Cap. 8 El ángel protector
Katrina no insistió porque vio a Ichabod más que nervioso. Habían ocurrido muchas cosas últimamente pero lo peor estaba aún por venir.
Tras cenar junto con el joven Masfat, Ichabod dijo a Katrina.
- Katrina...tenemos que acudir a un...entierro.
- ¿Entierro? ¿De quién?
- De Jeremiah Van Garret.-
Katrina soltó la taza.
- No puede ser...mi primo Jeremiah no se metía con nadie...¿quién pudo ser?
- Todo apunta a que fue...el jinete...
Katrina no podía creerlo. Sin embargo Ichabod estaba más que convencido que la muerte de Jeremiah había sido un pretexto vil que había urdido alguien más para causarle daño a la familia del condestable.
Al llegar, Ichabod y Katrina del brazo se dirigieron hacia donde el círculo de los Van Garret se condolían junto con la madre del chico.
La madre del muchacho parecía percibir que parte de la culpa de eso la había tenido el condestable y preguntó.
- ¿Qué hacen aquí? ¿No les ha bastando tanto daño?
Ichabod no iba a permitir que le hablaran así pero sus demás hijos la hicieron callar.
El mayor de los van Garret lo llamó y le dijo:
- Deja a Katrina con las demás damas...no pasará nada. Ven...tenemos que hablar.
Van Garret le ofrecio una copa que Ichabod se negó a beber.
- Condestable...¿qué ha logrado encontrar sobre la muerte de Jeremiah?
Ichabod calló un instante.
- Poco, creo...es muy pronto para ello...pero...dígame algo...¿por qué quieren ahora que Katrina ceda su parte de la herencia? ¿Por qué no lo hicieron cuando aún vivía Baltus Van Tassel?
Van Garret no estaba preparado para esa pregunta y recargado en un viejo sillón, contestó:
- En vida del viejo Baltus no nos hubiéramos atrevido a hacerlo porque no era necesario...como le dije, los juramentos de honor y las firmas de sangre nos avalaban...pero ahora sí lo es...Katrina es la única Van Tassel que queda...bueno...a excepción de tu hijo...ésto lo hacemos para protegerla, porque el jinete es comandado por alguien más fuerte...y tú debes encontrar al responsable.
- Y...mi pregunta va más allá- indagó Ichabod.- ¿Tienen alguna idea de por qué el jinete acabó con la vida de su sobrino y no con la de un...Van Tassel?
El hombre se preocupó de nuevo y trató de salir del paso.
- Lo que sucede es que mi sobrino siempre se opuso a lo del traspaso de la parte de la herencia de Katrina...tal vez eso molestó al jinete y por ello...se cobró con su cabeza.
La aparente tristeza de Van Garret no conmovió a Ichabod quien se dirigió a buscar a su esposa.
Al volver a su casa, Jonatan salió a recibirlo.
- ¡Condestable! Hay alguien en su casa...
Ichabod y Katrina corrieron a la habitación de Mandalay y ahí encontraron a una silueta que abandonaba la habitación. Ichabod casi se desmaya de la impresión pero Katrina habló valientemente:
- ¿Quién eres?
La silueta se volvió hacia donde estaban y al ver a Ichabod se acercaba lentamente. Ichabod sacó su pistola y le apuntó.
Al ver al condestable frente a frente, la silueta, que pertenecía a una mujer, se inclinó. Ichabod iba a disparar pero algo lo detuvo...sintió las frías manos de la mujer y cayó por fin.
Al despertar encontró a su lado dos siluetas femeninas amadas: Katrina y junto a él, una mujer a la que amaba profundamente.
- Soy yo...Rebecca Crane...y he venido para cuidar de ustedes.
Cargó a Mandalay en sus brazos y dijo:
- Es idéntico a ti...éste pequeño ya tiene un ángel protector.
Ichabod al verla tomó a Mandalay y se lo dio a Katrina y se abrazó a Rebecca. El abrazo maternal lo hizo sentir más confortado entre tanto terror.