La piel de un desterrado

Confusión

Las olas chocaban violentamente contra el barco que se hundía lentamente, los últimos tripulantes no alcanzaron a partir con los heridos en los botes.
Mourat estaba ayudando a la tripulacion aunque sabia que su pueblo estaba en un rechazo por las especies del continente de los antiguos dioses.
La razón de esta decisión se debía al capitán mal herido.

El problema parecía que ya se había solucionado peo había todavía dos barcos de la flota que perseguía en un comienzo, al darse cuenta que se acercaban para terminar el trabajo Mourat se quedó en el barco de guerra pensando luchar en su cubierta antes que lleguen a la playa.

Al estar cerca de la ubicación del barco que se estaba undiendose lentamente, un fuerte viento llegó desde el oeste y con el Mourat vio una sombra en el agua que se estaba acercándose rápidamente hacia los barcos piratas

- Tengo el presentimiento que esto se me va a ir de las manos - Dijo volteando la mirada hacia donde se encontraba los tripulantes evacuados.

Al mismo instante vio que dos mujeres no alcanzaron a evacuar.

- ¡Mierda! Esto me complica las cosas - dijo mirando a las mujeres que no pudieron evacuar el barco.

Pensó en como podría cumplir con sus palabras dichas antes al capitán, pensó que si se acercaba a la playa pondría en peligro a la tripulación.
En que estaba pensando como podría resolverlo sin que afecte al capitán una de ellas interrumpió su pensar al hablar en voz alta.

- Te lo dije Eilen - Dijo mirando como los últimos botes partían del barco - De que te sirven estas cosas si se van a hundir junto a este barco, pero no la señorita es terca.

- Sabes que es importante mi investigación, no solo son cosas - Respondió.

Buscaron algún bote para alcanzar a los demás pero no entraron en ninguno en cubierta. De pronto Mourat hablo desde la proa en el borde del barco.

- Váyanse de una vez pequeñas o van a morir en este barco - Dijo Mourat en la orilla viendo el barco.

- Los piratas no nos asutan - dijo Eilen mientras subía las escalones para buscaba de donde venía la voz.

- No hablaba de los piratas - Contesto burlándose de las dos.

Pasaron algunos minutos y el viento comenzó a agitarse violentamente y delante de sus ojos comenzaron a arder y hundirse los dos barcos piratas, escucharon como gritaban clamando piedad o ayuda. Entonces algo grande salió del agua y se colocó en la cubierta donde estaban.

Al aterrizar hizo que el barco enorme se moverá bruscamente, Eilen y Laila después de su llegada se dirigieron rápidamente al camarote del capital para refugiarse del ser que desconocían.

Al despejarse un poco se notó a al ser que hizo ese gran estruendo.

- Nunca he visto a un ser que tenga esas características tan diversas - Dijo Laila casi susurrando a Eilen.

El lugar se silencio por completo y se oía como respiraba, el color de sus ojos era ese instante el comenzó a levantarse y ver a su alrededor.
Comenzó a olfatear y su vista se fijo en donde se encontraban las amigas, ellas se lograron esconder en el instante que se fijó en el camarote del capitán.

- ¿ Que los hábitos y lujos de palacio no te gustaron Gabriel ? - Hablo de forma familiar como si ya lo conociera hace tiempo.

Entonces volteo la mirada, se dirigió al lugar donde se dirigían las palabras tan familiares y se colocó en frente Mourat, los ojos de este no parecían con miedo o asombro por su aspecto y altura.

Las palabras no tardaron en aparecer.

- ¿ Porque no te quedaste con ella ? - Dijo Gabriel - Ya se había acabado tu guerra, el había muerto - Dijo claramente mientras caminaba mas cerca de Mourat.

- Ya cumplí lo que me había prometido, esto ya es cosa mía, mi destino no está con ellos - Dijo sonriendo.

Al escuchar esto Gabriel se enojo, comenzó a caminar despacio en dirección los barcos en llamas que había atacado y comenzó a murmurar una lengua prohibida en las tierras de Vastar y fuera del continente del usurpador.

- ¡¡Odola nire odolagatik!! ( sangre por mi sangre ) - grito ante el viendo lo que había causado.

- No pronuncies otra vez esas palabras, esa lengua está prohibida Gabriel, sabes que despiertas cuando lo dices - Respondió mientras agachaba la mirada y  mostraba un poco la piel Vastar, la piel de su gente.

- ¿Entonces porque ahora quieres revivir ese pasado, viniendo aquí, tan lejos de todo ? - Dijo con voz amenazante.

- Porque en ese pasado también están ellos, los recuerdos que quiero recuperar - Respondió.

Un momento de silencio apareció después que Mourat respondió. El momento termino al escuchar un ruido en la cabina del capitán y el olor a sangre humana recorrió el barco.

- Todavía hay humanos cerca -Dijo rugiendo Gabriel.

Su apariencia cambio al olfatear la sangre en el viento, de un salto se dirigió al lugar en donde se encontraba el origen de ello. Con su descomunal fuerza destrozó la entrada de la cabina y vio a Eilen ayudando a vendar una herida que tenía  Laila, esta herida abierta producida en la batalla contra los piratas y que se había abierto mientras corrían.

Gabriel tenía un problema cuando mostraba su piel de Vastar perdía la razón durante el combate y solo buscaba acabar con cualquiera que tenga en frente no importaba si fuera un aliado o un enemigo, esta razón era por la que Gabriel estaba en la ciudad central de los Vastar como guardián del palacio.

Eilen se puso en frente a él con su arma en la mano dispuesta a todo si atacaba. Gabriel se abalanzó hacia ella y ella lo esquivó pero en su caída el suelo que ya estaba dañado se quebró y se hundió junto a el, al ver que ya no estaba fijó su furia hacia Laila, ella no se podía mover muy bien pero logró salirse de la zona de impacto de Gabriel, el mástil cayo por su fuerza.
El retomo su ataque después de un momento y Laila pensó que iba a morir pero fue detenido por Mourat.

- ¡Ya bastan Gabriel! , esto ya no es peligroso - Dijo mientras mostraban su fuerza.



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En el texto hay: fantasia, romance, aventura

Editado: 29.11.2023

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