7 de Abril. ¿?:¿? Monte Gran Cáucaso.
- Déjame ver si entiendo. - Dijo el chico musculado, acomodando sus lentes. - Dices que, de repente, estabas metida en una especie de saco. -
- Yup. - Responde la chica rubia de cabello corto.
- Y que, de repente, - Continúa el chico. - estabas aquí, a kilómetros de donde estabas, y recuperaste tus ojos que habían desaparecido. -
- Exactamente. Lo entendiste a la perfección. - Hace un símbolo de «ok» con su mano derecha.
- ... - Piensa seriamente el chico. - Te quiero mucho y todo pero no es momento para bromas. -
- ¡Pero Andrew, hablo en serio! -
- ¡Pero nada, Eliza! ¡Sally está desaparecida y nos estás distrayendo! -
- ¡Por eso te digo, quizás la Plaga con [Teletransportación] que buscábamos nos haya cambiado de lugar! -
- ¿¡Y por qué haría eso!? -
- ¡Y yo que sé! -
- ¡Pero nada, Eliza! ¡Sally está desa-! ¿Eh? - En medio de la pelea de hermanos, algo parece estar mal.
- ¿No...? - Pregunta Eliza. - ¿No acabas de decir lo mismo de antes? -
- Qué... raro... - Andrew se cuestiona sobre la veracidad de lo ocurrido. - ¿Qué... diablos? -
Eliza utiliza su [Visión de Luz] para inspeccionar los alrededores. En la distancia, es capaz de divisar a un grupo de seres vivos. 4 personas en total.
- ¿Eliza...? - Pregunta Andrew.
- Vámonos. Llama al Monje, rápido. - La característica de [Visión de Luz] de ver los perfiles de las personas, le ha permitido saber de un enorme peligro.
"Aguanten un poco más, por favor...". Pensó Eliza.
¿?:¿? Monte Gran Cáucaso. Templo.
23:05 Monte Gran Cáucaso. Bosque.
- Esa debería ser mi línea, Markus. - Desde la oscuridad de la noche, entre los árboles, entrometiéndose en una batalla perdida, una voz femenina, con unas palabras que cualquiera querría decir, hace su acto de aparición. - Parece que necesitan apoyo, especialmente tú. -
- Menos mal apareciste, Eliza. - "Normal que diga que necesito ayuda aún estoy gravemente herido".
- Y menos mal no vine sola. - Agregó.
- Usted. - Dijo una voz con un acento muy marcado. - Parece haber dominado su Poder, felicitaciones. - "¿Quién quiere decirle que ella no es Sally?".
"Y ahora es cuando Andrew llega y me regaña por hacer algo tan arriesgado". - ¡Maldito desgraciado, Markus Emit! ¿¡Cómo se te ocurre hacer algo tan arriesgado!? - "Desbloqueé el Poder de ver el futuro... Aunque, bueno, en realidad, creo que es la primera vez que me alegra oírlo".
- Oye, - Respondí. - estoy progresando. Esta vez el que está a punto de morirse soy yo. - "La sangre que sale de mi boca me dificulta hablar, ¿en qué momento llegará...?".
- ¡Pide to~da la ayuda que quieras, Markus Emit! - Gritó Tane. - ¡Ninguno de ustedes está al nivel de las veinte Plagas más fuertes del Torreón 97! - Todavía desequilibrado por el ataque de Lasy, Tane intenta mantener la compostura. - ¡Mucho menos podrán conmigo! -
Andrew, Eliza, y un viejo que no tengo idea de dónde salió se posicionan a mi lado, detrás de Lasy y Owyn.
- Tane, - Dije. - ríndete de una vez. - Todos, incluyendo las almas en pena, parecen sorprendidos por mis palabras. - Incluso si contara a «Clyde», - Clyde es el nombre que Sally le dió al tirador durante su tiempo libre, durante el viaje a la Unión Soviética. - e incluso si lucharamos todos juntos, no podríamos alcanzar un mínimo de su nivel. -
- Markus, sé más claro, por favor. - Pidió Lasy.
- Creo haber mencionado que... - Respondí. - huele a humedad... ¿Cómo rayos hay tanto de este olor en el bosque? -
- ¿A qué te refieres? - Pregunta Andrew.
Sin embargo, ninguno niega ese hecho. El olor es anormal.
- Se terminó, Tane, no tienes oportunidad. - Afirmé.
La única persona que conozco que podría generar olor a humedad, y que además podría contra todos los presentes al mismo tiempo, no podría ser nadie más: - ¡Ya cállate, plankton! - Alguien que tiene una fuerza abismalmente superior, llegando con un insulto hacia mi persona. - ¡Regla del Héroe Histórico N° 3: ¡No expongas a tus compañeros! -
- ¡No puede ser! - Exclamó Eliza. - ¡Pero dijiste que estaba en Korewa Tokyojanai, ¿cómo?! -
- Claro que lo estaba. - Respondí. - Pero, por supuesto, alguien con una Presencia como la suya, que además puede sentirla a larga distancia, - Desde la misma nada, la última ficha de mi tablero: ¡Kairi Monfort entra en escena! - se siente atraída por Presencias poderosas como la suya. - La Presencia concentrada de Lasy, la Presencia asesina de Tane, y ahora, la Presencia honrrada de este hombre viejo, es irresistible. -
- Que no se te suba a la cabeza, plancton. - Parándose erguida frente a Lasy y Owyn, y por tanto, frente a las almas, Kairi se voltea a verme. - ¿Sabes? Cuando te dije la Regla N° 1, no pensé que te la tomarías tan en serio. - Haciendo uso de su cabello acuoso, es capaz de utilizar [Kraken] en pequeñas cantidades y, justo como recordaba, al entrelazar los tentáculos sobre alguien, es capaz de curarlo si lo desea.
Paulatinamente, la herida en el medio de mi cuerpo se cerraba, la sangre se limpiaba, y estoy casi como nuevo. Pero ello no quita ningún dolor. Aún se me dificulta el moverme o respirar. "Es como si la herida siguiese ahí, pero ya no es letal".
- Dama Eliza, - Dice Kairi, al deshacer los tentáculos y convertirlos nuevamente en parte de su cabello. - ¿quiere hacer los honores?
Ella, eufórica, responde: - ¡Sí, por supuesto! -
- Levántate bien, plancton, nadie va a respetarte si te quedas así. - "¿Acaso ese es mi apodo a partir de ahora...?" - Bien, vamos a dividirnos, cuatro enemigos por cada uno. Si se escapan, siganlos, si terminan, apoyen a los demás. Ah, hola Monje. -
- Saludos. - Ambos realizan una pequeña reverencia rápida. "¿Se... conocen?".
- N° 8156, - Dice Owyn, increíblemente sorprendido. - tienes unos aliados increíbles. -