La Posibilidad de Amar (enlazados4)

Diez

Ivana
 


Londres como siempre caótica y más si esta lloviendo, al mirar mi boleto de avión supe que llegaba tarde, empecé a correr por la terminal aérea, los pulmones me ardían por el esfuerzo que estaba haciendo, en ese momento me plantee la idea de hacer ejercicio más a menudo ya que mi estado físico anda pésimo. Al llegar a la puerta de embarque aun sin parar de correr le muestro el pasaje de abordar y ella me señala su reloj de pulso; soy la última en embarcar, pero lo logre.

Descanso al sentir en mi espalda el respaldo de la silla, tomo varias respiraciones y me concentro en el teléfono, Franchesco no se ha comunicado y no sé si va a estar, en el caso de que no este, tomaré ese gesto como un NO y olvidar lo ocurrido en mi apartamento.

Después de 1 hora con 20 minutos llegamos a Dijon – Francia, no llevo equipaje, solamente una mochila con 2 mudas de ropa, mis objetos personales, mis documentos y dinero. Camino despreocupada por el terminal aéreo mirando para todos lados, hasta un perfume llama mi atención, sigo el olor y con una gran sonrisa me encuentro el objeto de mis pasiones

- Dude que vinieras, así que me quede aquí – señala el lugar – la única salida del aeropuerto, por aquí tenías que pasar

- Inteligente de tu parte ... pero tu olor te delata – acortamos distancia y no sabia cuanto ansiaba un beso hasta que sentí sus labios posarse en los míos –

- ¿Mi olor? – me sonrió y tomados de la mano caminamos hacia a las afueras del aeropuerto –

- Si, tu perfume es tan atrayente que en cualquier lugar te encontraría, solamente con sentir su aroma – me sonríe-

- Lo tendré en cuenta para rociarme un poco más a la próxima

Salimos del aeropuerto sin saber que ruta tomar, un chico al ver mirábamos para todos lados nos ofreció ayuda y busco entre los taxistas del lugar una guía de la ciudad y nos las obsequio. En menos una hora encontramos hotel, como habíamos llegado entrando la noche fuimos a cenar a un lugar cerca del hotel.

Después de cenar nos enclaustrarnos en el hotel, las palabras son pocas para describir lo que sentía al estar con él, su olor es como un afrodisiaco, su perfume es una extensión de su olor natural que me incitaba a una entrega total, sin reservas. En la madrugada por fin logramos hilar una conversación coherente sin caer en el deseo que nos teníamos, reímos y hasta bromeamos sobre nuestra realidad. Había algo que me taladraba la cabeza, ¿Cómo nos trataríamos cuando nuestras familias estén reunidas?; me quede en silencio recostada en su pecho, pensado

- ¿Qué pasa Ivana? – me remuevo, me siento en la cama y lo observo recostado en el espaldar de esta –

- Tengo una duda ¿Cómo nos trataremos enfrente de nuestras familias en el caso que estén todos reunidos?

- Normal ... como dos personas que se llevan bien, por que si no nos miramos eso seria extraño, ya que en Florencia nos tratamos muy bien

- Tienes razón

- No pienses en eso, mejor durmamos lo que queda de noche

El amanecer junto a él fue algo extraño, por más que en londres amanecimos juntos, había una diferencia, aquí en Dijon podíamos estar tranquilos nadie nos conocía y por ende nuestras familias no sabrían de los encuentros.

Desayunamos en la habitación envueltos en las sabanas, las mismas que fueron testigos de la pasión que nos teníamos, ahí sin nada de ropa entre risas y anécdotas de pequeños, después de reponer fuerzas con el desayuno, volvimos a entregarnos a la pasión.

Ambos teníamos vuelo de regreso en las horas de la tarde así que decidimos recorrer un poco la ciudad, cualquiera que nos veía podía decir que somos una pareja y en realidad Dijon nos brindaba esa facilidad y además al pensarlo con detenimiento Franchesco sería una excelente pareja, atento y amoroso, el novio ideal, pero mi subconsciente me mandaba alertas que, si seguía pensando así, no tardaría en enamorarme de él y eso no nos podría pasar.

Al ver el aeropuerto sabíamos que la dicha terminaría, sentí una conmoción en el pecho al ver que teníamos 1 hora, nos sentamos en las sillas de espera y en silencio con nuestras manos entrelazadas. Observo una cafetería a los lejos, me levanto y voy hasta allá, pido 2 bebidas, al regreso esta con una chica que le pregunta algo y le señala donde ir, la chica esta sonrosada, se va dejándolo solo otra vez

- La pobre chica estaba nerviosa - frunce el ceño y le paso la bebida –

- ¿Por qué estaría nerviosa? – me carcajeo –

- En serio ... me cuesta pensar que no sabes lo que provocas en el género femenino – se sonríe y me siento en sus piernas –

- ¿Me gustaría saber que provoco en ti? – me sonrió –

- Creo que esta más que claro ... estas últimas 24 horas te lo han dicho todo o ¿necesitas más viajes a Dijon?

- Me quedaría mas claro con otra excursión a Dijon – siento un beso en el hombro -

Nos carcajeamos porque ambos entendíamos la referencia de la "excursión" que no es precisamente por la ciudad, si no algo más pasional y entre los dos

La llamada para abordar se hizo presente, volvimos a tomarnos de la mano y caminamos hacia las puertas de seguridad, lo abrace y sentía que me arrancaba algo y no entendía por qué me sentía así, lo bese con lentitud como tratando de que me quedara algo hasta el próximo encuentro.

Nos despedimos entre besos y abrazos, lo veía a él tranquilo como si nada, pero yo era tenía una tormenta en mi interior. En el avión rememore las últimas 24 horas y con una sonrisa boba llegue a Londres.

No más pisar el apartamento empecé a sentir el cansancio, mi teléfono me alerta de un mensaje de texto, lo busco dentro de la mochila y mi corazón se acelera al ver que es de Franchesco

- Hola Iv

- ¿Cómo llegaste?

- Enviado 7:10pm ✔️✔️

- Hola

- Muy bien ... ¿tu?

- ¿Cuándo nos volvemos a ver? 🤦🏻‍♀️




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