Treinta y cinco

Ivana
 

Sentía un ambiente pesado en la casa, desde que Rafael se fue mi padre no ha salido del despacho y no deja a entrar a nadie, he tratado de comunicarme con Franchesco y su teléfono suena apagado, al día siguiente vuelvo a llamarlo y suena igual, me toco decirle a la niña que su papá está ocupado y por eso no ha podido contestar.

Me acerco hasta el despacho y escucho a papá conversar por video llamada, me quede de pie en la entrada y entre abriendo la puerta, para que no me vea, las voces son tantas que no logre comprender bien, lo dejo pasar y me regreso a mi habitación. El resto del día me la pasó con la niña en la piscina, en las horas de tarde – noche vuelvo a insistirle a Franchesco y nada, no me contesta, ya me preocupa que no me conteste.

Mientras la niña cena en compañía de mi hermano Javier, no aguanto más y me voy hasta el despacho de mi padre y entro sin anunciarme, al verme se asombra

- Papá... ¿Qué está pasando?, no soy tonta – suspiro de forma audible – no has salido de aquí y eso es indicador que algo grave ha pasado

- Amor... - viene a mi encuentro y me abraza – si algo grave paso, pero ya está solucionado... Franchesco fue raptado

- ¡Que!... – trato zafarme de su abrazo y él no me deja – ¿porque no me dijeron papá?, ¿porque me lo ocultaron?

- Precisamente por tu reacción, además tanto la niña como tu eran el objeto distractor, debíamos tenerlas seguras, por tu seguridad no te dijimos – asiento con un nudo en la garganta –

- Sí... entiendo.... ¿pero está bien? – asiente y me suelto de su abrazo –

- Si, lograron rescatarlo y está bien – asiento –

- Me alegra papá

Salgo del despacho con el nudo en la garganta casi ahogándome, corro a mi habitación y me encierro el baño y me miro en el espejo y me repito, él está bien, él está bien, lloro a mares por la sensación de pérdida. Me calmo, me lavo la cara y al bajar Valentina está dormida en los brazos de Javier, me ayuda a subirla y la acomoda en mi habitación. Me acuesto con ella y acuno entre mis brazos, tan inocente y con la pérdida de su madre a cuestas y ahora Franchesco en peligro, me quedo dormida consintiéndola.

La mañana siguiente todo en la casa es normal, le agradezco a mi familia por ser tan lindos con Valentina, escasamente ha preguntado por su papá, vuelvo a marcarle y sigue el teléfono apagado, ahora entiendo porque Rafa se fue así de rápido.

En las horas de las tarde – noche, llego Rafael en compañía de Adrián y Brina, los chicos visiblemente golpeados y mi amiga con una sonrisa en el rostro, ellos a grandes rasgos contaron que Franchesco se encontraba bien y que venían por Valentina, ya que él no podría venir por ella.

Entendía el punto de que el no pudiera venir por la niña, me abrumaba saber que por su misma boca que se encontraba bien, en la noche mientras los chicos conversaban y se daban un baño en la piscina, me lleve a Brina hacia la terraza de la casa, lejos de ellos, tomo 2 copas y una botella de vino, le entrego una

- ¿Qué ha pasado Brina?. .. yo no sabía nada, me entere ayer – le da un sorbo a la copa –

- Fran fue raptado por la madre biológica y estaba pidiendo mucho dinero, la empresa y todo y además tenía en su poder fotos los integrantes de la familia

- ¿Cómo así fotos de todos? – asiente, mientras le echa más vino a nuestras copas –

- Si, tenía fotos tuyas y de Valentina, de Julia con Julieta y los chicos, de Rafael cuando llego a Milán, de Ian, su fin era manipularlo para así obtener un espacio en el conglomerado y dinero, bueno eso entendí – niego –

- ¿Pero la mujer que intento hacerle daño a la niña? ¿qué paso con ella? – me señala –

- Rachel, dirás, bueno ella es cómplice y esta capturada, esa mujer la tenía trabajando para ella

- Me alegra que también este capturada y... cuéntame ¿él como esta? Siento que me dicen las cosas a medias

- Bueno, estuvo inconsciente algunas horas, la vieja esa le dio un sedante muy fuerte, pero está bien y ya hoy está descansando en la casa de Fabricio, Qué dices... ¿lo llamamos? – se sonríe maliciosamente –

- No... si supieras – capto su atención y salta en la silla –

- Ay de que me perdí, cuéntame – nos carcajeamos –

- Imagínate que me declare, le dije que quería una vida con él y pues me dijo que no – tiene los ojos muy abiertos –

- Espérate muñeca, ¿Te dijo que no? ¿Franchesco te dijo, No?... – asiento –

- Totalmente, que dijo que no era el momento y lo comprendo, yo no me porte de la forma más adecuada

- ¿Qué piensas hacer? – me encojo de hombros –

- ¿Qué voy hacer? –se levanta y me da un golpe –

- ¡Muñeca!... dale a entender que se equivocó decisión, enamóralo hasta el punto que ruegue por tu amor – se sienta y se carcajea –

- Brina... ya me dijo que no, que más voy hacer – me tapo la cara –

- Ay muñeca – se acerca y me toma por el mentón y me mira a los ojos - ¿quieres una vida con él o simplemente es un capricho? – suspiro –

- Quiero una vida con él – se sonríe –

- Lucha con uñas y dientes por su amor... no creo que sea difícil, sabiendo de antemano que tú le gustas mucho

- ¿Será? – asiente dándole un sorbo a la copa de vino –

- Claro muñeca, no seas cobarde – me saca la lengua y se ríe de mi al decirlo –

- Boba... pero necesito ayuda

- Cuenta conmigo – me guiña el ojo –

Estaba decidido, iba a enamorarlo a como diera lugar, después de conversar con Brina, ella se fue para la piscina con los chicos y con unas copas de más, mala combinación, pero ella con Adrián tenían una relación extraña, pero relación al fin de cuentas. Al llegar a la habitación y ver un bultico en mi cama enredado entre sabanas, reafirme mi decisión, no solamente quería a Franchesco, lo amaba y también amaba a esa chiquitina.

Los chicos y Valentina se fueron a Milán bien temprano y yo me fui al hospital retomando mi rutina asfixiante, como decía mi hermano, pero pensando en lo que me dijo Brina. Tenía claro que no podía ser intensa con él, debía planear muy bien mis pasos, para que resulten positivo.