Ivana
Hay mucho movimiento en la casa y despierto bastante desorientada, trato de levantarme y no puedo, hay un bultico al lado mío, bastante espelucada, sí esta iba a hacer mi vida de ahora en adelante, pues estoy más que encantada. Me acomodo en la cama y abrazo a ese bultico y caímos en un sueño otra vez
Los ruidos vuelven, pero esta vez no son tan altos, me levanto y miro la hora, son las 9 de la mañana, entro al baño y luego bajo buscando a Fran, camino por toda la casa y no lo encuentro, llego hasta la cocina y las puertas que dan al patio interior están abiertas de par en par, pero decido volver a la habitación y darme un baño
Regreso a la habitación, Vale sigue durmiendo, busco mi maleta y saco ropa cómoda acorde al clima que está haciendo en Milán, mientras estoy en el baño escucho la voz de Vale, salgo y al verme se sonríe y se va para su habitación mientras me arreglo. Al salir de la habitación, entro a la de Valentina y esta desordenando el armario
- ¿Qué buscas, amor? – bufa y se sienta en su cama –
- Un vestido de flores que me regalo mi tía Fátima – me acerco al armario y lo busco –
- Es este – le señalo uno sencillo, asiente y se sonríe –
- Ese es Ivana – se queda pensando - ¿quieres a papá?
- ¿Por qué me haces esa pregunta Valentina? – entra al baño y me quedo recogiendo la ropa que esta toda tirada y desde el baño me responde –
- Para saber... ¿me ayudas a bañarme? – entro al baño y me señala un champú que está a lo alto en una repisa -
- Vale... quiero muchísimo a tu papá – se sonríe y empieza a jugar con el agua –
- Y ¿a mí?
- ¿Tú que crees? – se ríe y me señala –
- Yo creo que me quieres más a mi... bueno a mi papá también ¿serás como mi mamá?
¿Quieres que lo sea? – Abre los ojitos y asiente efusivamente - no sé cómo ser mamá, pero lo intentaremos
- Sí, quiero que seas mi mamá
Después del baño y que terminara también mojada, me cambien otra vez de ropa y bajamos, Valentina se fue directo para la cocina y me dice que su papá está en el laboratorio, me quedo pensando de que tipo es; me quedo con eso en la mente mientras hacemos el desayuno que consistía en unos panqueques con mermelada y un poco de leche.
Me debato en ir hasta el famoso laboratorio o no, tomo unos panqueques y un vaso de leche y me aventuro, bajo las escalinatas y a un costado de la casa hay como una especie de garaje, me acerco y al hacerlo me arropa un montón de aromas extraños y un estornudo se hace presente, desde adentro aparece Fran con el ceño fruncido, le señalo los panqueques
- Buenos días... pensé que podría interesarte unos panqueques con mermelada de fresa – se sonríe y viene a mi encuentro –
- Buenos días dulcezza, me interesan mucho – me da un casto beso –
- Este es tu... área de trabajo en casa, por decirlo así – asiente –
- Acá la inspiración fluye más y estoy en casa – me toma de la cintura y regresamos a la casa –
- ¿Estás trabajando en algo en particular? – entramos a la cocina, se sonríe y asiente –
- Sí, estoy trabajando en algo especial... pronto lo veras
Desayunamos juntos, al rato salimos para un rumbo desconocido, Milán es una ciudad sofisticada, hermosa desde cualquier punto que la veamos, con un clima envidiable con respecto a Londres que casi todo el tiempo hay lluvias. Llegamos una casa en el este de la ciudad, en una barrio que se me hace conocido, Fran se baja y toca en la casa, mientras Vale se me acerca y me da un beso, se despide, entiendo que hemos llegado a la casa de Valeri; desde el auto veo que los recibe una señora mayor muy sonriente y al ver a Valentina la abraza con mucho amor, no sé qué le dice Fran, porque él me señala y ambos se sonríen y la señora lo abraza a él también.
Una faceta nueva de Franchesco Damiani desbloqueada, verlo con la persona que fue su suegra y que sigue siéndolo por el vínculo que los une, Valentina; me deja ver lo buen ser humano que es, ya lo sabía, pero ahora me lo reconfirma que es un buen hombre y un buen padre.
En total silencio salimos de esa parte de la ciudad, deambulamos por varias calles de Milán, hasta que siento que estamos tomando una ruta conocida, vamos hacia la Villa Koblet, cuando confirmo para donde vamos, volteo a verlo y va enfocado en la carretera y al notar mi mirada se sonríe sin mirarme y justo ahí entiendo todo.
Unos minutos después vamos entrando a la villa, el ambiente se siente distinto, vemos algunos trabajadores ocupándose del mantenimiento del lugar, bajamos del auto y mientras Fran saluda a todos, me voltea a mirar con una sonrisa tenue y me señala la casa número 5
- Me estoy imaginando muchas cosas, respecto a lo que hacemos aquí – se sonríe y me toma de la mano y avanzamos hacia la casa -
- La villa representa mucho para ambos... digamos que estamos aquí para sanar y avanzar – lo abrazo –
Fran tenía mucha razón, aquí todo se fue para el carajo, por decirlo así; mientras caminamos hacia la casa, me saltan algunas dudas, esa casa estaba sin terminar y el Franco es el dueño, ahora pareciera que es de Fran. Llegamos hasta la casa y veo que saca las llaves y entramos, la impresión es tal porque es muy diferente a lo que me imagine, en su estructura es similar a las demás, pero los acabados son más modernos y en tonos neutros, volteo hacia donde esta Fran y esta cruzado de brazos viéndome con una tenue sonrisa
- Hay algo que no me cuadra... ¿esta casa es de Franco? – asiente –
- Era de Franco, ahora es mía... - camina por la estancia como recordando - para mí esta casa respira amor, pasión y obviamente a ti, entre otras cosas aquí todo se acabó y pues quise quedarme con la esencia... – me acerco a él y lo abrazo por la espalda -
- Aquí quede en embarazo – asiente –
- Lo se... - lo escucho suspirar y lo dejo de abrazar y él avanza hasta una de las ventana - Fátima me hizo entender que todo lo empezamos mal