La Posibilidad de Amar (enlazados4)

Treinta

Ivana
 


El apartamento lo sentía vacío por más que Rafael y yo vivíamos en el, las risas de valentina me hacían falta, si cerraba los ojos la sentía dando vueltas por todo el apartamento. Camino por todo el apartamento como buscando que hacer, debido al incidente la noche pasado con Franchesco y el golpe que recibí en el pie, estoy incapacitada y aquí en la casa.

Voy hasta la habitación de Rafa y lo veo pegado a la computadora, su expresión es rara, como preocupado, al sentirme en la puerta observándolo, me sonríe y cierra la computadora, algo debe estar haciendo importante, así que me voy hasta la cocina, todavía hay pizza de la que trajo Franchesco, tomo una rebanada y así fría le doy un mordisco, camino hasta la sala y me siento en el sofá a ver pasar el tiempo, al rato llega Rafael y se me sienta al lado

- ¿Aburrida? – bufo y él se ríe –

- ¿Se nota mucho? – asiente –

- Bastante ... - se queda pensando y me mira a los ojos – intenta tener algo con Franchesco, es evidente la cercanía y el gusto y pues todo lo que eso conlleva

- Lo intentare ... pero todavía no, quiero que la investigación salga por el bien tuyo y mío

- Es un buen tipo Ivana... - recuerdo que ellos llegaron juntos anoche –

- ¿Ustedes que hacían juntos ayer? – se levanta del sofá y va hasta la cocina, al rato trae un vaso en las manos –

- ¿A noche?... si, nos encontramos en la calle, creo que está preocupado por el carro que casi los arrolla – se lleva una cucharada de helado a la boca –

- ¿Seguro Rafael? – bufa –

- Ivana... ¿Qué podemos estar nosotros planeando? Nada, sabes que mejor vamos a la casa – me sorprendo-

- Vamos, ¿piensas volver a la empresa? – termina con el helado y se levanta del sofá-

- Creo que ya es el momento

Después de nuestra conversación, tomamos rumbo a nuestra casa, no le avisamos a nadie así que la llegada es sorpresiva; al ver mi evidente cojera, se alertaron y Rafael simplemente dijo que había pisado mal y que estaba incapacitada, lo voltee a ver sorprendida ya que no es habitual que me pregunten a mí y conteste él.

Pasamos el día con nuestros padres y Javier, en la tarde Rafa se fue al despacho con papá y estuvieron conversando por largo rato, al salir nos dan la noticia que volvía a la empresa, pero en un cargo menor y tendría la labor de apoyar a mamá en todo, la más feliz fue ella, mi madre.

Por momentos me abstraía del hilo de las conversaciones, note que mi madre se dio cuenta y de un momento a otro me dice, "encontré una tienda buenísima y me compre unos vestidos, te los quiero mostrar" me levanto y la sigo hasta su habitación, apenas entramos y cierro la puerta me voltea ver

- ¿Qué te pasa? Estas abstraída, estas aquí físicamente y la mente – se queda pensando – en Milán

- Mami no me pasa nada... ay, porque eres así – me sonrió-

- Mi niña eres demasiado evidente – se sienta en la cama –

- ¿y los vestidos?

- No hay vestidos Ivana... te escucho ¿Qué pasa? ¿has visto a Franchesco y a Valentina últimamente? – me tiro en la cama mirando hacia el techo y suspiro –

- ¿Mami te conté lo que paso con la llamada? – niega-

- No, Ivana

- Bueno, desde lo que paso en el hospital con la niña he tenido más contacto con ella y le di mi número de teléfono, conversábamos todas noches de cómo le iba en el colegio, yo no sabía que Franchesco no estaba enterado y cierta noche se da cuenta se molestó me trato como si le fuera hacer daño a la niña ... Ma yo adoro a esa niña, jamás le haría algo

- Eso lo sabemos, pero con todo lo ocurrido es normal que este paranoico, la niña estuvo expuesta a muchos peligro, eso fue imprudente de tu parte

- Lo asumo y lo entiendo ... lo que no me gusto fue las palabras que utilizo – me tapo el rostro con una almohada y suspiro – en fin se disculpó, al rato porque la niña lloraba sin parar

- ¿Lo disculpaste? – asiento –

- Claro, yo adoro a esa niña

- A el también lo quieres – la volteo a mirar con ojos bien abiertos – no lo vas a negar, sería el colmo – me vuelvo a tapar la cara con la almohada y grito –

- Ay los quiero en mi vida, pero todo me ataja –siento la mano mi madre en mi pierna –

- Tu solita te estas complicando, sabes mejor que nadie cual es la decisión, mientras te decides vamos a cenar en familia – me levanto de la cama y le doy un abrazo –

Bajamos y están todos animados, conversan con el tío Ian por video llamada y al verme me señala un regalo que me tiene, una cadena con un hermoso dije de una forma extraña, Rafa me voltea ver y me dice que llegara a la empresa que él lo recibe y me lleva al apartamento.

Nos despedimos y mis padres algo melancólicos ya que asumieron que nos quedábamos a dormir, pero no ya nos habíamos acostumbrado a nuestra independencia. Al llegar al apartamento cada uno tomo rumbo hacia su habitación, me di un baño largo y la salir lo primero que vi fue la camiseta que dejo Franchesco, la tomo y me la pongo, huele a él, su perfume es una cosa de locos, entre su aroma y todo, tomo el teléfono y le hago una video llamada, no me contesta enseguida, al rato me devuelve la llamada.

- Hola... - esta con una camiseta y se está moviendo de un lugar a otro –

- Hola... ¿Cómo estás? ¿Cómo llegaron? – es poco el contacto visual que hace conmigo –

- Llegamos bien, está lloviendo mucho... ¿Cómo sigues del pie?

- Bien, mañana vuelvo al trabajo... Franchesco si estas ocupado no te preocupes, solamente quería saber cómo habían llegado – deja de moverse y coloca el teléfono de tal forma que veo lo que hace –

- No, no... estoy en la casa, trabajo en una esencia – se percata de lo tengo puesto- mis camisetas siempre te quedan mejor a ti

- Mmm, eso te iba a decir que la dejaste – se sonríe y niega –

- Es tuya – verlo en su ambiente que antes me negué a ver, hace que todas las agallas que tenía cuando lo llame desaparezcan, pero me agarro del el soplo de valentía que me queda –




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