Capítulo 10 Un nuevo apoyo

Cap. 10 Un nuevo apoyo



Ichabod se dirigió a la residencia de los Van Garret. A las luces de las lámparas se percibía lo siniestro del momento, a pesar de tratarse de personas "respetables", el ambiente era pesado y sofocante.

Ichabod se dirigió hacia la habitación donde todavía yacía, casi tibio, el cuerpo de Helena van Garret. El condestable, bastante temeroso se acercó temblando a la occisa. Se acomodó su rudimentario microscopio de doble lente, revisó aquí y allá lo mejor que pudo el cuerpo de la anciana y, a la altura de su cuello, encontró de nuevo señales aparentes de cicatrización.
- Tal parece que el jinete actúa lo suficientemente rápido como para que su víctima comience a cicatrizar...lo mismo sucedio con el hijo...
Van Garret trató de desviar la pregunta:
- ¿Le parece que mentimos entonces cuando decimos que fue el jinete?
- Yo lo unico que pienso- continuó el condestable- es quer alguien, aldemás del jinete, está inmiscuido en éstos asesinatos.
- Mi hermana no tenía cuentas pendientes como usted suponía en el caso de mi sobrino.
- Pero tal vez...conocía detalles relativos a los van Garret y van Tassel.
- Yo insisto en que ésto solo son advertencias del jinete a los involucrados en el asunto de la herencia.
- ¿Advertencias o...amenazas?- preguntó Ichabod.
- El jinete no hace "advertencias"...es más dado a actuar de acuerdo a sus propios intereses oscuros. En fin, condestable...considere lo que usted quiera, pero no nos culpe si el jinete decide cobrar la vida de alguien de su naciente familia.-

Ichabod se mostró un poco escéptico pero el tener ahora bajo su cuidado la vida de su madre era para él un asunto de completa seguridad. No podía darse el lujo de cometer ningún error. Habia escuchado y visto al jinete actuar de nuevo. Tal parecía que ese ser de oscuridad no iba a dar tregua a sus subsecuentes ataques. Pero Ichabod estaba empezando a convencerse de que él no era el único que tenía la responsabilidad y la obligación de llegar al fondo del asunto hasta sus últimas consecuencias.

Tras revisar el cuerpo de la dama y tomar una muestra de la sangre aún no coagulada, salió de la habitación. Permaneció al lado de los deudos un momento más. Un hombre de confianza de la familia van Garret le fue presentado a Ichabod en las exequias de Helena. Su nombre: Laurent Martin.

- Señor Crane...-dijo el sr. Martin, saludando cortésmente al condestable. - Mi nombre ya lo escuchó usted de labios del sr. Van Garret.
- Llevo años de conocer a los van Garret- continuó Ichabod tendiéndole la mano- sin embargo, no había escuchado hablar de usted.
- Pertenezco realmente a la familia política de los van Garret....la madre de mi esposa era prima segunda de la difunta Helena- realzó Laurent.- Supe que...usted presenció aspectos relativos a la leyenda de El Jinete sin Cabeza, ypor lo que sé, esa leyenda acompañó por muchos años a Sleepy Hollow haciendo de él casi un pueblo mítico.
- Murmuracines de gente ignorante- contestó Ichabod tomando de las manos del joven Masfat una taza de tila.- Yo realmente he sido y creo que sigo siendo alguien bastante escéptico.

Entonces no bien había terminado de hablar, la luz de la estancia se apagó, los candiles se estremecieron causando un sonido inquietante, por el cual algunas damas sufrieron desmayos, causando asíq ue los caballeros peresentes tuvieran unos, que auxiliarles no sin interés, y otras indagar sobre la procedencia del accidente.

Un viento helado circuló por la estancia y el sonido de los cascos de un caballo a lo lejos convenció casi a la mayoría de la presencia de El Jinete en los alrededores.
- ¿Me decía, condestable?- insistió Laurent, en relación al escepticismo de Crane.

Ichabod, quien yacía ya sentado en una poltrona bien mullida, se tomó del respaldo y de la base, y continuó hablando, tratando de recuperar la compostura perdida.
- Le decía...-temblaba- que...hay cosas en las que...realmente no podemos ni debemos estar buscando...explicaciones innecesarias. En vista de que el incidente está resuelto...debo retirarme...con su permiso, sr. Martin. Debo hacer compañía a mi joven esposa y a mi pequeño de meses. Tal vez se asustó con lo acontecido.

Laurent se despidió. Luego sacó del bolsillo de su gabardina, junto a su viejo reloj un papel. Se lo extendió al joven Masfat y dijo con bastante reserva:
- Hijo...dile al condestale Crane que cualquier cosa que necesite en relación a los van Garret puede consultarla conmigo. Creo que...no tardará en acercarse a mí y es necesario que lo haga...más pronto de lo que cree.

- Se lo diré, sr. Martin- respondio el joven Masfat mientras Laurent le acariciaba el cabello y le dejaba dos reales en uno de sus bolsillos.