La Posibilidad de Amar (enlazados4)

Epílogo 1

Un año después

Franchesco

El último tiempo ha sido el más tranquilo y placentero, mi cama se mueve a mi lado, su olor y calor me reconforta, hoy es un día rutinario y especial.

Escucho que intentan abrir la puerta de mi habitación, me sonrió, pero no abro los ojos, estoy muy cómodo

- Fran… - siento que me pasan el brazo por el torso y recibo un beso en el pecho – despierta

- Dulcezza… - deja de intentar abrir la puerta –

- Despierta, tenemos exactamente 10 minutos en que baja a la cocina, rebusca en los cajones y encuentra las llaves – me abraza y me da besos en la mejilla y es placentero, pero lo que dice es verdad –

- Esta vez están en un escondite más complejo – se carcajea –

- Lo va a encontrar más rápido – nos carcajeamos –

Desde hace un año, todos los fines de semana tenemos esta misma rutina, que me encanta; me levanto de la cama y camino hacia el baño, me observó en el espejo, me echo agua en el cara, ahora camino hacia el guardarropa busco mi ropa interior y un pantalón corto, me los coloco, observó mis camisetas, tomo una a la azar, también tomo algo de la ropa interior de Ivana, salgo del guardarropa, la observó está con los ojos puestos en la puerta, nos miramos nos sonreímos y le tiró la camiseta y la ropa interior, verla ponérsela en cuestión de segundos, está entre placentero y cómico, cuando termina me hace señas para que vuelva a la cama, lo hago y ella me abraza y esperamos, en menos de nada escuchamos las llaves y la puerta se abre

- ¡Buenos días! – Valentina entra corriendo y se tira en la cama y nos llena de besos a los dos –

- Buenos días amor – Ivana le contesta y mi hija se derrite de amor –

- Es hoy… hoy me voy a colocar mi vestido – se pone de pie y empieza a saltar en la cama –

- Cuidado Vale – le digo serio y se sienta entre Ivana y yo –

- Hay mucha gente abajo… - se queda pensando – la abuela Kai nos espera, Ma’

- Vamos amor – se van dejándome solo, no sin antes las dos darme besos –

Me quedo mirando el techo de mi habitación un rato, hay sonidos afuera, me siento inspirado y quiero entrar al laboratorio y elaborar más esencias, pero hoy no estoy en mi casa 1 como dice mi hija, si no en la casa 2, en la villa koblet

Me levanto y me acerco al ventanal de mi habitación y hay mucho movimiento en la villa, hoy me caso con Ivana, ¿Cómo llegamos a esto?

Bueno le pedí matrimonio hace exactamente 7 meses, estábamos en Londres, en la calle de camino a casa, a su apartamento para ser concretos, yo no quería nada elaborado, hemos pasado por tanto y hemos estado más tiempo separados en nuestros asuntos, que era ya casi predecible, el anillo era mi madre Lía, una de las primeras creaciones que se hicieron en la escuela, un solitario engarzado con un diamante montado en oro blanco.

Estos 7 meses hemos estado viajando de Londres a Milán y de Milán a Londres, Ivana en su caso el trabajo estos meses ha sido bastante movido en congresos de oncología y de genetistas, Sallow ha sido una bendición para muchas familias. Mi perfumería va muy bien, hemos creado una línea que viene con joyería, he estado trabajando bastante con Julieta, sale caro trabajar con ella, tiene unas ideas muy buenas, también tiene el área de empaques.

Tocan la puerta de mi habitación y escucho que entran, no necesito voltear para saber quién es

- ¿Te estás arrepintiendo? – bufo –

- No… ¿Por qué dices eso? – volteo y me tiró en la cama –

- A ver… de pie viendo por el ventanal – me sonrió –

- Simplemente estoy pensando… Fabricio eres muy dramático – me hace señas para que me levanté –

- No soy dramático, simplemente hay mucho por hacer hoy, mamá te espera en la casa, las chicas tienen a Ivana en una cosa que no entiendo – me levanto y busco una camiseta y no veo mi traje -

- ¿Dónde quedó mi traje? – me voltea ver –

- Está en la casa… Necesitas escoger el anillo de bodas – frunzo el ceño –

- Ya lo escogí – sonríe y niega –

- Nuestra madre quiere que escojas un par de los exclusivos, vamos, la maleta de seguridad tiene que estar en el conglomerado en 3 horas… camina Franchesco

Me quedo pensando en lo que acaba de decir, yo escogí unas anillos de la joyería, sencillos, pero bueno, lo que diga la señora Lía Bianco… mi madre, se hará. Veo a Fabricio caminar delante de mi, mientras veo como la planeadora de bodas da órdenes sin parar, suspiro y el olor a flores es fuerte y da la sensación de paz, es una combinación de Hortensias, Peonias y Tulipanes, mezcladas en un arco gigante, en cada mesa también hay la misma combinación.

Llegó a la casa número 1, hay unos guardias de seguridad en la entrada, me saludan, entro a la casa y el aroma a hogar me envuelve, hay risas que provienen de la cocina, en la encimera está el famoso maletín, mis hermanos están alrededor, menos Fátima que también fue llevada no sé dónde, algo como la preparación de la boda
Se van dejándome solo con mi madre, me sonríe, la escucho suspirar

- ¿Preparando? – me entrega una taza de café –

- ¿Me creerías si te digo que estoy tranquilo? – se sonríe y niega –

- No, hijo te conozco y sé que tratas parecer tranquilo, pero siento que estás entre nervioso y expectante

- Si… pero incluye, “emocionado” – le da un sorbo a su café y me señala el maletín –

- Escoge tus anillos, es hora – suspiro –

- Madre… Ya escogí un par – volteo a verla y está sería –

- Lo sé… todos mis hijos han escogido sus anillos de esa maleta y tu no vas a ser la excepción, te anticipo que el día que Fátima se case igual estará ese maletín disponible – lo abro y están los anillos más hermosos que he visto, una edición más lujosa –

- ¿No puedo negarme, verdad? – niega –

- Inténtalo – volteo a verla y está con una leve sonrisa –




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