Se nos dispersa a lo largo de la Falsa Ciudad, las Plagas consideradas más fuertes, son enviadas a las esquinas de la ciudad, y las más débiles acumuladas en el centro. En nuestro caso, no somos enviados muy a las esquinas, pero tampoco cerca del centro, cosa que me alegra bastante, pues las luces de colores que se suele formar en el centro son bastante espectaculares.
- Se dará inicio al Exámen a la cuenta de 3. - Dijo la misma voz robótica de antes.
Siento como mis emociones se desbordan, el desconocimiento de lo que puedo encontrar y que tal vez, a alguno se le vaya la mano y muera.
- Tres... -
Levanto la mirada, siento como me sudan las manos y mi sonrisa a medias.
Sally se muestra tranquila, en realidad, se ve desinteresada.
- Dos... - Se oye un crujido en los altavoces.
Mis emociones se apagan por completo en el instante del crujido, "¿Un simple error de audio?".
- ¡UNOOO! -
No, no era un error, era una voz distinta, ya no era la voz robótica, era más ronca, con más sentimiento, más humana... O Plaga.
- ¡SALGAN Y MÁTENSE DE UNA VEZ! -
Sally me mira directamente, igual de asustada que yo, ambos sabíamos que algo estaba mal, muy mal.
En cuánto podemos movernos, nos dirigimos directamente al Ascensor de Escape.
- ¡Mira tú las conveniencias! - Lamentablemente, nos encontramos con «Musculitos» a mitad de camino.
- ¿¡En serio vas a pelear!? ¿¡No te diste cuenta que podríamos estar en un problema!? - Le grité, intentando evitar el pleito.
- ¡Me da igual si ocurre algo o no! ¡Lo nuestro, es personal! -
Se abalanza hacia Sally, lo cual activó el Reverso, ¡Sally quería recibir el ataque!. Al querer recibirlo, provoca que su «mala suerte» evita que lo reciba. Un cristal de una ventana cercana se rompe y cae directamente sobre «Musculitos» , lo que provoca una gran cantidad de cortes en su cuerpo.
Mientras él grita de dolor, aprovecho esa oportunidad y ataco con mi poder.
- ¡No tenemos tiempo para perder contigo! -
Vengo llegando algo tarde, pero debe ser un buen momento para explicar mi propio Poder.
[Falla del Reloj]: Cualquier cosa que toque con mis manos, retrocederá en el tiempo unos tres segundos máximo.
En este caso, ¡restauro el cristal antes de romperse!, los cristales vuelven a pasar por sus heridas e incluso lo cortan más, para volver a caer sobre él. Yo, preocupado porque haya muerto, me agacho para acercarme a él.
- ¡Maldición! ¡Me excedí! -
Con mi Poder, lo regresé hasta antes de la segunda caída de los cristales, para dejarlo inconsciente.
Con un suspiro de alivio, dirijo mi mirada a Sally, que está mirando al centro.
- ¿Segura de que estás bien? - Pregunté.
- No. - Dijo, sin desviar la mirada y con tono nulo.
- ¿Puedo saber porqué? -
- No. -
- ¿Porqué no? - La miré.
- ¿En serio quieres saber? -
- Si no quieres decírmelo, supongo que estará bien. - Devuelvo mi mirada al centro.
- ...¿Puedes aguantar la risa...? -
- Depende. -
Silencio.
- Bueno, sí, sí puedo. - Me levanto.
- ¿Porqué hacemos esto? -
- ¿Qué cosa? -
- ¿Alguna vez has pensado en que todas estas Plagas tenían una familia?, ¿Que eran felices? -
- ¿Eso qué tiene que ver? -
- Los estamos lastimando, no quiero hacerlo. -
- No tenemos otra opción. - Me volteo a verla.
Definitivamente, no sé qué responder, ni siquiera sé cómo se siente diciéndome ésto.
- ¿Qué tan difícil puede ser tener un mundo Feliz? -
- Eso es una pregunta dif- Intento responder.
En ese momento, empecé a perder la visión, escucho un grito de horror a lo lejos, sin duda alguna es de Sally. Empiezo a perder fuerzas, mis piernas se tambalean, intento ver la fuente de este insoportable dolor.
Un enorme agujero a través de mi estómago, no le tomó más que un par de milisegundos para que mi sangre empezara a volar por todos lados.
El grito de Sally se oye cada vez más lejos.
Estoy perdiendo el equilibrio.
Pierdo la visión.
Pierdo la audición.
Perdí el sentido del tiempo.
Miro hacia mi lado, y el Cuidador grita.
- ¡Hey!, ¡Arriba!, Demonios, ¿¡Cómo puede ser que todos los días tenga que venir a despertarte!?. -