Cap. 32 El baile de máscaras.
- Así que…la propiedad que ocupan el condestable y su esposa…es propiedad de los van Garret, según me relata.
- Así es, señor juez- continuaba aquel hombre, muy cierto de sus aseveraciones.
- ¿Podría mostrarme los títulos de propiedad? Como sabe, llevo poco tiempo en Sleepy Hollow y desconozco mucho de las costumbres y la forma de cómo se llevan las familias que pertenecen a este lugar.
- En algún tiempo, señor juez, la unión entre los habitantes de Sleepy Hollow era bastante armoniosa y firme, tanto como que somos parientes cercanos. Pero todo empezó a salir mal desde que apareció…el Jinete…
- A mí no me venga con esas cosas, van Garret…eso del Jinete me parecen tan sólo historias fantásticas…
- Pues…tan sólo pregúntele a cualquier mujer y niño en Sleepy Hollow y le dirán que no es una historia fantástica…has el mismo condestable Crane sabe que no miento cuando digo que la historia del Jinete es algo verdaderamente oscuro e increíble…
- Señor van Garret…en ocasiones los seres humanos hacemos cosas más increíbles y oscuras producto de mentes enfermas y retorcidas que pudieran ser más fantásticas pero que son más reales de lo que pensamos…
- ¿Qué insinúa?
- Nada…sólo hablo de lo que percibo…señor van Garret…¿no cree usted que su…acusación de despojo, es demasiado rara considerando los problemas por los que está pasando el condestable Crane? ¿No le parece que es una acusación verdaderamente grave?
- Considerando la rareza del condestable y de que fue capaz de asesinar a un buen hombre como Laurent Martin que prácticamente no se metía con nadie, entonces tal vez el condestable no es más que un hombre que busca su propio beneficio.
- No vine a eso, señor van Garret…hablemos del otro asunto.
Mientras tanto Ichabod llegó con cuidado a la parte trasera de la caballeriza con el doctor Wegsteina. Dejó que el médico revisara a Rebecca mientras el joven Masfat permanecía en la puerta vigilando los movimientos de van Garret.
El médico dijo a Crane:
- Condestable…la salud de la señora es…delicada…no puede permanecer aquí…es preciso llevarla a otro lado…cuanto antes.
- ¿A un hospital se refiere? No…no puedo arriesgarla…otra vez un hospital no…
- ¿Por qué? – preguntó el médico.
- Porque…ella ya estuvo en un hospital y la trataron muy mal…quisiera llevarla a mi casa pero…
- No se preocupe…mi consultorio está muy bien dispuesto…le prometo que nadie sabrá que está ahí…tendrá los cuidados necesarios.
- Yo estaré pendiente de todo lo que le haga falta…la cuidaré en todo momento…pero…¿qué tiene, doctor?
- Está angustiada…tuvo una crisis de regresión en cuanto despertó…refirió todos los detalles de las vejaciones de las que fue víctima…y dijo algo que me pareció un poco raro.
- ¿Qué? ¿Qué le dijo mi madre, doctor?
- Que su hijo estaba en riesgo…que lo iban a matar a usted, condestable…
- ¡Maldito!- dijo para sí Ichabod mientras escuchaba las demás indicaciones delmédico.
Al poco rato fue a ver a Rebecca quien le esperaba.
- Madre…-comenzó.
- Ichabod…corres mucho peligro estando aquí…
- Lo sé…pero no puedo dejarte sola…en un rato iré con el doctor a su consultorio y allá te veré…
- Sólo espero que…pronto podamos estar todos juntos…Ichabod…tienes que cuidarte…me odiarías si supieras lo que he hecho últimamente.
- No me importa…sólo quiero que estés bien…y yo te cuidaré de van Garret…no dejaré que seas victima de su odio infernal.
- El joven…Masfat…será tu compañero…y él evitará que te pase algo malo…debes defender a tu familia.
Rebecca se desvaneció de momento. Su hijo y el médico la llevaron a su consultorio.
Mientras van Garret seguía conversando con el juez, Katrina estaba con Jelly quien acomodaba su cuarto, en tanto la esposa del condestable daba de comer al pequeño Mandalay.