Mientras Jungkook me besaba, Rap Monster se la vacilaba y Suga conquistaba, en la oficina del CEO de Big Hit los muchachos recibían la visita de XZ, una productora de alta cotización y muchos años de experiencia no solo con eventos, música, conciertos y lanzamientos de artistas al estrellato sino también con las artes de la seducción de hombres y si son 30 años menor que ella mejor.
XZ era una mujer muy llamativa por sus atuendos y su personalidad extrovertida y arrolladora. Algunos la amaban por ser creativa, autentica, el alma de fiesta y la sal del mar. Pero muchos la odiaban por las mismas razones. Pero independientemente de todo eso, lo que sí era cierto, era que XZ tenía el don de convertir en oro todo lo que tocaba.
Esta visita no estaba programada, así era como le gustaba las cosas a ella: de sorpresa!
- CEO querido! - saludó irrumpiendo en la oficina donde todos estaban reunidos.
- Vaya vaya miren quien está aquí, XZ en persona! - inmediatamente el CEO se levantó de su silla y la recibió con un abrazo, lo que no es común entre la gente de corea - ¿A qué debo tu candorosa visita?
- Bueno, no vine por ti cariño, sino por ellos. ¿Cómo es posible que no los había visto nunca?
- Eso no es cierto, haz estado en la mayoría de las entregas de premios.
- Me refiero a que no los había tenido así de cerquita, cara a cara...Pero ya va...Uno, dos, tres, cuatro, aquí falta materia prima, donde están los otros tres?
- Presentando exámenes universitarios y Suga editando su primer video en solitario.
-Qué bien! Pero que no le agarre el gustico a ser solista, que te deja, eh!
Los chicos la veían divertidos, el solo mirarla pasearse por la oficina hablando tan elocuentemente, era todo un espectáculo.
- Bueno, CEO querido, quería participarte que he decidido utilizar a estos chicos como imagen de Cavin King...No te opondrás, verdad?
Los muchachos se miraron con asombro.
- ¿Cavin King? ¿No es algo como muy audaz para estos niños? - replico el CEO.
- Audaz es la paga y la proyección que tendrán. Esta campaña llegará a Estados Unidos y Europa. Será un trampolín exageradamente conveniente. Además ya ellos no son niños...se ven muy maduritos!
- Bueno XZ...En este caso eso no depende de mí, estoy obligado a preguntar si ellos quieren aparecer por todos lados en ropa interior... - CEO los miró con ojos con símbolo de dólar.
Ellos no contestaron, solo se miraban expectantes.
- Bueno, les daré el fin de semana para pensarlo, el Lunes será el casting y cuento con ustedes, con los 7.
Ante tal imposición no les quedaba otra opción que pensar si realmente iban a hacer esa campaña de ropa interior. Para todos, esa propuesta era una locura, una osada pero atractiva locura.
Antes de llegar a La Casa, Jungkook y Namjoon ya estaban enterados de la propuesta.
- ¿Qué te parecería verme en un comercial de Cavin King? - pregunto RM a Cyntia mientras ella preparaba un jugo.
- ¿De qué es esa marca? ¿De hamburguesas?
- No dije Burger King, dije Cavin King...Pero verdad que tú no conoces nada de aquí, vives en un frasco de compota.
- Ay perdón! Tu tampoco debes saber nada de música latina, arepas con aguacate, nunca has oído a Ricardo Arjona ni has estado en los cayos de Morrocoy ¿verdad que no? Así que no digas que vivo en un frasco de compota!
- Bueno, any way, Cavin King es una marca de ropa interior.
Inmediatamente ella dejó de hacer el jugo y lo miró sorprendida.
- ¿Serías capaz de exhibirte en cueros por todos lados?
- ¿Te gustaría verme en cueros, verdad? - sus hoyuelos la asfixiaban.
- Ya te he visto sin camisa. - dijo en tono supuestamente indiferente.
- Y te gustó! Lo vi en tu cara.
- Lo que viste fue mi pena, no esperaba que aparecieras así ante mí.
- Pero no seas tímida, dime, ¿te gustaría verme usando solo unos interiores apretaditos, que resalte lo que tengo...? - dijo bajito casi en su oreja.
- Ya déjate de eso! - reaccionó a su ilustrativa y provocativa descripción.
-Creo que tú deberías venir conmigo a la sesión de fotos, me servirías de inspiración. - ella lo mira y regresa hacer su jugo intentando espantar esa imagen de su cabeza - no podrás dejar de pensar en mí, te lo garantizo.
- Estas muy seguro de tu profecía, ¿qué tal si no es así?
- Apostemos.
- ¿Qué me darás si yo gano? - lo desafió.
- ¿Qué me darás si gano YO? - se acercó a ella incitándola a flaquear.
Segura de que esa profecía se haría realidad, ya que desde que la acorraló en el vestier no dejaba de pensar en él, y con la intención de calmar sus nervios hizo un brusco cambio de tema y le ofreció un vaso con jugo.
- Mejor tómate tu juguito para que te refresques. - dijo juguetona.
- ¿Estás acalorada como yo?...refresquémonos juntos. - hizo el gesto de acercarse de nuevo.
- Ya Namjoon! Eres terrible! - con esto tomó el otro vaso y se lo llevó a Jungkook.
Al ratito llegaron los otros cuatro, Yeontan salió a recibirlos. Cyntia los atendió y les sirvió el jugo. Notó una inusual felicidad en Suga, que era "el serio". Normalmente, las comidas se la suministraban preparadas, pero ellos tenían muchas cosas en la alacena como para preparar adicionalmente una ensalada, un ramen o cosas así. No habían muchas chucherías, ni tortas ni dulces, lo que llamó la atención de Cyntia: ¿a qué muchacho no le gusta comer dulce?
Esa tarde Jin llegó antojado de ensalada y se dispuso a prepararla. Al verlo en eso, Cyntia quiso encargarse, al fin y al cabo ella está ahí para eso, pero Jin quería hacerlo él. De hecho demostró su pericia para picar y su buen gusto para combinar los ingredientes. La faena de Jin fue tan amena que V y J-Hope se sentaron en el mesón de la cocina para disfrutar de verlo en acción.
Por un momento Cyntia sintió que se le quemaba la cara, era V que no le quitaba los ojos de encima. Ella se enrojeció y llegó a pensar que quizás era por su raza latina que era atractiva para los coreanos. Realmente, ella disfrutaba con eso, en esa casa todos los muchachos eran respetuosos, considerados y bellos...nunca antes había visto asiáticos tan atractivos y especialmente RM y V, los dos que a ella le gustaban también se sentían atraídos por ella. Eso era mucha suerte!...¿o no?...el solo pensar en la sopa de letras en la que se estaba involucrando la hacía sentía culpable.