La Posibilidad de Amar (enlazados4)

Cincuenta y uno


Franchesco
 


Había amanecido e Ivana seguía dormida, no entendía lo que emitían los monitores que tenía conectados, veía a mi hermana tranquila, yo quería que despertara y me sonriera, así sabría que estaba perfecta.

Rafael al lado mío empieza a desesperarse, camina de un lado a otro, me levanto y camino hasta el ventanal, le hago señas a Fátima y ella sale de la habitación y viene hacia donde estamos nosotros

- Me hacen el favor y dejan el desespero – Rafael bufa y yo la miro a la ojos – 
- ¿Por qué no despierta? – me cruzo de brazos - 
- Está descansando Fran – le muestro el reloj en mi muñeca – 
- Son más de la 7 de la mañana… - me abraza y me lleva hacia el ventanal que odio – 
- Fran… está perfectamente bien, solo duerme, imagínate que quizás por años siempre madrugo para venir a trabajar – volteo a ver a mi hermana – 
- Conmigo se despierta tarde – bufa, me deja de abrazar – 
- Pues… No quiero saber intimidades - nos carcajeamos –

Escuchamos voces entrando al laboratorio, noto que son mi hermano Fabricio con su familia, detrás de ellos escucho “Papá” mi hija corre hacia a mi y la abrazo; sonríe en mi hombro, la cargo mientras saludo a Julia, Fabricio y Juliana, la dejo en el suelo y se va corriendo hacia Fátima, entra el señor Octavio y su esposa, me despistó un momento y escuchamos un grito, es Valentina, está pegada al ventanal llorando

- ¡Vale!... – voltea y todos corren hacia ella, se enfoca en mi – 
- ¡Papá… Ivana! ¿Qué le pasa? – la cargo – 
- Escúchame amor… Ivana está perfecta, solamente… - miro a Fátima y ella interviene – 
- Valentina… amor acompáñame allá a fuera – asiente y se echa en los brazos a mi hermana – 
La veo irse llorando todavía y volteo hacia a Fabricio esta apenado, me enfoco en el ventanal camino hasta allá y me recuesto esperando que Ivana despierte, siento un abrazo 
- Discúlpame hermano… no fui prudente – pego mi frente al ventanal y suspiro – 
- No te preocupes Fabricio… por un momento tampoco lo fui – siento el abrazo de mi hermano  -

No se cuánto tiempo pasa, pero permanecemos así lo suficiente, como para entender que mi hermano es puro amor, volteamos al escuchar la voz cantarina de mi hija, que se va directo hacia los señores Almoraz, verla interactuar con ellos me relajo un poco.

 

Ivana
 


Me remuevo un poco y sin abrir los ojos recuerdo que estoy en el laboratorio y el porque estoy aquí, muevo mis piernas un poco y todo bien, también lo hago con mis manos, todo perfecto; escuchó que abren la puerta y unos pasos a mi alrededor

- Ivana… - abro los ojos y enfoco a Fátima a mi lado – 
- Fátima… - me sonríe y me va quitando todo los cables – 
- ¿Cómo te sientes? Mmm… mi hermano está que revienta el ventanal porque no despertabas
- ¿Qué hora es? – mira hacia su reloj de pulso – 
- Más de las 8 de la mañana ¿Cómo te sientes? – suspiro – 
- Bien, no siento nada raro… quiero ir al baño – asiente y acomoda la camilla - 
Al acomodar la camilla quedó medio sentada y observo todo lo que hay detrás del ventanal y todo lo que hay son el objeto de mi amor y pasión, trato de arreglar un poco el cabello con mis dedos, Fran es el primero en darse cuenta que desperté, se levanta y camina hacia el ventanal, me sonríe, pero  se ve cansado, detrás de él viene Rafa y Javier, pero una imagen me llama la atención, detrás de ellos está mi padre y en brazos tiene a Valentina; conversan, sonríen y comparten un panecillo, al darse cuenta mi padre se levanta y vienen hacia el ventanal, Valentina viene saludándome, moviendo su manito, se me aguan los ojos, Fran empieza a tocar el ventana, volteo hacia a él y le guiño un ojo; busco los papeles, Fátima me los pasa y escribo

“Estoy perfecta…. Los amo” 
 

“Valentina… Hermosa” 
 

Todos  se sonríen, veo que Javier no encuentra las hojas y se desespera, me sonrió, algo me llama la atención y es que alguien abraza a Fran por detrás, es su hermano, me saluda y también lo hago, volteo hacia Fátima 

- ¿Tu hermano está aquí en Londres? – asiente – 
- Sip… vino con Julia y Juliana, el tío Ian viene llegando – estoy asombrada – 
- ¡El Tío Ian viene de Florencia!… - me toma por el brazo para ayudarme a bajar de la camilla, me sonríe – 
- Creo que así actúa una gran Familia, somos una ¿No crees? – la observo con una gran sonrisa en el rostro – 
- Totalmente… mira a mi papá con Vale – volteamos hacia el ventanal y nos sonreímos – me encanta verlos así; se me antoja un bebé 
- Uy... Sallow no agudiza la procreación, ¿Verdad?  – me carcajeo – 
- No… solamente verlos así me gusta - asiente – 

Caminamos entre risas hacia el baño, Fátima va detrás de mí, pero me siento perfecta; trato de asearme los más rápido posible, al salir mi madre está pegada al ventanal junto con Julia y la tía Sofía, al verme se sonríen y ambas son puro amor, detrás de Julia hay un destello rojo, es tía Alice con el teléfono en la mano en una vídeo llamada, las saludo y enfoco el teléfono y es una vídeo llamada de Brina, no logro escuchar lo que dice, pero es verdad somos una gran familia, que con el paso de los años nos hemos enlazados. 

Camino de vuelta hacia la camilla, la enfermera jefe me toma los signos vitales y me dice que todo está perfecto, uno de los genetista pide una muestra de sangre antes de la segunda dosis; Fátima me trae el desayuno y me sorprendo con todo lo que me trae, hay frutas, quesos, mermeladas, café, jugo de naranja y unos panecillos que conozco desde que soy niña, es lo primero que me llevo a la boca, ahora entiendo porque el tío Ian llego tarde. 
Volteo hacia el ventanal y todos están comiendo los mismos panecillos, los levantan y yo simplemente me muero de amor. 




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