La Piedra De Anamur

Capítulo 2 LA MANTICORA Y SU VIAJE EN BUSCA DE HILUS EL CABALLO VOLADOR DESCENDIENTE DE PEGASO

Capítulo 2

 

 

LA MANTICORA Y SU VIAJE EN BUSCA DE HILUS EL CABALLO VOLADOR DESCENDIENTE DE PEGASO

 

 

La terrorífica manticora emprende el vuelo  en busca de hilus, dejando atrás su reino ahora en manos del dragón rojo y la Arpía, quienes ejercen su tiranía causando aún  mayor miedo que el que ocasionaba el león con cara de humano y dientes de felino. En su mente permanece fijada la furia que experimenta por lo sucedido, jamás imagino que su dictadura estuviera en peligro y que Devor y   la repúgnate bruja Arpía  concentrarán mayor poder que el que él podía infringir a sus enemigos.

 

Al trascurrir un tiempo de viaje la manticora sintió hambre y miró en la distancia en una explanada un grupo de corderos alimentándose de hierba seca , sin pensarlo dos veces se abalanzó  descendiendo sobre uno de ellos, con sus dientes de león se aferró a su cuello y sus garras penetraron la piel frágil del animal , su muerte lenta no le importo a la bestia quien en unos minutos sacio su hambre, como estaba cansado de volar decido continuar su camino corriendo sobre la tierra casi desértica de éste lugar , dos días completos pasaron desde la salida de su reino, solo 14 lunas más restaban para cumplir su cometido.

 

Como la sed la carcome, la bestia se acerca a un pequeño rio casi seco por completo, los animales que colmaban su resequedad en su estómago se dispersan al unísono  y la lengua de la manticora absorbe  el barro que se mezcla entre el líquido, su aguijón se balancea en el aire como un arma de defensa esperando el ataque de cualquier otro ser. No es fácil la tarea que tiene por delante, llegar hasta Hilus podrá causarle la muerte. Sin escapatoria alguna, la bestia mientras suplica a la tierra por un poco de agua, razona como hombre  y un pensamiento como un trueno  sale de su boca.

 

  • Tal vez éste pagando todos mis errores y la crueldad de mi reino-

 

Antes de terminar esas palabras de la tierra y el barro como un misil sale desprendido un enorme cocodrilo, sus fauces   abiertas, buscan con desespero el cuerpo de la manticora para devorarla, sin embargo su reacción felina le permite saltar, esquivando gran parte de su dorso pero siendo atrapada por la punta de su cola, el dolor que le infringe el reptil le hace gruñir desesperadamente e insertar sus colmillos en la piel del aligátor que yace dura y fría. Al sentir la poderosa fuerza del hibrido el caimán abre su boca, ya es demasiado tarde, la ponzoña venenosa ha impregnado   a su atacante quien se paraliza y muere.

 

El hibrido aprovecha para alimentarse aún más del cuerpo de su enemigo  y saciado por su venganza ante aquel que osó intentar acabar con su vida, emprende de nuevo el vuelo, sus alas de murciélago se abren y continua su travesía en busca del mítico caballo. Está adolorido, su aguijón casi se desprende por la mordida del animal habitante del rio, a pesar de ello la manticora no  detendrá su maldad y la amenaza de Devor el dragon  rojo  de aniquilar su reino, son el aliciente mayor para seguir hacia adelante.

 

 Por su parte Key el dragon dorado y bueno, continua su recorrido junto con Dian el hipogrifo y los guerreros que le acompañan, atrás quedo el valle de las sombras y la batalla que ganaron, ahora  a lo lejos los ojos de águila le permiten divisar mientras vuela, un pequeño castillo en medio de un bosque que lo cubre, camuflado entre los arboles permanece casi invisible para todos, excepto para Dian cuya vista poderosa detecta el más mínimo objeto en la distancia.

 

Key al notar la presencia del castillo, al ser avisado por el hipogrifo líder decide que con precaución deben descender, no quiere perder más guerreros, en el fondo no desea la muerte de nadie, al ser un un dragón justo, su intención es evitar que   Devor y la arpía dominen su reino y el de los demás habitantes de las montañas, los ríos, y los cielos.

 

-yo estaré al frente del castillo dijo Key-

Dian exclamo - en la parte de atrás velare por todos.

  • Ustedes con cuidado  cubran los lados del castillo replico el dragón,  pidiendo a los demás hipogrifos guerreros que custodiaran los extremos.

 

De repente, una puerta de madera en la entrada principal cubierta de hojas se abre de forma lenta emitiendo un sonido que alerta a todos, -¡no se muevan de donde están!  Dice Key – al tiempo que observa un pasillo grande con espejos inmensos a los lados, al fondo puede verse una escalera de piedra en forma de espiral, de ella cuelgan extraños objetos, entre ellos vasijas de barro y materas con plantas que tienen movimiento.

 

 En el momento en   el  que  el dragón dorado  detiene su mirada sobre los espejos, se da cuenta que en el fondo de cada uno de ellos se refleja la imagen diminuta de un ser mágico que sonríe, de pronto, una voz como una piedra cuando golpea el agua, se refracta simultáneamente sobre  cada uno de los vidrios – adivina donde estoy, gran dragón mi salvador, recordando con ello,  el momento en el que estuvo a punto de morir, al ser devorado por las serpientes de  tres cabezas. - Key dibuja una sonrisa con su rostro y Dice- mi amigo August estas en todos lados y en ninguno.




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