La Posibilidad de Amar (enlazados4)

Seis

 

Ivana 
 


Nos encontramos el punto de partida de la carrera, en una zona destinada a la familia, desde nuestro lugar veíamos a Andrew ya vestido con su indumentaria de ciclista con el clásico dorsal número 78, listo para la alargada, iban a correr 150 km con llegada en alto, por unos instantes se me olvido mi tormenta, lo que me venía atormentando desde anoche; tan pronto como vimos que todos los ciclistas avanzaron hasta tomar cierto grado de velocidad y ya no verlos, me entro un susto que conocía, debía afrontar mis acciones, así que después de dispersarnos, me fui directo a la escuela.

No me había percatado que es un día donde la escuela está cerrada, después de caminar por los alrededores sin dar con la persona que me quiero encontrar, decido volver a casa; de camino recuerdo que tengo su teléfono así que lo llamo. Perdí la cuenta de las veces que el teléfono timbra y no toma la llamada, no quiero importunar más, así que lo dejo de llamar y retomo mi camino hacia la casa del Tío Ian.

Al llegar a la puerta escucho risas, como niños jugando y nada mas entrar me enfoco en una Brina desesperada y a sus sobrinos que vienen siendo mis primos jugando con pistolas de agua y una niña en el mismo plan de ellos, corriendo por todo el jardín, están mojados y llenos de barro, Brina esta todo menos contenta por que esta igual o mas mojada que ellos.

Al notarme viene corriendo hacia a mí y me abrazan, la niña que los acompaña se queda esperando que me terminen de saludar para seguir jugando, su cabello largo esta mojado y esta llena de barro, después que los chicos me saludan, me acerco a ella y la veo mas de cerca, es linda, con unos ojos azulados brillantes, la saludo tambien, me sonríe y tiene una sonrisa linda que se me hace conocida, acto seguido se escucha un grito y sale disparada a correr con mis primos.

Me enfoco en Brina que esta que echa humo

- ¿Por qué esa cara mujer? – bufa y trata de secarse con las manos –

- Los monstruos están desatados – me la llevo para la terraza, donde podemos ver a niños mejor –

- Brina ... son niños, hay que dejarlos que jueguen, se ensucien y hagan cosas de niños; apuesto que tú eras peor – se lleva la mano al pecho en gesto de indignación –

- ¡Yo! ... yo era un ángel – acto seguido se ríe de lo que dijo-

- Ni tu misma te lo crees ... la niña ¿Quién es?

- Ay muñeca... es la hija de Franchesco ¿no te acuerdas de ella? -volteo a verla y si es ella –

- Se ve diferente – tuerce los ojos y me da un golpe en el brazo-

- No se ve diferente, esta despeinada y mojada

A los minutos me doy cuenta que estamos solas con los niños, tanto tío Ian como Alice no estaban en la casa por alguna extraña razón Franchesco estaba con ellos, ya que su hija se encontraba jugando con los chicos; a Brina esta situación no le agrada, ella no ha tenido contacto cercano con niños y menos los sabe tratar, bueno no es que yo tuviera mas experiencia que ella, no, el punto es que en la fundación Oleg yo trabajo con niños y me ha toca empatizar con ellos, claro esta situación es distinta

Entraba un frio bastante helado y los niños estaban mojados, así que los correteo y los hago entrar a la casa, los varones subieron a su habitación bajo la supervisión de Brina, yo me quede con la nena

- Nena ... trajiste algo de ropa, tienes que darte un baño y cambiarte – asiente y va hasta un armario que esta cerca de la puerta principal, lo abre y saca una mochila, se devuelve hasta a mi y me entrega –

- Normalmente traigo una mochila con ropa de repuesto, con los chicos jugamos de mas y terminamos así – se señala – papá se molesta porque me ensucio, así que por eso traigo la mochila

- Ah ok ... entonces subamos a mi habitación para que te bañes – asiente y subimos tomadas de la mano –

Para ser una niña relativamente pequeña es muy conversadora e inteligente, es una ternura, en medio de la conversación me dice que tiene hambre, después de todo el baño y de arreglarla bajamos hasta la cocina, al hacerlo nos encontramos a Brina sirviéndole la cena a los niños, le indica a la niña su puesto en la pequeña mesa para que coma con los chicos. En medio de la cena de los niños lleve la ropa mojada a lavar en la lavadora y a la secadora, cuando hizo todo el ciclo la saque para que se terminara de secar en el cuarto de lavado.

Dado que pasaron toda la tarde jugando los chicos cayeron rendidos tan pronto terminaron de cenar, junto a Brina los subimos hasta sus habitaciones; nos dividimos el trabajo, yo me quedo con la niña y ella arregla la cocina. Le entregue unas hojas y unos crayones para que se entretuviera, la conversación seguía, me empezó a hablar de su tía fati que había salido con los amigos al cine, de su abuela que le prometió un viaje si se portaba bien, hasta me hablo de su papá y sus perfumes.

De tanto hablar empezó a bostezar, la atraje hasta mi regazo y se quedó dormida, a los minutos caí yo.

No se cuánto tiempo estuve así dormida en el sofá de la sala de mi tío, porque entre el sueño siento que me observan y un olor a perfume me saca del sueño, así que despierto de forma abrupta y al frente de Valentina y de mí está Franchesco observándonos

- Tranquila – me doy cuenta de que la niña está abrazándome dormida –

- ¿Hace cuánto estas ahí? – se sonríe –

- Unos minutos, no quise despertarlas – niego y me acomodo en el sofá con Valentina encima de mi –

- No te preocupes, esta super cansada así que no despertara hasta mañana – se enfoca en su hija y su sonrisa es genuina –

- No quise incomodar, pero tuvimos problemas en la joyería que está aquí y nos tocó ir – se toma el cabello – se que Brina no es muy dada a los niños, trate de desocuparme rápido y Fátima salió con amigos y pues ... tiene derecho a divertirse - le toma la manito a la niña -  ¿se porto bien? ¿no hablo de más? – me sonrió –




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