el pequeño...despertó.
Katrina llegó donde él, con la taza en mano...una taza blanca con decorados azules.
- Cariño...¿qué sucede?
- Nada...-dijo Ichabod...- sueños...sin sentido.
Lo que Ichabod no sabía era lo cerca del sentido de dichos sueños. Abrazó fuertemente a Katrina y luego se sentó junto a ella a beber el té.