Cap. 2 La visión nocturna
Dos días después, se acercaba el momento de que Ichabod marchara a Sleepy Hollow de nuevo para arreglar los asuntos de la herencia de Katrina. Pero ésta le había dicho ya:
- Ichabod...no quiero tener que ver nada de esa herencia...no queda ya nadie de mi familia allá, a pesar de que queden restos de Van Tassel y Van Garret, pero no quiero heredar nada de ellos...por favor, no es necesario que vayas.
Ichabod estaba por tomarle la palabra. Para él, más que para Katrina, tener que enfrentar a los fantasmas que tanto lo habían atormentado en Sleepy Hollow, era lo más desagradable y temible que pudiera sucederle...él menos que nadie deseaba tener que pisar de nuevo esa campiña oscura y abandonada. Así que estaba por informarle al señor Van Garret su decisión de apoderado, que, como representante de los intereses de su esposa, ésta había desistido de aceptar su parte de la herencia.
Al día siguiente, partió con Jonathan al centro de la ciudad a comprar algunas cosas para el chico.
- Joven Masfat...usted sí debe acompañarme en el viaje...¿está dispuesto a permanecer conmigo aún cuando las cosas no sean como usted las espera?
El joven Masfat lo miró y añadió:
- Claro, condestable Crane...usted es como un padre para mí y le prometí que nunca lo abandonaría.
Un abrazo los reunió y el joven se sintió protegido. Sólo que Ichabod se preguntaba: ¿quién me protegerá a mí?
La noche anterior al día que Van Garret pasaría por Ichabod, la luna no salió. Todo era sombrío en ese jardín que cubría de enredaderas el patio de la casa Crane. Ichabod tenía un frío especial...pero no era un frío común...era un escalofrío de muerte. Entró en la casa, con una linterna en la mano, y aunque quiso detener la puerta antes de entrar, en dos ocasiones ésta se cerró de forma inexplicable. Ichabod comenzaba a temblar de miedo y por poco grita al sentir una mano sobre su hombro:
- Condestable...¿se encuentra bien?
Ichabod se volvió y respiró hondamente. Era el capataz de la hacienda vecina.
- Sí...señor Reynolds...estoy bien.
- Sólo vine porque escuché ruidos en el traspatio de la casa, pensé que algo malo había pasado.
- ¿Cómo...qué?- preguntó Ichabod, intrigado.
- Como...algún fantasma..
Ichabod volvió a temblar, logrando así que su lámpara de aceite se apagara. El señor Reynolds dijo:
- Vaya a descansar , condestable, no hay problemas por aquí...no se angustie...descanse.
Ichabod se fue a dormir. Y esa noche, la peor pesadila que hubiera podido tener apareció ante sus ojos. Un hombre, sin cabeza, salía de las profundidas de la tierra y buscaba afanosamente a alguien que pudiera donarle esa parte del cuerpo...entraba en una habitación blanca y se llevaba en brazos a un pequeño niño. Luego escuchó una voz que decía: "TU ME FALTAS...AÚN NO SE ACABA TODO...ICHABOD CRANE...MIENTRAS QUEDE VIVA UNA SEMILLA DE VAN TASSEL...NO DESCANSARÉ"
Ichabod casi sufre un infarto. Katrina subió a su habitación y lo miró con angustia. Lo acurrucó y le dijo.
- Duerme, amor...fue sólo un mal sueño.
Ichabod sabía que no era así...pero no quería inquietarla. Sin embargo, Katrina sabía mejor que él que las cosas no estaban nada bien.
A la mañana llegó el señor Van Garret. Katrina le decía:
- Ichabod decidió no ir...yo se lo pedí.
Pero Ichabod bajó enseguida y ya vestido dijo a Van Garret.
- Estoy listo.
Van Garret sonrió. Después de todo, él sabía que pronto contaría lo que verdaderamente estaba sucediendo en Sleepy Hollow.