7 de Abril. 22:50 Monte Gran Cáucaso
No estoy listo.
Ciertamente, estoy lejos de estarlo.
Rodeados por árboles, debajo de la luz de la luna, intentamos prepararnos para lo peor: la llegada de Tane Venter, aquella personalidad de Dante Venter que nació junto a sus Poderes, pero que, al manifestarse forzosamente, tuvo que aliarse con su anterior, hasta ahora, que ha perdido el control por completo.
Dante Venter... Lo sentí. Él sigue ahí, en menor medida. Pero, después de todo, ¿realmente salvarlo tiene algún sentido? Todo que Tane Venter es, es gracias a él. Su instinto, su forma de hablar, de actuar... Al fin y al cabo, Tane no es nada más que un Dante que no salía al mundo. Hasta ahora.
O al menos, eso diría si yo fuese un desgraciado.
Decir que Tane es simplemente Dante, una parte de él, me haría negar todo sobre Lasy, aquella que debió manifestarse como Sally, pero que no lo hizo hasta verse obligada a ello. Lasy es completamente distinta. Todo lo que ella es, es parte de ella misma. Por eso, todo lo que Tane es, es parte de él mismo.
Pagará. Yo, Markus Emit, acompañado por la misma Lasy, por Owyn, por Steve Venter, y por un felino, vamos a hacer que pague por cada pecado que ha cometido.
El asesinato... Es imperdonable. Peor aún, el asesinato de NUESTROS amigos, es algo que no dejaré pasar por alto.
Hay un extraño olor a humedad.
El ruido que producen las ramas a lo lejos nos llama la atención.
Yo y Owyn nos ponemos por delante.
Sí, está aquí, en alguna parte. Estoy seguro que Owyn también puede sentirlo cerca.
- Cobardes. - Un susurro vacío, aterrador, proveniente de una voz conocida, más profunda, proveniente de la profundidad del bosque, nos pone los pelos de punta.
Incluso si lo intentara, su [Incauto] hace que su Presencia se disipe.
Por ello, es que Lasy forma parte del grupo ahora mismo.
Sus sentidos, mucho más finos que los nuestros, sí que son capaces de sentir la Presencia de Tane Venter. Así que, con eso de por medio, ella es capaz de acercarse a él.
Es por esto mismo aue tampoco va desarmada, antes de venir, le entregué mi guante izquierdo.
Lasy, con su puño en alto, se acerca tanto, que fuerza a Tane a abandonar su estado de [Incauto]. Algo en la ropa de Tane ha cambiado. Lleva un abrigo de colores verdosos oscuros, con pelaje en la parte del cuello. ¿Era eso prueba de actual autoridad en cuanto a su cuerpo?
Pero, incluso si con ello logró esquivar el ataque de Lasy, ha entrado en rango de Steve Venter, permitiendole robar lo que más ama.
Tane rápidamente intenta atacar a Lasy con su guadaña, cortando horizontalmente, pero se defiende utilizando el guante.
Sin embargo, esto no dura mucho, pues consigue atravesar la defensa de Lasy.
Un corte perfecto, simple y rápido, con el que la mano izquierda de Lasy se desprende de su cuerpo.
Y entonces, se revela una parte importante del plan. Debido a que yo no soy quien lleva el guante, puedo usar [Falla del Reloj] a placer. Con este Poder, capaz de retroceder en el tiempo a los objetos que sean tocados por mi mano, puedo retroceder el cuerpo de Lasy, haciendo que la mano perdida vuelva a su lugar, como si nada hubiese pasado.
Steve desesperadamente revisa el saco. Un saco realmente pequeño, preparado exclusivamente para robar lo que queremos de Tane.
Mientras tanto, Tane ha vuelto a su forma de [Incauto], ocultándose una vez más.
Lasy pierde un poco el equilibrio, ha de sentirse mareada por la repentina pérdida y recuperación de sangre.
Me acerco a ella rápidamente, intentando cubrirla con mis brazos. Tras de mí, están Owyn y el gato.
- ¿Estás bien? - Le pregunté.
- S-sí, lo estoy, menos mal. - Respondió Lasy, con una vez de extraño alivio.
Owyn dice: - No pensé que esto realmente fuera a funcionar. Al final, resultaste ser menos idiota de lo que creí. -
- ¿Gracias? - "Bueno, qué importa". Me levanto, miro una vez más a la profundidad del bosque. Está en aquella dirección. - ¡Tane! ¡Ven aquí, podemos solucionar esto de otra manera! - "Charles dijo que yo podía hacer el bien si lo quería, o que de ser necesario tendría que hacer el mal. Quiero hacer el bien. Pero necesito su cooperación". - Desde que naciste, has tenido en mente la idea de que hacer daño era lo correcto. Que matar era el único método para conseguir tus objetivos. ¡Pero no es así, en serio! Nosotros podemos ayudarte, ¡déjanos ayudarte! -
Apareció. Desde detrás de uno de los árboles, apareció, erguido, viéndome fijamente. Parece tener algo en mente.
- Dante Venter... - Dijo. - Él me hizo así. Esto es lo que soy, no pueden cambiarlo. Nací por y para enfrentarme al OAP. Eso es todo lo que tengo en mente. Eso, es todo lo quiero hacer. -
Lasy, desde mis espaldas, se levanta, camina lentamente para ponerse frente a mí. - Señor Tane, - Dijo, con ese tono neutral. - Yo también creí que eso era todo. Creí que mi existencia era para dar y vivir desgracia. Pero no fue así. Jamás lo fue. Ni para mi Ama, ni para mí. Tomamos nuestro camino, hicimos nuestras elecciones, y estuvimos junto a las personas que nos apoyaron. - Su mirada se torna lentamente hacia mí, para luego, volver a mirar a Tane. - He cambiado. Desde el momento en que empecé a existir. No traje desgracia, porque no lo quería. No tienes que seguir matando si ya no quieres hacerlo. No deberías seguir el sueño macabro de otro que no seas tú. Aún tienes tiempo. Aún puedes hacerlo mejor. -
Es, justo entonces, cuando somos interrumpidos por la voz aterrada de Steve.
- No... No lo es... - Dijo, dejando caer el saco al suelo. El plan había fallado. Nuestras defensas, nuestros sermones, no habían servido para nada, porque me equivoqué. Aquello que Tane más amaba, era una persona. Una chica de cabellos oscuros. Su cuerpo estaba boca abajo, así que no podía ver mucho más.
- Je. - Tane ríe, subiendo el tono con gran rapidez. - ¡Ajajaja! ¿¡Realmente creyeron que el Anula-Gen era lo que más amaba!? ¡Pandilla de idiotas! -